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Capítulo 45: Idiotas y galletas.

"Like all those days, weeks and months I tried to steal a kiss (...) I'm just the underdog who finally got the girl."

Truly, Madly, Deeply — One Direction

[Como todos esos días, semanas y meses en los que intenté robarle un beso (...) Solo soy el perdedor que, finalmente, consiguió a la chica.]

18 de diciembre de 2014.

P.O.V. Cristina.

Vuelvo a casa tras hacer el último examen antes de las vacaciones. En España, los exámenes del primer cuatrimestre solían ser al acabar las vacaciones navideñas, pero aquí, se hacían antes. Eso sí, durante el mes de enero tendría que entregar un montón de trabajos y comentarios que tendría que terminar en mis días libres.

—¿Qué? ¿Cómo ha ido? —pregunta Lena desde el sofá en cuanto entro en casa, una pregunta que lleva repitiéndose casi a diario durante las dos últimas semanas.

—Pues creo que bien —digo no muy segura, sentándome a su lado. Ha sido el que peor me ha salido de todos.

—Aprobarás, lo sé —afirma.

—Ya lo veremos. ¿Y tú qué tal? —pregunto con dobles intenciones.

Desde la semana pasada, cuando vino de casa de Louis la había notado todavía más apagada que cuando se enteró de lo que había pasado. Al menos habíamos avanzado algo porque había admitido que no estaba bien, que se sentía traicionada por él y estaba enfadada consigo misma por haberse dejado engañar.

—Sabes cuál es la respuesta, Cris.

—Y odio no poder hacer nada por cambiarla —admito.

—¿Por qué no dejamos de hablar de mí y hablamos de ti?

—¿De mí? —pregunto señalándome con el dedo. Ella asiente con la cabeza.

—¿Cuándo piensas volver a intentar hablar con Niall?

—Never in a million years —contesto automáticamente, causando la risa de mi amiga.

—Oh, venga ya —dice cuando se le pasa—. Parecéis dos niños pequeños.

—El crío es él —me mira con una ceja alzada—. ¿Qué?

—Que tienes que comprenderle: te dijo que te quería y tú le diste calabazas. Está dolido. Por no hablar de que le llamaste mentiroso en su cara con lo de Logan...

—¿Hasta cuándo me vas a estar recordando eso? —pregunto con fastidio y ella se ríe.

—Creo que deberías quedar con él —añade—. Sé clara con él, dile que te gusta.

—¡Intenté decírselo el otro día!

—Cris, los tíos no entienden las indirectas —afirma y, esta vez, nos reímos las dos—. Anda, llámale.

—No quiere verme porque está, y cito literalmente, "harto de tener que estar a mi lado fingiendo que le encanta ser solo mi amigo."

—Ahí lo tienes —exclama—. Lo que siente por ti no ha cambiado, pero no quiere seguir haciendo el imbécil contigo.

—¿Desde cuando eres una experta? —le pregunto divertida.

—Veo muchas películas —responde seria antes de que volvamos a estallar en carcajadas—. Ahora ya hablando en serio.