José Luis le marcó a Antonio, él solo quería saber cómo seguía porque Raúl le había dicho que se había ido de la fiesta porque se sentía mal.
-Yo estoy bien -respondió José Luis-. El que no está tan bien es Raúl, se la pasó enfermo la noche entera.
-¿Qué tiene? -cuestinó Antonio con preocupación.
-Hoy lo llevé al médico y parece que tiene gastritis y colitis nerviosa.
-Ojalá se mejore pronto y dile que se cuide mucho para que salga de esta pronto.
-Claro que sí, yo le digo.
Se despidieron. Luego José Luis fue a la cocina por un vaso de agua. Empezaba a sentirse triste y a pensar en Hanna, aunque no quería hacerlo.
Llegó Raúl, lo vio.
-Dice Antonio que te cuides mucho.
-¿Hablaste con él?
José Luis asintió. Raúl notó que se veía triste.
-¿Cómo estás?
José Luis respiró profundo.
-No me quiero derrumbar -estaba conteniendo las lágrimas-. Me estoy sintiendo mal realmente.
-No sé qué decirte, pero aquí me tienes y puedes decirme y pedirme lo que quieras, yo te apoyo.
-Gracias, lo sé.
-¿Qué piensas hacer?
-Me voy a ir unos días con los abuelos, pero necesito arreglar en la empresa lo de las vacaciones, así que no sé. Trataré de evitarla.
-No entiendo qué pasó con ella.
-Pasó que me estaba utilizando.
-¿Eso crees?
-No encuentro otra explicación. Oye, ¿No te gustaría irte conmigo con los abuelos?
-En realidad me encantaría. Tengo que ver si me pueden dar vacaciones.
-Inténtalo, así nos vamos los dos y de pasada te mejoras un poco.
-Nos mejoramos -añadió Raúl-. ¿Cuándo te quieres ir?
-Lo más pronto posible. En cuanto me resuelvan lo de las vacaciones.
-Bueno, te puedes ir y luego te alcanzo.
-Me parece bien.
-Cualquier cosa que necesites me puedes despertar si es necesario.
José Luis asintió. Luego Raúl se fue a dormir.
José Luis se fue a su habitación, pero no dejaba de pensar en Hanna. Abrazó a Perry y le hablaba como si él le fuese a contestar.
El cansancio le ganó y quedó dormido.Por la mañana se levantó con pocos ánimos, era de esperarse.
Se dio un baño y salió.
Habló un poco con Raúl.
Luego se fue a la empresa, esperó un poco para que llegaran los de recursos humanos para tramitar sus vacaciones.
Y así fue, tenía derecho a dos semanas de vacaciones, pero no le parecía suficiente.
Fue con Antonio para negociarlo con él.-No llevas antigüedad en la empresa, dos semanas es lo que te corresponde.
-Necesito tomar un gran descanso, dos semanas no son suficientes -argumentó José Luis.
-No se puede más -respondió Antonio-. Además acabas de ascender de puesto, no lo puedes descuidar demasiado tiempo.
-Por favor, Antonio, lo necesito. Que no me paguen las vacaciones, pero que me den por lo menos un mes.
-Es demasiado tiempo -dijo, pero José Luis trataba de persuadirlo, con unos ojos que no se le podían negar nada-. Vamos a hacer algo. Tú tomas las dos semanas de vacaciones que te corresponden, después de eso si necesitas más tiempo lo hablamos y te podría dar tal vez una semana más sin paga.
-Estoy de acuerdo. Muchas gracias.
Le pareció muy bien la propuesta a José Luis. Sabía que podría tratar de convencer a Antonio de que lo dejara faltar más tiempo.
Le dijeron que por lo menos tendrían que pasar cinco días hábiles para poder tomar las vacaciones, así que tuvo que seguir trabajando toda la semana.
Claro que se encontró varias veces a Hanna, ella lo buscó y él se negaba a escucharla.
Le llamaba a su celular, pero nunca le contestaba.El viernes por la tarde después del trabajo Hanna fue a la casa de José Luis. Abrió Raúl. Le dijo que no era buena idea que estuviera ahí, pero no le importó, iba decidida a hablar con él.
-Yo no tengo nada de qué hablar contigo -dijo José Luis cuando escuchó que quería hablar con él.
Raúl se fue de ahí para dejarlos solos.
-Por favor, José Luis, escúchame -rogó Hanna.
-¿Me vas a decir que solo estabas jugando conmigo? Eso ya lo sé.
-Eso no es verdad. Yo estoy enamorada de ti.
-Sí, tan enamorada que te vas a casar con otro.
-Yo no me quiero casar con él. Si le dije que sí fue para no dejarlo en vergüenza delante de todos.
-Oh, ¿Entonces ya le dijiste eso de que no te quieres casar con él? -preguntó sabiendo la respuesta.
-No -dijo algo triste, desanimada-. Pero se lo diré.
-Claro, así como le ibas a decir que ya no querías andar con él y ahora se van a casar -estaba conteniendo todo, se hacía el fuerte y rígido-. Ya no tiene caso. Espero que sean muy felices.
José Luis se fue a su habitación y Hanna se fue de ahí.
José Luis tenía razón, Hanna le había prometido hablar con Juan y nunca lo hizo. Difícilmente creería que era real todo lo que le estaba diciendo.Al entrar en su habitación, José Luis dejó salir las lágrimas, le dolía demasiado la situación y más enfrentar de esa manera a Hanna. Él estaba muy enamorado, pero al parecer ella no de él.
Perry se puso frente a él y lo miraba. Luego salto a la cama y se colocó pegado a él.
José Luis ya tenía todo listo para salir al siguiente día a casa de sus abuelos. Y en ese momento más que nunca pensaba que era la mejor opción.
Estaba realmente triste, decepcionado, quería huir de todo y de todos.Raúl llamó a su puerta.
José Luis se negó a abrirle, le dijo que necesitaba estar solo. Raúl entendió y se fue.
Esa noche llegó ahí Ashley, fue a ver a Raúl, pues llevaban días sin verse, en realidad desde la fiesta, pues Raúl no había querido dejar solo a José Luis. Le contó que Hanna había estado ahí.
-De verdad que no la entiendo -dijo Ashley.
Raúl se encogió de hombros.
Poco después salió José Luis, se notaba que había estado llorando, solo saludó.
Luego pasó con un vaso de agua, iba de vuelta a su habitación.
-Sí se ve mal -susurró Ashley.
-Por eso lo mejor es que se vaya unos días -respondió Raúl.
-¿Y es necesario que tú también te vayas?
-Solo será unas semanas, quiero descansar de todo. Aunque si pudiera te llevaría conmigo.
Ashley lo abrazó.
Después de un rato ella se fue.■▩▦▨□▧▦▩■
Notas de la autoraHola a todos. Aquí les dejo el capítulo 44 de la historia, espero que les guste y no olviden votar.
Pobre de José Luis, sí que está triste.
Solo les quiero decir gracias por todo su apoyo, las quiero.

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Corazones Compartidos
Romantik-No puedes negar que me quieres tanto como yo a ti. No tengas miedo, es mejor que hables antes de que sea tarde. Puede que a él hoy lo lastimes con esto, pero es mejor a que lo lastimes toda la vida porque no lo amas. Aún estás a tiempo de decidir n...