Dulce Devoción.

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Han pasado seis meses de lo que parece un cuento para mí. Mi relación con Nick ha sido muy linda, aunque algunas veces hemos discutido por mi amistad con Derek, él simplemente no capta la idea de que Derek no ve en mí más que una amiga.

Los Lunes, que nuestra hora de almuerzo coincidía, nosotras almorzábamos con Derek, cuando se lo comenté a Nick estaba furioso y caminaba de un lado a otro muy molesto, él siempre estaba encontrándole la maldad en cada detalle que Derek tenia conmigo. Su actitud me molestó tanto que llegué a no hablarle por una semana, hasta que creo que finalmente entendió que solo hay espacio en mi corazón para él y volvió con un ramo de rosas a pedir disculpas.

Le hablé a mi mamá de Nick, estaba feliz de que por fin admitiera que él si significaba algo en mi vida. Ella estaba contenta de que finalmente me diera una nueva oportunidad en el amor. Según ella, supo que pasaba algo entre nosotros desde que hablé con ella contándole que él me había conseguido el trabajo en la agencia de modelaje, "La llama en tus ojos se había encendido de nuevo" fue lo que dijo respecto a lo que notó ese día.

Un domingo que decidimos ir a Redmond por unas cosas, fue cuando finalmente se lo presenté, cuando lo miró en persona se quedó sin habla, solo lo observaba de arriba abajo, fueron segundos muy incómodos, claramente mi mamá no era inmune a su encanto y le cayó muy bien. No paraba de ser atenta con él hasta que la llevé a la cocina y le pedí que le diera un respiro al pobre chico, de por sí, Nick estaba súper nervioso ya que era la primera vez que asistía a una casa como el novio de una chica, todo esto era completamente nuevo para él y no sabía que decir o cómo actuar delante de mi mamá. Finalmente, la situación se fue sintiendo más cómoda a medida que pasaban las horas y claramente él estaba aliviado de que todo salió bien. Desde ese entonces, mi mamá quedó muy contenta de que alguien como él este en mi vida y en ocasiones cuando hago video llamada con ella, Nick se une para saludarla.

Hoy planeo que sea un día muy importante en nuestra relación, por fin he decidido a dar ese gran paso. Me da nervio intimar con él, sin embargo, sé que es el indicado y quiero que él sea el primero en mi vida.

Todos estos meses él ha esperado y nunca me ha obligado a nada, ha sido paciente conmigo. Nuestro jugueteo ha sido de besos y manos descontroladas, siempre entendió cuando yo era la que paraba todo, nunca me juzgó ni se molestó y es algo que me hace enamorarme cada día más de él. Hoy en día en muchos noviazgos las chicas se sienten forzadas a dar ese gran paso porque es lo que el chico pide a cambio de demostración de amor, pero me siento tan feliz que ese no es mi caso.

Por lo que ahora, me encuentro en una tienda de lencería dispuesta a comprar algo bonito para él, no importa si cuesta más de lo que normalmente gastaría en ropa interior. Le pedí a Diana que me ayudara con la elección y en cuanto se enteró de mis planes no paraba de chillar de la emoción. ¿En serio me he estado perdiendo de algo maravilloso? Porque, eso es lo que ella asegura.

—Este es perfecto —asegura Diana.

— ¿No crees que es demasiado? —pregunto al ver la diminuta, pero diminuta prenda interior que tiene en sus manos.

—Rose, tienes que dejarlo con la boca abierta, bueno, seguro que lo harás en el proceso —asegura y me da un guiño de ojo.

— ¡Diana! —la regaño, viendo a nuestro alrededor para ver si nadie la escuchó, por fortuna la tienda es lo suficientemente grande para que los estantes estén muy separados.

—Está bien, está bien —dice levantando sus manos—. Nada de bromas por ahora —toma otro juego de los estantes— ¿Qué tal este?

Es un sujetador y braga color negro, ambas piezas llevan puntos de transparencia notables. No entiendo como alguien puede usar algo así, yo no me atrevería incluso si no se las modelaría a nadie.