2

10.4K 772 210
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Despierto con ganas de que todo hubiese sido una pesadilla, aún no me creo todo lo que pasó. No sé cómo le diré a mi mamá todo esto, se pondrá muy triste, realmente estima mucho a Henry y es como un hijo para ella y bueno Selena ni se diga. Tengo muchas ganas de revisar mi teléfono, pero me da miedo encontrar mensajes de él, ayer no paraba de llamarme y enviarme mensajes y por eso decidí apagarlo.

Puedo oler el delicioso aroma a pancakes que mi mamá está preparando, así que me decido ir a tomar una ducha para mejorar esta terrible apariencia que traigo. Enciendo mi teléfono y lo dejo sobre la mesita de noche.

El agua me golpea y me recuerda la humillación por la que estoy pasando. ¿Cómo pude ser tan estúpida y no darme cuenta nunca? Una vez más busco pistas que antes no me percaté y lo primero que se me viene a la mente fue la vez que Henry y yo discutimos acerca de decirle o no a nuestros padres de nuestra relación, recuerdo que les conté que no estaba preparada para hacer oficial la relación y Selena dijo: "Si yo fuese tú no lo pensaría tanto y lo gritaría al mundo entero que es mi novio, ósea quien no quisiera andar con él, yo moriría por ser su novia, digo por ser novia de alguien como él" 

¡Qué idiota fui! Siempre lo deseó, siempre me envidió. ¿Cómo no lo pude ver antes? De verdad que se merece un gran aplauso por su actuación.

Salgo del baño y puedo ver la luz azul que indica todos los mensajes entrantes, no para de parpadear. Me repito mentalmente que tengo que ser fuerte y no leerlos, reviso las notificaciones y hay muchos, la mayoría son de él, dos de mi mamá, algunos de la zorra y uno de Diana preguntándome cómo estoy, le contesto que estoy mejor de lo que imaginé, que no se preocupe que estaré bien. Inmediatamente borro todos los mensajes y bloqueo los números de Henry y Selena.

Me maquillo más de lo normal para tener un rostro fresco y ocultar las terribles bolsas y ojeras y elijo una ropa cómoda.

Golpean la puerta de mi habitación y me entra el pánico, mi corazón late tan fuerte que de ser posible ya estaría fuera de mí ¿Y si es Henry? ¿Seré capaz de perdonarlo? No, tengo que controlarme, esto no puede afectarme de esta manera.

—Adelante —digo con una voz tan frágil que hasta una hoja de papel sería capaz de cortarla.

— ¿Dónde está mi futura universitaria? —me alivio al ver a mi mamá, entra al cuarto y se sienta en mi cama— Ayer te esperé para poder verte antes de irme al hospital, pero nada que llegabas y tampoco respondiste mis mensajes. ¿Se fueron de fiesta?

Llego el momento donde me rompo por tercera vez.

—Mamá, tengo que contarte algo.

Cuando estoy a punto de contarle todo, suena el timbre de la casa y mi mamá enseguida sale para averiguar de quien se trata, así que termino de arreglarme. Una vez lista, me dirijo a la sala y en cuanto escucho su voz es como si me dieran una patada en el estómago lo que hace que me detenga a medio camino. ¡No por favor, él no!

Dulce Devoción.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora