Capítulo 5 - Este es mi reino

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-Bienvenido a mi reino- dijo Lucifer con una sonrisa de burla y mirando a los ojos a Obregón quién, lo único que hizo fue verle con desprecio, pues él y Lucifer habían tenido incontables batallas cuando Obregón era un ángel y siempre había salido victorias por eso, Lucifer se burlaba de él al verlo en el infierno –Tantas veces dijiste ser fiel a tu reino y tantas promesas de acabar conmigo me hiciste, y mírate ahora, eres solo uno más de mis sirvientes- Obregón respondió lleno de ira -Cállate! Que esté aquí no significa que ahora sea parte de este lugar, y mucho menos, que sea uno de tus servidores- Diciendo esto, saco su espada que aún era blanca y pura y lanzó un ataque al príncipe del infierno quien sin el más mínimo esfuerzo, lo detuvo con tan solo usar dos de sus dedos. Obregón se quedó perplejo y sin palabras -Parece que estas débil- dijo Lucifer sarcásticamente -¿No lo sabes? Si eres parte de mi reino eres más débil que yo, en mi reino, yo soy el más fuerte- terminando su frase dio una fuerte patada en el pecho de Obregón, lanzándolo lejos de él, dejándolo más débil y adolorido de lo que estaba.

Obregón fue llevado inconsciente a la antesala del reino del inframundo. Al despertar logro observar 6 tétricas figuras cubiertas con capuchas en medio de las cuales, estaba Lucifer. Estos personajes se quitaron sus capuchas -Estos son los seis grandes demonios del infierno líderes de seis de las puertas de mi reino, y yo soy el líder de la séptima y del reino entero- dijo lucifer, los seis grandes eran los demonios que poseían 5 de los errores humanos. Irina, el demonio de la lujuria. Una hermosa mujer de cabello pelirrojo, vestida con un hermoso vestido de noche de color rosa; unos hermosos labios rojos que serían deseados por cualquier mortal de bajos deseos, Una mirada seductora y unos hermosos ojos grises. El segundo demonio se llamaba Estefan, el demonio de la codicia y el engaño; Un elegante demonio con un traje de gala, de color violeta, que combinaba con el color de sus ojos y de su cabello; En su mano llevaba una copa, poseía una confiable sonrisa, pero en sus ojos se reflejaba su ambición. El nombre del tercero era Roger, el demonio de la guerra. Vestido también de gala, un hermoso traje color verde, su cabello era negro y sus ojos eran del mismo color de su traje, verde oscuro; Abajo de su traje de gala, llevaba puesto un traje militar, representando el deseo de guerra que posee cada ser humano en su interior.

Los últimos dos demonios eran gemelos: Rembrat, un hombre rubio de ojos azules con un hermoso traje naranja y Hallen una hermosa mujer con un vestido de noche, cabello y ojos de los mismos colores de su hermano. Los dos demonios se dieron un beso en la boca de una manera indecente, demostrando que eran los demonios de los bajos deseos. Obregón veía a esas figuras temerosamente pues cada uno de ellos, no usaban armas, con sus manos era suficiente para hacer lo que quisieran con su enemigo, desde corromper y confundir su mente con el poder de su pecado  hasta hacerlo caer a sus pies débil o muerto. 

El sexto demonio era Morthy, el ángel de la muerte. Vestido de luto, con un cabello viejo y desgastado al igual que su rostro, en el cual en la parte derecha no tenía más que parte de su cráneo que podía verse bajo su piel rota y gastada. Él llevaba un arma, una oz, la que usaba a parte del poder de sus manos. -¿Quieres ser como ellos?- preguntó Lucifer. Obregón al ver el poder que tenían y perturbado con sus deseos de odio y venganza sin pensarlo dos veces dijo -Sí, quiero ser como ellos- Al oír su respuesta, Lucifer con solo chasquear sus dedos, hizo que el odio de Obregón saliera a la luz volviéndose su fortaleza, como hacía con cada ángel caído, hacía salir a la luz el sentimiento que lo corrompió para que le otorgase su verdadera forma y si el poder era muy fuerte, sería uno de los grandes demonios, Obregón gritaba ruidosa y desesperadamente mientras su forma cambiaba: De su espalda parecía salir algo parecido a unas patas de araña, seis formas largas y puntiagudas, las pupilas de sus ojos desaparecieron volviéndose solo de color púrpura con una luz que los rodeaba, unos colmillos y una larga lengua salió de su boca, su piel se tornó pálida, su forma se hizo más delgada, y su cabello se tornó oscuro. Lucifer, reía de emoción al ver la forma del demonio quien comenzó a gruñir cuando su forma fue revelada -Controla todo ese poder- Dijo el príncipe del infierno. Obregón dejo su forma demoníaca y adopto una forma más humana, pero diferente a la de cuando era un ángel de luz. Un delgado cuerpo, piel muy pálida, un traje de color púrpura igual que sus ojos, cabello largo y oscuro como la noche tapando su rostro, una mirada de odio y una sonrisa maligna. Su poder podía sentirse, era inmenso, al estar cerca de él podías sentir el odio que salía del que ahora era, el demonio del odio y la venganza. Lucifer sonrió -Ahora serás el guardián de la séptima puerta, pero este seguirá siento mi...- Lucifer no terminó la frase, siendo atravesado por uno de las extremidades de la espalda de Obregón, cayendo a sus pies -Ahora este es mi reino- Dijo el demonio escupiendo al cadáver de Lucifer.

Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora