Capítulo 45

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-¿Y qué es lo que celebramos?

Dulce tuvo que alzar la voz para que él la oyera una vez que estuvieron sentados.

Ella había optado por ir al restaurante al que solía ir ya que estaba muy cerca del estudio y la comida era decente.

Obviamente, mucha otra gente opinaba lo mismo.

Ucker la miró.

-¿A qué te refieres?

Dulce abrió el menú para ver si habían añadido algo nuevo.

-A las flores que me has traído.

Ucker empezó a considerar que quizá los escáners del hospital habían pasado algo por alto. ¿Había perdido también la memoria a corto plazo?

Ucker no se molestó en mirar el menú.

-Pensé que ya habíamos tenido esta conversación.

Ella se detuvo para sonreír a la camarera que se acercó a ellos.

Dulce era conocida en el restaurante y la trataban como si fuera un familiar en lugar de un personaje famoso. Y a ella le gustaba.

-No, la dejamos aparcada cuando dijiste que las flores se estaban marchitando. Lo siguiente que dijiste es que eran mis favoritas.

-Es cierto.

-Yo tomaré el sándwich de jamón Selva Negra con pan de centeno. Con mostaza, lechuga y pimienta verde, pero sin mayonesa. Y coca-cola light para beber.

La camarera tomó nota antes de dirigirse a Ucker.

-Tomaré lo mismo -le dijo, devolviéndole el menú a la camarera.

-Pero ¿por qué me las has traído? Las flores -le repitió, por si acaso se había perdido entre el barullo y el encargo del menú.

Ucker respondió a la pregunta con otra pregunta.

-¿Por qué se le regalan flores a una mujer?

Ella lo miró a los ojos.

-Para conseguir algo.

Ucker pensó un momento antes de responder.

-Supongo que, en cierta forma, tienes razón.

Christopher percibió cómo ella se enfurecía. Cualquier otra persona podría haberlo pasado por alto, pero él estaba al tanto de cada matiz, de cada gesto que hacían que Dulce fuera la mujer que era.

-¿Y qué es lo que quieres obtener?

Esposos y Otros Desconocidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora