Dulce Devoción.

5

La primera semana de clases ha estado genial, cada vez me doy cuenta que amo la carrera universitaria que elegí y qué, sin duda alguna, es mi vocación.

Me encanta la universidad, cada vez que la miraba en los folletos me ilusionaba tanto que había momentos en los que pensaba que solo sería un sueño inalcanzable, pero estando aquí, me hace sentir que después de todo, los sueños si se pueden cumplir si te esfuerzas en ellos.

La única clase que, digamos que no me gusta mucho, es la del profesor Johnson y aún no le he contado a Diana lo que pasó en la cafetería, porque estoy segura que volverá con sus bromitas absurdas, además, si no le doy importancia será mejor, así que he decidido obviarlo.

Mientras escucho la emoción de Hailee al aprender una nueva receta y su impaciencia por de gustarnos con ella, miro hacia la entrada de la cafetería y cierro mis ojos fuertemente. ¡Lo que me faltaba! Derek se dirige hacia nosotras.

—Hola, Rose. ¿Qué tal tus primeros días de clases? —pregunta con ese tono de voz tan alegre como lo escuché el otro día.

Diana está boquiabierta y me clava una mirada interrogante.

—Nada mal. Claro, sin contar el incidente —en cuanto he sacado el tema a colación me arrepiento, ya que Diana dirige su mirada de escudriño hacia mí.

— ¿Incidente? —pregunta viéndome a mi luego observando de pies a cabeza a Derek.

No quiero presentarlos porque hará que la mente de Diana vuele en la dirección equivocada, pero tampoco quiero volver a quedar como una maleducada. Sin más remedio, me dispongo a presentarlos rogando que Diana no me haga pasar pena.

—Derek, ellas son mis amigas. Ella es Diana y ella es Hailee.

Él les sonríe amablemente.

— ¡Mucho gusto, chicas! Soy Derek ─se presenta, levantando su mano derecha hacia las chicas.

—Hola, Derek. El gusto es nuestro ─responde Diana y por su tono de voz, sé a dónde se dirige─. Me imagino que estudias con nosotras o ¿estás en el grupo de Rose?

¡Lo sabía! Diana y su segundo nombre "Imprudente". Derek se ríe como si lo que acaba de decir Diana fuese una idea descabellada. Tiene una sonrisa hermosa, las tres nos percatamos de ello.

—De hecho, estudio diseño gráfico de web.

— ¡Oh! Pensé que estudiabas con nosotras ─dice, frunciendo su ceño─. ¿Puedo preguntar cómo conoces a Rose?

Ahí está la narizota de Diana. Antes de contestar, Derek me da un vistazo y creo que entiende cuando niego con mi cabeza para tratar de decirle que no diga nada.

—Larga historia —dice finalmente, en silencio articulo un "gracias" —. Ha sido un placer conocerlas, chicas, pero mi siguiente clase está por comenzar. Nos vemos luego —dice, despidiéndose de las tres con una cálida sonrisa.

—Nos vemos luego, Derek. Cuídate mucho. —digo amablemente.

Se acerca a mí y se despide con un beso en la mejilla. Puedo sentir la mirada de las chicas sobre nosotros, se despide de las con un gesto de mano y se aleja de nuestra mesa.

Diana entrecierra sus ojos y la conozco perfectamente para saber que está por lanzarme muchas preguntas.

— ¿Qué fue eso, Rosemary Smith? El chico está muy lindo ─afirma mientras observa a Derek alejarse.

—Ah, lo conocí en el laboratorio de computación —digo en tono monótono, tratando de quitarle importancia y dar por terminado el tema—. Ahora, vamos a la residencia que muero de hambre.