Esposos y Otros Desconocidos.

Capítulo 91

Dulce lo miró. Nada tenía sentido.

-Esto es una pesadilla. Te juro que no... ¿Qué son estos números? -le dijo de repente al ver los dígitos que aparecían tras el diagnóstico.

Christopher suspiró temiendo que su voz le traicionara.

-Es la descripción de tu diagnóstico.

Parecía tan extraño, tan distante. Nunca le había oído hablar de aquella forma.

-¿Y qué es lo que dice que tuve?

Ucker la miró.

Odiaba aquella situación. Se suponía que eran una pareja, un equipo, no enemigos. Pero había sido ella quien así lo había querido.

-No te hagas la tonta, Dulce.

Dul sintió que algo se rompía en su interior.

-No me estoy haciendo la tonta -le gritó-. ¿No has pensado que quizá estamos hablando de algo que no recuerdo? -y de repente le vino a la cabeza que se suponía que ellos tenían una relación muy abierta-. ¿Acaso no te dije por qué había ido al hospital cuando regresé de aquel viaje?

¿Estaba ahora jugando con él? ¿De qué iba todo eso?

Ucker encontró realmente difícil poder contener su furia.

-No, no me dijiste ni una palabra. Volviste de tu viaje y actuaste igual que siempre, como si nada hubiera pasado. Simplemente estabas un poco pálida -le señaló-. Pero quizá se debiera al peso de los secretos que me ocultabas.

-Yo no... -empezó a enunciar una protesta para decirle que ella no tenía secretos para él, pero, de repente, la palabra empezó a retumbar en su cabeza-. Secretos -repitió sin mirarlo.

«Secretos».

¿Tenía ella secretos para él? Desde luego, si los tenía, ahora también eran secretos para ella.

-Sí, secretos. Una palabra bastante suave para describir lo que hiciste -y fue entonces cuando Christopher estalló-. ¡Maldita sea, Dulce! ¿Por qué no me lo consultaste antes de hacerlo? ¿Por qué me dejaste al margen?

-¿Al margen? -gritó exasperada-. ¿Qué crees que fue lo que hice?

¿Cómo podía fingir no saberlo? Era imposible que uno fuera capaz de olvidar algo así.

-Te deshiciste de nuestro bebé.

Dulce seguía mirándolo, pero palideció completamente.

-¿Qué?

-Este código -le señaló con el dedo-, significa interrupción del embarazo. Te deshiciste de nuestro bebé sin pensarlo, sin pensar en mí, sin ni quiera decirme que tenías intención de hacerlo.