Corazones Compartidos

Capítulo 41 - Aniversario

Hanna abrazó a José Luis y le prometió hablar pronto con Juan.
Estaban a pocos días de la fiesta de la empresa ya tenían todo listo.
José Luis llevó a Antonio unos papeles que debía firmar para liberar el último pago de los gastos de la fiesta.

-Puedes invitar a todos tus amigos y tu familia si quieres -le dijo Antonio mientras firmaba-. O tal vez a tu novia.

-Gracias, Antonio -respondió José Luis-. En realidad no había pensado en invitar a nadie. A mi familia casi no le gusta ir a estas fiestas. Y tampoco tengo novia -simuló una sonrisa.

-Bueno, tus amigos.

-Lo tomaré en cuenta. Gracias.

José Luis lo único que pensaba es que quería ir a la fiesta como pareja de Hanna, pero estaba pareciendo imposible.

Esa tarde cuando José Luis se fue a su casa encontró a Raúl. Él solo se fue a su habitación, estaba muy desanimado.
Raúl notó que algo no estaba bien y fue a buscarlo para preguntarle.
José Luis no dudó en contarle lo que pasaba con Hanna.
Se miraba triste. Y Raúl no sabía qué decirle.

-Sé que amas a Hanna, pero no sé si estás haciendo lo correcto -le dijo Raúl.

-Ya no sé qué hacer -dijo José Luis con la mirada hacia el piso-. Me da miedo pensar que Hanna solo me está utilizando.

Raúl lo abrazó. Sabía que si le seguía diciendo lo que pensaba se pondría más triste.

-¿Quieres un té?

José Luis asintió.
Raúl caminó hacia afuera, pero antes de salir se quejó tocándose el estómago.

-¿Estás bien? -preguntó José Luis.

-Sí, solo tuve un dolor en el estómago.

-¿Ya te revisó un doctor? -ahora se escuchaba preocupado.

-No. No es nada. Se me pasará.

-¿Cuánto tiempo llevas con eso?

-No es para tanto. Estoy bien.

-Respóndeme, Raúl.

-Un par de semanas.

-Tienes que ver a un médico, eso no está bien.

-Está bien. Agendaré una cita la siguiente semana.

-Que no pase de entonces.

Raúl asintió.

Los días pasaron. El sábado llegó, el día de la fiesta de aniversario de la empresa de los Pérez.
Raúl no quería ir, no quería ver a Romina, pero tampoco quería dejar sola a Ashley. José Luis lo convenció de ir, y además invitó a Hugo.
José Luis salió temprano ese día para ir a supervisar el salón que todo estuviera en orden, ahí se encontró con Romina. Todo estaba quedando en su punto para esa tarde en la fiesta.

-Romina -le habló José Luis-. No me lo vayas a tomar a mal, pero necesito pedirte que te mantengas a distancia con Raúl, ha estado preocupado por venir a la fiesta y encontrarte aquí.

-No te preocupes, ni siquiera voy a dirigirle la mirada si eso lo hace sentir mejor. Bueno, lo intentaré. Enserio que no sé cómo es que lo dejé ir así.

-Ya verás que encontrarás a alguien que te enamorará más que Raúl.

-¿Y tú cómo estás? La verdad es que no te he notado tan bien.

-Igual -respondió-. Han pasado días y Hanna sigue con Juan.

Salieron de ahí para irse a sus casas a arreglarse.
Cuando José Luis llegó a su casa le llamó Antonio para confirmar que todo estuviera bien y así era.

Raúl estaba ahí, sentado en un sillón de la sala, parecía que acababa de salir de la ducha, pero aún no estaba cambiando.

-¿Ya estás listo, hermano? -cuestionó José Luis.

-No quiero ir, no me siento muy bien.

-¿Qué te pasa? -preguntó preocupado-. ¿Es de nuevo tu estómago? ¿Necesitas ir al médico?

-No, mi estómago está bien. Lo que pasa es que no sé qué pase al ver a Romina, estos días se ha mantenido alejada y no la he visto para nada, pero pensar que la voy a ver me hace sentir mal.

-No te preocupes, Raúl. Ya debes dejar eso en el pasado, ahora estás con Ashley.

-Eso me preocupa más, reaccionar mal frente a ella.

-Si te da más tranquilidad, le pedí a Romina que se mantuviera alejado de ti. Hazlo por Ashley... Y por mí, ¿sí?

-Está bien -se levantó.

José Luis se fue a bañar y se arregló.
Le preguntó a Raúl si pasaría por Ashley y le dijo que sí. Él se fue antes, pues debía recibir a los invitados junto con Antonio.

En el salón estaban Antonio, Hanna y Steven, luego llegó Romina.

-Qué bien te ves -le dijo José Luis a Romina.

-Lo mismo digo de ti, te ves guapísimo y tranquilo -le dijo con una sonrisa-. Espero que así te veas el resto de la noche.

-Lo dudo. Tendré que ver aquí a Juan. Soportar que esté con Hanna.

-Creo que tenemos eso en común. Estamos enamorados de quien no deberíamos, aunque creo que tú tienes más posibilidades.

José Luis se encogió de hombros.

Hanna vio que estaban platicando y se puso celosa, pero creía que no era quién para decirle algo. Y tenía razón, de cierta manera estaba engañando a Juan y José Luis.

Poco a poco empezaron a llegar los invitados, llegaron Mathilde, Sam y luego Raúl y Ashley.

Cuando llegó Hugo, José Luis lo recibió con un abrazo.

-Qué bueno que viniste, hermano -le dijo José Luis.

-¿Cómo estás?

-Estoy bien, pero no sé si seguiré así cuando llegue Juan.

-Sabes que cuentas conmigo para lo que sea.

-Gracias, lo sé.

Antonio había querido que en su mesa estuviera su familia, José Luis y Raúl, pero José Luis lo había pensado y no quería estar frente a Hanna con Juan. Entonces decidió que mejor tomaba otra mesa para estar con Hugo y Romina.

José Luis acompañó a Hugo a la mesa y se sentaron, luego llegó Romina. Había más personas sentadas en su mesa, aunque no estaba llena.
Ashley le había dicho a Raúl que si quería se podían ir a la mesa de José Luis, pero le dijo que estaba bien.

José Luis vio llegar a Juan, saludando a los Pérez, por último besó a Hanna, fue lo peor que pudo ver en la noche. Estuvo observándolos por buen rato, Juan se veía muy feliz, pero Hanna no, se notaba incómoda.

Entre más pasaba la noche pasaban los tragos, las bebidas alcohólicas.
Hugo observaba a José Luis que estaba tomando más de lo habitual, pero aún se miraba consciente y cuerdo.

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Notas de la autora

Hola a todos. Aquí les dejo el capítulo 41 de la historia, espero que les guste y no olviden votar.

Gracias por todo el apoyo que le están dando a la novela, me pone muy feliz que les esté gustando.

Ahora solo les voy a decir que esperen los próximos capitulo que se van a poner cardíacos.

L@s quiero.