NOTA: Fijaos en el pequeño salto de tiempo cuando narra Elena.
"Did you have to do this? I was thinking that you could be trusted. Did you have to ruin what was shining? Now it's all rusted (...) Salt in the wound like you're laughing right at me."
Bad Blood — Taylor Swift
[¿Tenías que hacer esto? Pensaba que podía confiar en ti. ¿Tenías que arruinar lo que brillaba? Ahora todo está oxidado (...) Echaste sal en la herida como si te estuvieras riendo en mi cara.]
29 de noviembre de 2014.
P.O.V. Cristina.
Siento la rabia correr por mis venas. Por un segundo pienso darme la vuelta y volver al taxi, pero inmediatamente, mi cabeza desecha la idea.
Salgo de mi escondite y me apresuro por el camino que Logan y la chica han recorrido hace unos segundos para alcanzarlos.
—¿Cómo puedes ser tan cabrón? —digo sin alzar demasiado la voz, simplemente quiero llamar su atención, que se dé cuenta de que le he pillado con las manos en la masa.
Automáticamente, ambos giran sobre sus talones y la cara de Logan al verme es indescriptible.
—Menos mal que me habías dicho con toda seguridad que Niall se lo había inventado todo —comento sarcástica.
—Cris yo —alzo la mano, interrumpiéndole.
—No quiero escuchar la excusa que tienes preparada.
—¿Quién es esta, Log? ¿Y de qué está hablando? —la chica que lo acompaña interviene y tengo que luchar con fuerza por no reírme: su voz es realmente graciosa.
—Su novia. Bueno, lo era hasta hace cinco minutos —rectifico.
—¿Qué es eso de que era tu novia, Log? —le pregunta.
—Eso, explícaselo, Log —añado, imitándola.
—Yo...esto —balbucea, pero no se decide a hablar claramente.
—Será mejor que os deje para que habléis. Hasta nunca, Logan —sonrío forzosamente y camino, rehaciendo los pocos metros que había recorrido.
El taxista, tal y como le pedí, está esperándome. Me monto en el coche y le doy la dirección del apartamento en el que vivo. Durante el trayecto, voy mirando por la ventana pensando en lo sucedido en tan poco tiempo y en la disculpa que le debo primero a mi mejor amiga, segundo al rubio irlandés y, en tercer lugar, a Harry y Louis.
Cuando llego, pago al hombre y le doy las gracias. Saco las llaves del bolso y abro el portal. Me encuentro a Jane saliendo de su casa y le saludo antes de subir por las escaleras a la planta superior. Introduzco la llave en la cerradura y entro. Parece que mi amiga está en casa y, como no la veo ni en el salón ni en la cocina preparando la cena, voy hasta su habitación y llamo a la puerta un par de veces.
—Hola —saludo asomándome.
—Hola —contesta casi extrañada. Algo normal si tenemos en cuenta cómo le había hablado esa misma mañana.
—¿Podemos hablar? —pido—. Si todavía conservo mi puesto de mejor amiga, claro.
—Tú dirás —dice y baja la tapa del ordenador portátil para prestarme atención.
—He estado hablando con Logan.
—Seguro que te ha dicho que tú eres la única en su vida y bla, bla, bla —rueda los ojos, poniendo una cara de desagrado.