"Make up all over the pillow...What went on? What went on? What went on last night?"
How We Do (Party) - Rita Ora
[Maquillaje por toda la almohada...¿Qué pasó? ¿Qué pasó? ¿Qué pasó anoche?]
7 de septiembre de 2014.
P.O.V. Elena.
Abro los ojos, frunciendo el ceño debido a que parece que en mi cabeza hay alguien tocando la batería con un ritmo más que pésimo. Intento incorporarme pero el dolor de cabeza se agudiza por lo que vuelvo a dejarme caer sobre la almohada. ¿Quién me mandaría a mí hacer caso a esos cinco locos con la ruleta de chupitos? A parte de mi mala suerte con el dichoso jueguecito, no recuerdo mucho más: veo la mayor parte de la noche como algo borroso. ¡Ni siquiera me acuerdo de cómo volvimos a casa Cris y yo!
Tengo muchísima sed así que, aunque la cabeza me sigue doliendo bastante, hago el esfuerzo de levantarme de la cama. Arrastro los pies con pesadez hasta la cocina y cojo un vaso que lleno en seguida con agua. Me lo bebo de un trago y parece que me sienta bien. Vuelvo a llenarlo y me apoyo en la encimera. Cierro los ojos sintiendo que me duele todo el cuerpo.
-¿Qué? Una buena resaca, ¿no? -escucho la voz de mi amiga detrás de mí, demasiado alta para mi gusto.
-No grites, por favor.-murmuro y ella se ríe.- ¿Cómo puedes estar así de fresca, capulla? -pregunto antes de beber otro trago de agua.
-La suerte estuvo de mi lado anoche.-dice contenta.- Aunque creo que no fui la única que tuvo suerte.-comenta levantando las cejas. Yo frunzo el ceño, no sé a lo que se refiere.- Oh, venga.-exclama y llevo el vaso a mis labios nuevamente mientras la escucho.- ¿Ahora me vas a decir que no te acuerdas del londinense con el que ligaste?
Y como si me hubieran tirado encima un gran cubo de agua helada, los sucesos de la noche anterior vienen a mi cabeza.
Yo bailando sola en la pista.
Yo encontrándome con Louis.
Yo besándome con él.
No puedo evitar escupir el agua que tengo en la boca. No puede ser posible.
-¿Elena? -dice medio riendo.- ¿Estás bien? ¿Tan mal estuvo que no quieres contarme lo de ese chico? -ante la mención de mi acompañante masculino, la forma en que me miró con sus ojos azules se clava en mi mente.
-Es que no fue un londinense cualquiera.-murmuro con la vista fija en las baldosas del suelo de la cocina.- Fue Louis.
-¡¿Louis?! -exclama.- ¿Louis Tomlinson? ¿Me estás diciendo que anoche te liaste con Louis Tomlinson?
¡Deja de repetir su nombre!, quise gritarle pero, en el fondo, entendía su histerismo.
El simple hecho de escuchar su nombre me hacía volver a la discoteca. Era como si pudiera sentir de nuevo sus manos sobre mis caderas y su boca contra la mía. Noté el calor apoderarse de mi cuerpo y aunque no pudiera verlas, sabía que mis mejillas estaban rojas.