X. Cazador

1.9K 210 24
                                    

Capítulo 46

Me pregunto que es lo que hubiera pensado yo sí es que alguien hubiera llegado semanas antes de que los triángulos comenzarán a llegar a la tierra y me hubiera dicho: "Oye, el fin del mundo se acerca, pero tú no te preocupes, sobrevivirás y en el futuro te volverás en un asesino, en un cazador".

Porque eso es lo que ahora soy, un cazador, un asesino que le dispara a cualquiera que se cruce en su camino. Me pregunto qué es lo que hubiera pensado el Evan de quince años del Evan de ahora, del Evan que mata, del Evan que se ha vuelto en un cazador. Probablemente no se lo hubiera creído y se hubiera muerto de risa ante tal declaración tan falsa que parecía sacada de una película.

Lo extraño. Extraño el Evan de quince años, el qué no tenía que preocuparse de otra cosa más que de sacar buenas notas en la escuela, de recoger a tiempo a su hermana pequeña, de hacerse cargo de la comida y la limpieza de la casa, y aparte de sus tareas, de tratar de conquistar a Emma y pasar más tiempo con Tomás y de practicar natación cada dos días por semana. Creía que mi vida era imposible. Pero estaba demasiado equivocado. Estaba demasiado lejos de conocer lo que era complicado o imposible.

Han pasado otros cuatro días, o cinco, no llevo bien la cuenta. Las nevadas fuertes me han retrasado demasiado, aún sigo en los bosques cubiertos del blanco brillante de la nieve, y hasta este punto no he encontrado más que pistas que indican que alguien ha estado haciendo cierta cosa, pero no tengo la certeza de que ese alguien es Dan o cualquier otra persona.

Hace dos días encontré un complejo turístico de cabañas, y en una de ellas encontré restos de madera quemada un poco reciente, lo cual indica que alguien estuvo ahí refugiándose de las nevadas, probablemente ha sido Daniel, o puede que no, pero de todas formas sigo el camino que creo que pudo haber tomado, y no me desvió del camino que hay al terminar el complejo, tal vez lleven a un pueblo o ciudad.

Conforme la tarde avanza el frío crece, y hace más lento mi avanzar, pero continúo, luchando contra el aire y la nieve que cae. Sigo el camino, hasta que pronto me adentro en el bosque, para intentar buscar un refugio, o tan siquiera no pasar la noche en un punto tan visible como el camino que estoy siguiendo.

Me duermo a lado de un enorme tronco tirado, y me cubro con el mayor número de suéteres y cobijas que pude encontrar en los carros varados de la autopista del día pasado.

Despierto cansado, y cada vez más desanimado, por mi mente pasa la idea de rendirme, de dejar de buscar, y de tomar un camino que me lleve a Sara en lugar de estar siguiendo pistas sin dueño. El deseo de rendirme se apodera de mí, y a mi mente viene la imagen de Sara, la niña de apenas siete años, la niña del pelo rubio claro, de la piel clara, de los ojos de color del cielo, de la sonrisa contagiosa que solía tener en su rostro, la niña que siempre corría a mí cuando tenía miedo, la niña que hacia berrinche cuando quería algo y no se lo daban, la niña carismática que todo el mundo adoraba. La niña que dejé ir, y a la que le prometí que la encontraría.

«Debes rendirte, ve a buscar a Sara, después de todo ella es tu hermana, y Dan no era más que un estorbo para ti»

«No, Dan no era un estorbo, Dan era mi amigo, era cómo un hermano, era lo único bueno y real que tenía en este mundo, y no me rendiré, no aún»

Sigo caminando, intentando encontrar la forma de regresar al camino que estaba siguiendo, hasta que unos ruidos me detienen. Primero suenan cómo pasos, luego parecieran ser susurros, y después resuena un disparo.

Me coloco detrás de un árbol, pero me doy cuenta de que el disparo no fue a mí, fue a algo más a unos metros de aquí. Puede que sea Dan, puedo que no, pero no lo averiguaré sí me quedo aquí. Decido salir de mi escondite y avanzar con pasos silenciosos en dirección a donde provienen los susurros.

La última esperanza Parte 1 (The last hope #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora