Capítulo 54

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Dulce no era consciente de que, mientras miraba el partido, se rodeaba el cuerpo con sus propios brazos.

Los Ángeles se preparaban para batear. Ella podía sentir la excitación por todo su cuerpo.

¡Dios! Cómo le gustaba el deporte favorito de los americanos. Sí, le gustaban las competiciones de natación y la emoción que le hacía sentir cubrir las Olimpiadas, pero nada era comparable a la emoción que sentía al ver un partido de béisbol.

Éste, desgraciadamente, no estaba yendo demasiado bien. Aún quedaba tiempo para remontar y ella siempre era optimista. Desde la temporada de victorias que el equipo había tenido en 2002, Dulce creía firmemente que cualquier cosa era posible.

Se puso tensa al ver que el bateador se aproximaba a la base. Cuando animaba a un equipo, seguía con atención cada movimiento, cada golpe, cada fallo y se alegraba o agonizaba cada vez que uno de los equipos marcaba un tanto.

Durante este partido, había sufrido bastante. Su equipo iba perdiendo ocho a uno. Los Ángeles habían perdido seis de sus ocho lanzamientos.

Jack Reyes estaba sentado a su lado. Él era el comentarista de una de las cadenas rivales. Él sólo se interesaba por el juego si tenía algo que ver con alguna apuesta o para restregarle a alguien la derrota de su equipo.

—Me parece que vas a tener que pagar, Espinoza —le dijo Jack, pasándose el pulgar por los labios, indicando que podría ir separando los billetes de su cartera.

Incitada por sus comentarios sarcásticos sobre la forma en que Los Ángeles se venían abajo cuando todo apuntaba a que iban a ganar, Dulce le había apostado a Jack cincuenta dólares a que Los Ángeles vencerían. No se trataba del dinero, lo que estaba en juego eran los principios.

Dulce le dirigió una mirada feroz.

—Aún queda mucho tiempo para el final, así que no empieces a contar los billetes todavía, Reyes.

Reyes resopló.

—Sí, bueno, no es por desilusionarte, pero el partido está claro —gesticuló hacia el terreno de juego desde el cristal que rodeaba el palco para la gente de prensa—. Parece que tus chicos están cazando moscas, no pelotas.

Esposos y Otros Desconocidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora