Si hay algo que debemos aprender a cierta edad, es que la vida no tiene solo un tono de rosa y a Rosemary Smith le ha tocado aprenderlo de una manera nada sutil. Ella siempre ha sido una chica aplicada y soñadora, pero una traición de las personas m...
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Hailee aceptó que fue idea de ellas subir el video a su red social y me mostró los muchos likes que tiene el video y todos los comentarios positivos. Por muy molesta que intentaba estar, simplemente no fluía al leer esos alentadores comentarios, algunos afirmaban que me convertiría en una estrella rápidamente si algún cazatalentos miraba el video, otros comentaban que yo también salí en la revista Juventud.
Con toda esa emoción, pensaba llamar a Nick para contarle, sin embargo, terminé por no hacerlo, su normal alegría no ha estado presente desde los últimos días. Desde que habló con su mamá está muy distante conmigo, cada vez que le he preguntado del tema él cambia la conversación, ha cambiado incluso en la cama, siempre hemos sido una mezcla de amor, pasión y movimientos desenfrenados, orgasmos tras orgasmos, ahora estar con él no es lo mismo, es como si calculara cada movimiento y es muy notorio que su cabeza está en otro lado.
Siempre alternaba entre quedarme en su apartamento y en la residencia, pero ya hace dos noches que no lo hago y esperaba que me preguntara el motivo, sin embargo, no lo ha hecho. Es como si no tener mi presencia es de lo más normal para él, en cambio para mí no lo es, me he acostumbrado tanto a dormir a su lado que cuando no lo hago, es muy difícil conciliar el sueño.
Calvin vino de visita, él y las chicas salieron a una disco, yo no me sentí de ánimos y aunque Diana se fue muy molesta conmigo y Paul trató de convencerme que fuera y que él llamaría a Nick para que se nos uniera no cambié de opinión. Mi periodo me está matando y solo quiero estar acostada y viendo una película de amor deprimente. Hace un momento, recibí un mensaje de Nick informando que viene hacia la residencia, incluso por un simple mensaje puedo sentir su distanciamiento, haciéndome preguntar una vez más ¿Qué demonios le sucede?
Pienso si debo cambiarme, estoy en mi pijama rosa favorita, pero creo que ya pasé esa etapa donde corría a cambiarme cuando él venía para acá. Tiro de mi cabello hacia arriba en una descuidada moña sobre mi cabeza, lo que complementa el look descuidado y solo aplico un lápiz labial rosa bajo.
A los minutos, golpean la puerta y salgo del cuarto para abrir.
—Hola —murmura cuando está frente a mí, su tono de voz es apagado y su rostro luce cansado. Un día entero de grabaciones es muy agotador, empezó a trabajar desde las seis de la mañana.
—Hola —me elevo un poco sobre mis pies para plantarle un cálido beso, no me besa de regreso, no es la usual respuesta que espero de él, abro la puerta ampliamente para que pase adelante.
Deja la chaqueta de cuero en el sofá y se tira en él, recostando la cabeza sobre la espalda de éste y cubriendo los ojos con su mano.
— ¿Mal día? —pregunto, en respuesta hace un sonido con su garganta indicándome que sí, me siento a su lado con mis piernas dobladas, lo observo y nunca me cansaré de verlo, es tan hermoso incluso cansado, del tipo que hace suspirar a cualquier chica—. ¿Quieres que te prepare algo?
