Dulce Devoción.

18

Llego al apartamento y escucho muchas risas provenientes de la cocina. Dejo las llaves en la mesita de la entrada, entro al cuarto a dejar mi bolso y me dirijo a la cocina.

— ¡Pero es que estoy seguro que la botella era salsa inglesa! —descubro que la voz es de Derek.

— ¿De qué me perdí? —les pregunto entrando a la cocina.

Derek está avergonzado y Hailee aprieta su estómago con su mano derecha sin parar de reír, Diana está botando la carne que había en una bandeja.

—Aquí el chef Derek, estropeó nuestra cena —dice Diana explicándome el motivo de las risas.

— ¡En serio pensé que era salsa inglesa! —es la segunda vez que lo ha dicho.

—No entiendo, explíquense.

Hailee no para de reír y Diana que, está más controlada me explica.

—Estábamos cocinando, bueno ellos estaban cocinando y Hailee le pidió a Derek que le agregara salsa inglesa a la carne, según él le echó salsa inglesa.

—La botella decía salsa inglesa —se excusa una vez más por lo que Diana rueda sus ojos.

—Claramente te equivocaste y tomaste la botella de al lado, mira... —señala la botella que está en la encimera—. Él tomó la botella de extracto de vainilla en lugar de la salsa inglesa y cuando nos sentamos a comer estaba terrible, Rose. ¡Si es que la hubieras probado, estaba terrible!

No puedo evitar reírme.

— ¿Diana está siendo dramática o en realidad estaba terrible? —le pregunto a Hailee, ella apenas puede tranquilizarse.

—Terrible e irremediablemente estropeada. No sabíamos que había pasado hasta que regresamos a la cocina y revisamos los ingredientes y entonces lo descubrimos.

—No sé qué pasó. En serio que no sé —Derek rasca su cabeza y observa apesarado la comida que está en la basura.

—Bueno, entonces pidamos algo de comer —sugiero—. ¿Caroline no está?

—No, Paul pasó a recogerla y en serio que doy gracias, porque de no haber sido así me habría acabado hasta el cansancio. —asegura Derek, claramente aliviado y en serio que tiene razón, Caroline lo habría acabado.

Pedimos comida china. Todos nos sentamos en los sofás y mientras llega nuestra cena les cuento la discusión que tuve con Sasha, Diana me dice que la debí agarrar de los pelos y arrastrarla por todo el lugar.

—Esa chica nunca superará el que Nick no la tomó en serio y a ti sí —comenta Hailee frunciendo sus labios.

—Eso fue lo mismo que le grité. Me dio una vergüenza que todos escucharan.

—Al menos sabrán que ella fue la que comenzó y no tú —Derek frota mi brazo, en lo que es un gesto reconfortante—. No te sientas mal, Rose.

—Es una completa estúpida Derek y en serio que traté de evitarla —aseguro una vez más agobiada por toda la situación.

—Todos tenemos nuestro límite y tú llegaste al tuyo.

Golpean la puerta y Hailee se levanta abrir, con la recolecta que hicimos paga la comida y nos entrega un servicio de comida a cada uno.

—Y ¿todo está bien en el paraíso? —pregunta Derek mientras está hurgando en su servicio de comida.

Le saco la lengua y alboroto su cabello rubio que pareciera que nunca se peina, levanta sus manos y echa la cabeza hacia atrás para tratar de impedirlo.