Dulce miraba la factura sin lograr comprender, pero no intentó agarrar la factura por miedo a que algo horrible sucediera si lo hacía.
¿De qué la estaba acusando? ¿Y por qué la estaba condenando sin juzgarla?
Alzó la barbilla en señal de protesta. Todo lo que había sentido hacia él momentos antes pareció congelarse.
-No. ¿Por qué debería?
-Déjame darte una pista -él la miró a los ojos. Pensó que era buena, muy buena. Actuaba como si no supiera de lo que estaba hablando, pero lo sabía. Coincidían demasiadas cosas para que pudiera tratarse de un error-. Es una factura. Del hospital.
¿Y por qué le venía con ésas? No tenía ningún sentido.
-Así que el hospital de Blair nos ha mandado a nosotros la factura en vez de a la compañía de seguros. ¿Y qué? Probablemente es algo que pasa a menudo.
-No proviene del hospital Blair, sino del hospital general de Phoenix -le corrigió señalando la dirección postal impresa en la factura.
-¿El hospital general de Phoenix? -repitió, ¿de qué estaba hablando?-. Nunca he estado en ese hospital. Debe de ser un error.
Si supiera lo mucho que deseaba que eso fuera cierto... Pero era demasiado tarde. Había llamado por la mañana al departamento de contabilidad del hospital para verificar la factura.
-No es ningún error, Dulce. Estuviste allí -le dijo, consciente de la confusión que reflejaban sus ojos.
«Déjalo, Dulce. Lo he descubierto. He descubierto tu secreto».
-Toda la información es correcta. Tu nombre, tu fecha de nacimiento, tu dirección e incluso el día de su expedición. Fue hace un mes, en el último viaje que hiciste para cubrir un partido de Los Ángeles.
Ella miraba la factura como si estuviera en trance.
-No lo recuerdo.
Christopher le gritó porque tenía el corazón roto.
-Dulce, eso ya está muy manido. Recuerdas todo excepto a tu marido, y ahora esto. ¿Qué bien te viene, no crees?
Dulce agarró de sus manos la factura con tanta fuerza que casi consigue romperla. La examinó rápidamente, pero su cerebro estaba sitiado. Le llevó algunos segundos poder separar los renglones y enfocarse en los distintos cargos.
Lo que le llamó la atención fue que había un cargo por el uso de una sala de operaciones de urgencias.
La habían intervenido quirúrgicamente.
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Esposos y Otros Desconocidos.
Rastgele¿Por qué habría borrado a su esposo de su memoria? La primera persona a la que vio después de golpearse la cabeza en el barco de su hermano fue a aquel guapísimo desconocido... Un desconocido que todo el mundo decía que era su esposo. Christopher U...
