Pasaron los días. José Luis seguía viendo a Romina y salieron un par de veces. Raúl estaba enterado de eso y no estaba en contra, lo aceptaba.
El viernes llegó, el día de la graduación de Ashley. Raúl había pedido el día en su trabajo para acompañarla. Antonio no había ido a la empresa, y José Luis iba a salir pronto para irse a arreglar para la fiesta.
Raúl no vió a Ashley antes del acto académico, había llegado unos minutos antes de que comenzara y Ashley estaba en su lugar.
Al terminar el acto, Ashley encontró a Raúl esperándola con un ramo de flores, se las dio y la abrazó. Ella llevaba puesta la toga.
—Felicidades, mi amor —le dijo Raúl, aún abrazados.
Cuando la soltó, sacó una cajita de la bolsa de su saco, y se la dio.
—Es tu regalo —le dijo sonriendo.
Ashley la abrió. Contenía una cadenita con el dije en forma de un corazón y unos aretes con figura igual al dije.
Le agradeció, le pareció hermoso. Y lo volvió a abrazar.Ashley vio a sus papás, les dijo que se iría con Raúl a la fiesta. Se despidieron.
Ashley le pidió a Raúl que la llevara a su casa para dejar la toga.
—Antes de irnos, ¿me ayudas a quitarme esto —le preguntó Ashley, señalando la toga.
Él le ayudó, y se quedó boquiabierto cuando la vio con el vestido que llevaba puesto debajo de la toga.
—Te ves hermosa —pudo decir.
Luego se subieron al auto y se dirijeron a la casa de Ashley para dejar la toga.
Después se fueron al lugar donde sería la fiesta. Ahí ya se encontraba los papás y hermanos de Ashley, tanto Steeven, como Sam y Hanna. Todos fueron a Ashley para abrazarla y felicitarla.
Juan Carlos no había podido asistir porque tuvo que salir del país para arreglar un asunto familiar.
Después de un rato, José Luis le marcó a Raúl, y le pidió que fuera por él a la entrada para poder llegar a la mesa.
—Hasta suerte tienes —le dijo Raúl a José Luis cuando lo vio. Caminaban a la mesa.
—¿Por qué? —le preguntó, algo confundido.
—No vino Juan —le respondió.
Él solo encogió los hombros y siguió caminando.
Llegaron a la mesa, José Luis saludó a Antonio, y él le presentó a su familia; su esposa, Steven y a Sam, pues a Ashley y a Hanna ya las conocía.
Luego se acercó a Ashley, la abrazó y la felicitó. Sacó una cajita de la bolsa de su pantalón y se la dio.
—Espero que te guste —le dijo José Luis.
Abrió la cajita, y estaba una pulsera con dijes de graduación. Ella le agradeció.
José Luis se sentó a un lado de Sam, al otro estaba Raúl. Solo estaba vacío en lugar de Juan.
Pasó el rato, José Luis platicaba con Sam, aunque no se habían tratado, se hallaron bien.Más tarde comenzó el baile. Raúl y Ashley se fueron a bailar. José Luis invitó a Sam, antes le pidió permiso a Antonio, y se fueron a bailar. Luego los papás de Ashley se fueron a bailar. Y Steven sacó a Hanna, casi a la fuerza, le insistió para que bailaran.
Después de un rato, volvieron a la mesa, José Luis y Sam, y luego Hanna y Steven.
Ashley le pidió un momento a Raúl para bailar con su hermano. Entonces él se fue a sentar a un lado de José Luis, mientras que ella fue a sacar a Steeven.
Sam, que estaba platicando con José Luis, se sentó cerca de Hanna para platicar. Raúl y José Luis estaban platicando, y en momentos José Luis miraba a Hanna.—¿Quieres hablar con ella? —le preguntó Raúl —. Puedo llevarme a Sam para que lo hagan.
—No, no ahora.
—Yo escuché que sí —dijo y se levantó.
—Raúl, no —le dijo, pero fue inútil.
Raúl invitó a Sam a bailar y se la llevó.
José Luis no sabía qué hacer, el momento era incómodo, pues Hanna estaba prácticamente frente a él y era extraño estar viendo sus piernas o ver a los lados. Era igual para Hanna.
Para José Luis no hubo de otra mas que ir a hablarle. Se levantó de su lugar y se sentó a un lado de Hanna. Hasta a ella le pareció extraño.—Quiero pedirte disculpas por no saber esperar, y por presionarte —le dijo José Luis.
Hanna no lo estaba viendo, pero lo miró cuando terminó de hablar.
—Y yo quiero pedirte perdón por hacerte esperar tanto y darte alas.
—Yo te perdono —respondió José Luis —. ¿Y tú me perdonas a mí?
—Claro que sí —le sonrió.
—¿Quieres bailar?
Ella asintió, con una sonrisa en su rostro.
Ambos fueron a la pista a bailar.
llegó un momento en el que todos regresaron a la mesa. Y más tarde, Antonio decidió irse. Pero Sam insistió en quedarse, y como su papá ya se quería ir, José Luis le dijo que él la llevaba, e igual Raúl le dijo que la podía llevar cuando llevara a Ashley. Le preguntaron a Hanna si también se quedaría, pero ella dijo que se sentía cansada y mejor se quería ir.—Nos vemos en la oficina —le dijo Hanna a José Luis, sobre su hombro. Él le sonrió.
Se despidieron y se fueron.
Más tarde, decidieron que era hora de irse. Raúl y las chicas se fueron por un lado y José Luis por otro, ya que él traía su auto.■▩▦▨□▧▦▩■
Notas de la autoraAquí les dejo el capítulo 26 de la historia. Espero que les guste mucho... Y si es así, no olviden votar.
¡HOLA! ¿Cómo han estado? Espero que muy bien.
Sé que paso muchísimo tiempo para actualizar, pero pasa que los estudios consumen mi tiempo, pero estén seguros que así pasen años yo seguiré publicando.
Y lo que me motiva a seguirlo haciendo es que al entrar a Wattpad siempre me encuentro con notificaciones de ustedes que han agregado mi historia a su lista de lectura o a su biblioteca, y hasta encuentro mensajes pidiendo que la siga. Créanme que son muchas, no entiendo por qué no tiene tantos votos (lectores fantasma jaja). En fin, gracias por motivarme a seguir escribiendo. Y me van a motivar más si consigo más votos jeje.Cuídense. Los quiero. 😘🤗
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Corazones Compartidos
Romance-No puedes negar que me quieres tanto como yo a ti. No tengas miedo, es mejor que hables antes de que sea tarde. Puede que a él hoy lo lastimes con esto, pero es mejor a que lo lastimes toda la vida porque no lo amas. Aún estás a tiempo de decidir n...