Capítulo 50

1K 81 0
                                    

Christopher conocía las estadísticas. Sabía que, actualmente, la mitad de los matrimonios terminaban en divorcio. La gente toma el camino más fácil en vez de luchar por sus matrimonios. Hizo una mueca.

-Eso no tiene nada que ver con nosotros.

Y Alfonso lo sabía. A medida que pasaban los meses desde que habían contraído matrimonio, veía en su hermana una serenidad que jamás había visto antes. Suponía que se debía a la convivencia con Christopher.

-Pues razón de más para que puedas volver a conquistarla otra vez. De todas formas, ¿no te parece divertido que se acuerde de todo excepto de ti? Quedarse en blanco después de un accidente es normal. Mucha gente sufre impactos parecidos después de algo así y bloquean su subconsciente y lo que éste considera hechos amenazadores.

Miró fijamente a Christopher.

-Pero olvidar a su marido... ¿Has pensado qué ha podido provocar que hiciera algo así?

- Si lo supiera, serías el primero en saberlo -dijo Ucker-. ¿Quieres echarme una mano con esto?

-Claro, ¿dónde quieres dejarlo?

-Al lado de la entrada -dijo, agarrando el extremo de un tablero que había próximo a él.

-¿Todo está bien entre ustedes dos? Ucker levantó la mirada hacia Poncho. -Te lo estoy preguntando como un amigo, no como su hermano.

-Muy bien, amigo -le contestó Ucker. Sabía que Poncho estaba preocupado y, aunque prefería guardárselo todo para él mismo, apreciaba su apoyo y el hecho de que estuviera allí-. Todo está bien entre nosotros. Ahora agarra esto fuerte. Curiosamente, aunque a Dulce le encante discutir, no tuvimos ninguna discusión previa al accidente. Las cosas iban de maravilla. Parecía un poco abatida -señaló-, pero decía que se debía a los viajes que había hecho durante el mes pasado. Vale, ya puedes soltarlo -Poncho hizo lo que decía-. ¡Dios! -dijo Ucker-. Hablamos incluso acerca de tener familia.

-¿Qué? ¡Eso es genial! -Alfonso se detuvo a mirar a su cuñado. No parecía muy seguro de lo que estaba viendo-. Es fantástico, ¿no te parece?

-Sí -respondió Ucker-. Pero algún día, no ahora. Ella adora su trabajo y yo quiero ahorrar algo más antes de tener un bebé.

Esposos y Otros Desconocidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora