Capítulo 53: Ese es el problema.

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"I wish you knew that I miss too much to be mad anymore."

I Wish You Would Taylor Swift

[Quisiera que supieras que te echo demasiado de menos como para seguir enfadada.]


4 de febrero de 2015.

P.O.V. Cristina.

Una feria que se celebrará durante el jueves y el viernes en la universidad, nos regala un fin de semana largo a principios del mes de febrero. Para celebrarlo, Niall pasará a buscarme en cuanto acabe mi última clase del día.

Abandono la facultad por la puerta principal y me dirijo al aparcamiento. En seguida, diviso el Range Rover del irlandés y voy hasta él. Está mirando algo en su móvil así que, doy un par de toques con los nudillos en el cristal de la ventana del copiloto para llamar su atención y que quite el seguro para poder entrar. Abro la puerta y subo al vehículo. Sus labios encuentran los míos con rapidez y sonrío cuando el beso termina.

—¿Qué tal ha ido hoy? —pregunta mientras arranca.

—Bien, como siempre, sin novedades —respondo y dejamos el campus atrás—. ¿Dónde vamos hoy? Me apetece ir al cine —confieso. Él me mira de reojo y sonríe de medio lado.

—Pues lo siento mucho, princesa. Tengo planes para nosotros dos.

—Ya puedes empezar a contarme dónde vamos. Sabes que no me gustan las sorpresas.

—Lo sé, lo sé —dice riendo—. Tenemos una suite reservada en el mejor hotel de Oxford hasta el viernes —le miro y, antes de que pueda hablar, lo hace él—. Y antes de que te pongas medio histérica: ayer Elena me ayudó a hacerte una maleta para tres días. Ah —añade—, y no puedes protestar.

—No iba a hacerlo —admito—. Solo iba a preguntar a qué venía esto, ¿o tampoco puedo?

—Nos vamos el sábado de gira —se encoge levemente de hombros— y no volveremos hasta abril. Me pareció una buena forma de despedirnos, ¿no crees?

—Más que buena, diría yo —comento y él sonríe ampliamente, apretando cariñosamente mi rodilla tras soltar una mano del volante.


5 de febrero de 2015.

P.O.V. Harry.

Son las seis de la tarde y estoy frente a la escuela infantil en la que trabaja mi amiga para recogerla. Hay muchos padres y madres esperando en la puerta a que salgan sus hijos. Varias compañeras de Elena llevan a sus alumnos hasta allí y ella es de las últimas en hacerlo. Veo que se acerca a la salida acompañada del que ahora es su novio junto a su sobrino, intercambian algunas palabras y, cuando me ve, la saludo con la mano. Ella sonríe, repite mi gesto, se dirige a Ian y le besa a modo de despedida antes de caminar hasta donde estoy yo.

—¿Qué tal, Ricitos? —pregunta risueña después de que nos fundamos en un cálido abrazo.

—Muy bien —contesto—. ¿Y tú?

—Bien también.

—¿Apetece un café bien caliente en Starbucks?

—Sabes que es mi plan favorito —admite y los dos nos subimos en mi coche.

Conduzco hasta una de las cafeterías de la marca del centro, aparco en el primer sitio que hay libre y, mientras yo subo a la planta de arriba a coger mesa en el establecimiento, ella se queda pidiendo los dos cafés que vamos a tomar. Pocos minutos después, aparece con dos vasos y los deja sobre la mesa.

Without Limits #BEAwards2016 #GBAwards2016Donde viven las historias. Descúbrelo ahora