Aquello no podía estar sucediendo.
Durante dieciocho meses de inestabilidad, Dulce y él habían aprendido a solucionar las cosas juntos porque se amaban. No importaba lo difícil que fueran las cosas entre ellos, lo importante era que el amor que sentían el uno por el otro siempre les ayudaba a sobrellevarlas.
Y ahora se suponía que debía enfrentarse a eso solo.
Él seguía amándola, pero ella podría confundirle con cualquier extraño que se cruzara por la calle. ¿Cómo demonios se suponía que iba a sobrellevar eso? ¿Cómo le afectaría eso a su matrimonio, a su relación?
No tenía ni idea de cómo enfrentarse a ello.
-Pues aunque digan que es capaz de hacer milagros, desde luego, no lo ha hecho con Dul -respondió Christian.
-Creo que tiene sentido -dijo Alfonso.
Christopher tenía que concentrarse en disipar la bruma que invadía su mente.
Miró a Poncho y se dio cuenta de que no había estado escuchando.
-¿Qué dices?
Poncho asintió hacia la dirección que el doctor había tomado.
-Me refiero a lo que el doctor ha dicho acerca de ser amable con Dul. Lo único que puedes hacer es ser paciente. Sé que será duro, pero se supone que sólo será algo temporal.
Ucker deseó compartir el optimismo de Poncho, pero él era realista y sabía que, a veces, había que prepararse para lo peor.
-¿Y si no es así?
Poncho, con expresión un tanto filosófica, apoyó una mano sobre el hombro de Ucker.
-Verás, ése es tu problema, Christopher. No debes verlo tan negativamente. Tienes que tener fe. Debes pensar que todo va a salir bien. Antes de que te des cuenta, Dulce habrá vuelto a la normalidad.
-Sí, y entonces, antes de que te des cuenta, echarás de menos que Dulce no te reconozca -especuló Christian.
-Sí -respondió Christopher.
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Esposos y Otros Desconocidos.
Sonstiges¿Por qué habría borrado a su esposo de su memoria? La primera persona a la que vio después de golpearse la cabeza en el barco de su hermano fue a aquel guapísimo desconocido... Un desconocido que todo el mundo decía que era su esposo. Christopher U...
