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Capítulo 15: Ruleta de chupitos.

"Tonight I'm gonna have myself a real good time. I feel alive and the world is turning inside out, yeah, and floating around in ecstasy so don't stop me now."

Don't stop me now - McFly

[Esta noche voy a pasármelo realmente bien. Me siento vivo y el mundo está del revés, flotando en éxtasis así que no me paréis ahora.]

6 de septiembre de 2014.

P.O.V. Cristina.

Después de ver una película, decidimos ponernos a cenar algo antes de empezar a vestirnos para ir a la fiesta donde celebraremos el cumpleaños del irlandés. La cena es sencilla por lo que en poco tiempo hemos terminado y Lena se queda recogiendo lo poco que hemos ensuciado mientras que yo me voy a duchar.

No permanezco mucho tiempo bajo el agua y me enrollo una toalla alrededor del cuerpo cuando termino. Cojo otra toalla más pequeña para quitar el exceso de agua del pelo y, tras ponerme la ropa interior que había cogido de mi habitación, me dispongo a secarme el pelo con el secador. Llamo a Elena para que se vaya duchando mientras yo termino de arreglarme el pelo y cuando lo hago, vuelvo a mi habitación para vestirme.

Sobre la cama tengo ya preparado el vestido que había elegido llevar aquella noche: un vestido negro de palabra de honor con vuelo y que me llega un pelín más abajo de la mitad del muslo. Cuando me lo pongo y me aseguro de que el baño vuelve a estar libre, entro de nuevo para maquillarme. Me aplico una base de maquillaje, me delineo los ojos con eyeliner negro, me pongo rímel y un poco de gloss rosa en los labios. Me miro al espejo y, tras decidir que me gusta el resultado, ya en mi habitación, me calzo unas sandalias de tacón que brillan levemente haciendo juego con un detalle que tiene el vestido bajo el pecho, completando así mi look para la fiesta.

P.O.V. Elena.

Abro el armario tras ducharme y dejar el pelo suelto para que se me seque antes de poder alisarlo un poco con la plancha y saco uno de mis vestidos favoritos. Es negro con pequeñas piñas en blanco -sí, piñas-, de tirantes que se cruzan en la espalda. El material del que está hecho hace que la falda quede tiesa y con vuelo y me llega sobre la mitad del muslo.

Me hago dueña del baño en cuanto Cristina sale de él y me aliso el pelo. Gracias a mi último corte de pelo, no tardo más de cinco minutos en tenerlo listo. A continuación, empiezo a maquillarme. Me hago la raya inferior del ojo con lápiz negro, me aplico una sombra rosa en los ojos y después, utilizando otra sombra negra, me dibujo la raya superior -porque soy tan torpe que no soy capaz de hacerla recta con el lápiz de ojos- resaltando así mis ojos verdes. Me pongo un poco de colorete en las mejillas, rímel en las pestañas y, para terminar, gloss rosa en los labios.

Estoy lista cuando me pongo unos zapatos de tacón negros -los más cómodos que tengo para poder bailar toda la noche sin quejarme demasiado. Cojo un pequeño bolso con el móvil y algo de dinero. No me olvido de mi gabardina rosa clarita porque ya está empezando a refrescar.

Me encuentro a mi amiga en el salón, esperándome con su bolso colgado del hombro y una americana negra puesta.

P.O.V. Cristina.

-Sabes que vamos a una fiesta y no a una boda, ¿verdad? -la escucho decir. Pongo los ojos en blanco.