Capítulo 13

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Daniel:

-¡Corre!

En cuanto escucho el grito de Evan me pongo de pie de un salto y doy vuelta atrás para llegar al edificio. Sólo nos levantamos y los disparos comienzan a nuestro alrededor. Tengo la sospecha de que el plan de Evan fallará, pero tengo que ser positivo y esperar que funcione, de lo contrario tendré una bala en el cerebro.

Avanzo cubriéndome entre autos parados durante todo el ancho del camino y puedo escuchar los disparos tan cerca que mis oídos me zumban cada vez más. Ya han pasado varios segundos y no pasa nada, y me encuentro en el dilema de seguir avanzando o quedar cubierto, si sigo avanzando me dispararan, si me quedo, me dispararan también, así que no tengo muchas opciones. Dirijo la mirada a Evan, el cual está alejándose aún más del auto al que quería hacer volar y está disparando al azar, intentando llamar su atención, así que decido continuar y continúo avanzando hacia el edificio.

Sólo avanzo unos pasos más cuando el auto se convierte en una bola de fuego, acompañado de un estruendo demasiado fuerte que me toma por sorpresa provocando que de un brinco por el susto. Regreso la mirada a lo que era el auto, ahora puedo ver gran parte del entorno con claridad, observo como las personas que vienen vestidas de negro y con pistolas y rifles rodean la zona o buscan un lugar para cubrirse y veo como los restos del auto caen al suelo.

<<Esta es la distracción, tonto>>

Aprovecho el momento de desconcierto y corro con todas mis fuerzas al edificio, la puerta está cerrada, así que aprovecho la velocidad y golpeo la puerta con mi hombro, pero fracaso. Reboto al suelo y siento un dolor tremendo en mi hombro.

<<Que inteligente eres Daniel>> —Pienso mientras me sobo el brazo para quitarme el dolor.

Me dirijo a la ventana más cercana y disparo para romperla, quito los cristales de las orillas y me meto. Los disparos han comenzado de nuevo afuera. Subo por las primeras escaleras que encuentro y llego a un pasillo con varias puertas, abro la primera que encuentro.

Entro a una habitación bastante larga, la cual tiene varios espejos en sus columnas y paredes. Me dirijo a la primera ventana con dirección a la calle, de un lado hay una columna y sobre ella un espejo largo, veo mi rostro sucio y solo pienso «Que bien te ves hoy Daniel» y luego pienso «Cierto, salvar a Evan» y me recargo sobre la columna, buscando tener buena vista por la ventana, pero que tampoco me vean tan fácil.

A mi mente llegan las palabras de mi hermano, Javi,  «¿Quieres aprender a defenderte?» y apunto a la calle, esta vez, sujeto la pistola fuerte y no dejo que el miedo y los recuerdos me paralice como la vez del puente, no quería que Cristina muriera y le falle, no haré lo mismo con Evan. Veo las siluetas de los atacantes, y alcanzo a ver a Evan, el cual esta cubriéndose detrás de un auto. Apunto con la pistola a la primera silueta inmóvil que veo, y repito lo que le contesté a mi hermano aquella vez que me estaba enseñando a matar «Si, enséñame a ser como tú, como un ninja» y jalo el gatillo.

El primer hombre cae al suelo al mismo tiempo que la ventana que tengo frente a mí se hace pedazos. Puedo ver que los demás no se han dado cuenta de que su compañero ha caído, así que es una ventaja para mí, puedo matarlos sin que se den cuenta. Así que muevo mi pistola a la siguiente silueta que veo, apunto y disparo «Otro menos», repito lo mismo con el siguiente hombre, pero fallo. Ahora probablemente ya sepan dónde estoy, pero continúo. Otros dos caen, pero aún quedan unos cinco. «¿No había más?».

Giro mi vista en busca de Evan, sigue detrás de un auto, pero de repente observo como un hombre corre hacia el directamente, Evan le trata de disparar, pero el hombre se cubre. Pero yo lo tengo en la mira. Estoy a punto de disparar cuando de reojo veo una silueta negra agachada en el espejo. Y en milésimas de segundo, como si mi instinto me guiará, brinco de donde estoy antes de que las balas rompan el espejo e impacten en la columna.

Estoy tirado en el piso, y de un solo movimiento me alzo lo suficiente como para poder ver al hombre, y le disparó varias veces hasta que su cuerpo cae al suelo inmóvil.

«¡Evan!»

Me levanto lo más rápido que puedo y me dirijo a la ventana. Veo que el hombre le dispara a Evan en el hombro y Evan cae al piso. Alzo mi pistola, observo como el hombre se dirige a Evan, el cual no le está disparando por alguna razón. Le dará el disparo final. Apunto lo más veloz que puedo, pero el hombre también está apuntando a Evan en el suelo. Jalo el gatillo.

El hombre cae, pero Evan no se levanta. «Vamos, vamos, vamos», y después veo como Evan se arrastra al auto más cercano y trata de levantarse. Está bien. O al menos vivo. Me giro para acabar con los hombres que quedan pero en ese momento varios autos en fila comienzan a estallar, volando por los aires y convirtiéndose en nubes de fuego que se esparcen por toda la calle.

Me cuesta trabajo ver que es lo que está provocando las explosiones, hasta que alzo la mirada. Justo enfrente de mi ventana, a unos metros, una esfera está lanzando los rayos de luz que convierten a cada auto en fuego, humo y cenizas. No me ha detectado, está concentrada en convertir toda la avenida en llamas.

«No, no, no, Evan»

Me asomo un poco por la ventana y veo a los hombres que quedaban corriendo, hasta que las llamas los alcanzan y los tragan. Unos metros más adelante esta Evan, corriendo lento mientras las nubes de fuego están detrás de él. Evan se desliza debajo de una camioneta. La esfera para de disparar y comienza a escanear el resto de la calle con su haz de luz azul. Y se convierte en rojo.

Comienza a disparar de nuevo sus cohetes al resto de la calle. En solo segundos llegará a Evan. Así que hago lo que puedo para salvarlo y le comienza a disparar a la esfera. En solo dos segundos da un giro hacia mí. Puedo ver su parte plana y negra del frente y sus dos extremos desprendidos, con los tres orificios en ellos. Apuntándome.

«Que inteligente eres Daniel, de verdad»

Comienzo a correr a lo largo de la habitación. La esfera comienza a disparar detrás de mí. Los trozos de cristales y espejos empiezan a volar detrás de mí. Yo sólo alzo mi mano hacia donde creo que esta la esfera y le disparo, esperando que le provoque algún daño, pero en ese instante lanza uno de sus misiles y la parte trasera de la habitación se envuelve en un sofocante fuego. Salgo empujado por la onda expansiva y caigo al suelo. La esfera continúa disparando y yo sólo me arrastro hacia atrás y cuando creo que va a llegar a donde yo estoy, para de disparar. Pero aun escucho los disparos. Me paro con esfuerzos y dolor y observo como la esfera sigue ahí, pero esta vez está disparando hacia la calle. «Evan».

Debe estar llamando su atención. Y si lo hace es para que yo pueda acabar con ella. Recuerdo que cuando Evan y Cristina destruyeron una esfera, le estaban disparando al mecanismo que mantiene unidas las dos extremidades que tiene a su lado y que son las que disparan.

Avanzo por la habitación intentando obtener visión de ese mecanismo, hasta que lo logro. La esfera sigue disparando a otra dirección, así que aprovecho, apunto y doy varios disparos al mecanismo. Para cuando la esfera se voltea a mí, su extremidad izquierda está en llamas, y antes de que pueda comenzar a dispararme, alguien más le dispara a la esfera haciendo que se gire a la calle. Vuelvo a disparar a la misma zona y de repente su extremidad comienza a dar giros hasta que suelta un pequeña explosión. La esfera empieza a perder altura, choca con el edificio de enfrente y luego cae al suelo, seguido de su caída una enorme explosión se crea entre las llamas que ya había en la calle.

Me acerco a la ventana a observar todo. Me invade una gran felicidad y emoción y no sé muy bien porque. Toda la calle esta en llamas, excepto el final, donde Evan está de pie, con una mano sobre su hombro izquierdo y una enorme sonrisa en su rostro.

La última esperanza Parte 1 (The last hope #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora