Capítulo 82

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Christopher miraba las dos hojas de papel que tenía frente a él. La primera era un resumen y la segunda un análisis detallado de todas las pruebas que le habían realizado a Dulce durante su corta estancia en el hospital general de Phoenix.

Con la esperanza de estar equivocado, Ucker volvió a leer el sobre.

¿Sería un error? ¿Sería alguna confusión por parte del departamento de contabilidad del hospital? Ese tipo de cosas eran mucho más frecuentes de lo que se pensaba.

Pero sabía que había pocas posibilidades. Ambas hojas llevaban su nombre Dulce Espinoza Uckermann.

Christopher frunció el ceño. Si ciertamente aquélla era una factura de Dulce y había ido al hospital mientras cubría un partido en Phoenix, ¿por qué no le había dicho nada ni siquiera al volver a casa?

¿Y qué demonios significaba ese código?

Ucker examinó el análisis detallado hasta llegar a ver lo que parecía ser el diagnóstico. Sin embargo, no pudo descifrarlo ya que se trataba de una misteriosa secuencia alfanumérica.

ICDA8. ¿Qué era eso? Él no tenía ni idea.

Ucker miró aquel misterioso código. Tenía la sensación de que su significado le daría la clave de por qué Dulce había ido al hospital de urgencias.

Pero ¿qué diablos podría ser?

Refunfuñando, Christopher se abrió camino entre los plásticos y demás trastos hasta llegar a la habitación que ambos habían acordado sería despacho una vez estuviera terminada.

Aún olía a pintura. Había terminado de pintar la habitación justo antes de que Dul sufriera el accidente.

Aquella mañana, antes de partir hacia el puerto, habían colocado los muebles. Había dos escritorios de madera de caoba a cada lado. Eso había sido idea de Dulce. Decía que si se sentaba frente a él, la vista jamás le permitiría concentrarse.

El rostro de Ucker esbozó una sonrisa.

Hasta esa mañana, Ucker había tenido esperanzas de que la antigua Dulce volviera a él, pero ahora sabía que también había sido aquella Dulce la que le había ocultado todo eso. Según los papeles que sostenía en sus manos, aquello había sucedido una semana antes del accidente.

Antes de haberlo olvidado tan convenientemente.

Esposos y Otros Desconocidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora