Capítulo 48 - Sacrilegio

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–Soy el primer ángel de la primera copa. Y he venido por ti, Obregón-. Fueron las palabras del primer ángel de la primera copa de la ira luego de ponerse de pie frente al muchacho y el detective extendiendo sus enormes y majestuosas alas negras de puntas rojas. -¡¿Quién eres?!- Exclamó Ian Josh viéndole impactado, el primero no respondió -¡Creí haber acabado contigo!- Respondió Obregón teniendo sus ojos púrpura envueltos en un aura brillante del mismo color -¡Es cierto!- Añadió –¡Matías ha tenido piedad de ti!- Sus ojos se transformaron completamente, la pupila se había tornado rasgada como la de un felino, comenzaba a tomar su forma de demonio –¡Matías esta de tu lado!- Respondió el primero –Sin embargo, hoy no te ayudará. Y si lo hace, habrá deshonrado el cielo- Obregón sostuvo su cabeza con algo de dolor –¡Josh!- Dijo nombrando a Ian Josh viendo al detective y el aura de sus ojos había desaparecido volviendo a la normalidad al igual que sus pupilas -¿Qué está pasando?- El detective notó como la personalidad del muchacho cambiaba repentinamente –Está en conflicto- Intervino el primero con una leve risa de burla –Sus formas humana y demoniaca aún no tienen perfecto equilibrio- Los ojos de Obregón volvieron a su forma demoniaca -¡Deja que yo me encargue!- Exclamó el muchacho como si fuese el demonio quien hablase, discutiendo con su forma humana –Obregón tiene tres contrapartes- Añadió el primer ángel –El humano y el demonio pueden volverse uno solo con el tiempo luego de la intervención de Matías- Obregón le vio impresionado volviendo a su forma humana nuevamente -¿Cómo lo sabes?- Preguntó -¡Déjame terminar!- Replicó el primero –Sin embargo- Añadió –Existe una tercera forma, una que solo los siete grandes demonios poseen y no podrá controlarse aunque el demonio tome una forma humana. Se trata de la bestia. Esa forma espeluznante, alta y delgada que, en el caso de Obregón, se le han sido otorgadas "Las dagas del odio" en su cavidad dorsal. Sin embargo, la bestia que Obregón posee es más poderosa que la de los otros seis y puede tomar el control de su cuerpo cuando le plazca o cuando se alimente de su odio- Obregón e Ian Josh observaban al ángel impactados mientras le escuchaban –Hasta puede superar a la bestia de Lucifer- Añadió con una leve risa –Al madurar su cuerpo humano. Los siete demonios tomaran el cuerpo de sus humanos anfitriones. Se convertirán en sus formas demoniacas y luego en sus bestias al tomar toda la fuerza necesaria- Añadió nuevamente, la cabeza del muchacho volvió a dolerle y el demonio tomó el control –Se te olvida una cosa- Respondió el demonio Obregón colocándose en posición erguida con su cabeza baja y su distintiva sonrisa retando al primer ángel –Soy el demonio más fuerte de los siete. Si puedo tomar armonía entre yo y mi forma humana también podré controlar a mi bestia- Comenzó a acercarse al primer ángel sonriéndole, su forma era parecida a la que poseía la ser un demonio sin embargo conservaba algunas características de su forma humana, como el de su piel y no tenía alas. El aura de sus ojos se apagó más estos seguían teniendo las pupilas rasgadas. –Tal vez aún no sea tan fuerte porque este cuerpo no ha madurado- Añadió el demonio con su misma sonrisa aún con la cabeza baja acercándose lentamente primero para luego dirigirle la mirada –Pero eso no significa que no pueda vencerte en tu propio juego- Añadió y sin saber cómo pudo lograrlo, solamente actuando como su instinto de demonio le permitía, encendió en su mano derecha una llama púrpura. El primer ángel invocó su enorme hoz de plata -¿Seguro me enfrentarás sin un arma?- Le dijo al demonio retándole –No será necesario- Respondió Obregón sin borrar su sonrisa de su rostro.

Sin decir más palabras, el primer ángel extendió sus alas para alejarse hacia atrás y tomar impulso para atacar al demonio con su guadaña, Obregón logró esquivarla arrojándose hacia atrás con un salto y responder el ataque lanzando más de sus flamas con ambas manos las cuales eran esquivadas por el primero con gran agilidad. Josh, para protegerse, se guardó su distancia observando algo que ningún otro ser humano podría presenciar. Obregón corrió a gran velocidad hacia el primero y prendió ambas manos con sus flamas poniéndolas en puño para soltar feroces golpes hacia el ángel quien se protegía bloqueándolos con el cuerpo de su guadaña. En un descuido del demonio al atacarle, el primero soltó su guadaña por un momento para rápidamente sostener ambas manos del demonio usando solo una de las suyas acercándolo a él para darle una sonrisa casi maníaca y soltar una contundente patada en su costado arrojándolo al otro lado de la sala. El muchacho cayó en una esquina de la sala no muy lejos de Josh, los detectives y Ámber quienes se encontraban en la puerta. El primero, se impulsó en el aire dando un salto para golpear al demonio con su guadaña, quien apenas trataba levantarse sintiéndose un poco más débil para hacerlo caer al suelo y pararse frente a él, el primero sostuvo su hoz con sus manos y le sonrió al demonio acariciando su plateada arma –¿Te gusta mi amiguita?- Dijo refiriéndose a su arma –La llamo Betzabe- Su sonrisa y expresión de ironía y burla se tornaron a ser una mirada de furia, el demonio trató de prender nuevamente sus flamas más no pudo, su cuerpo estaba débil y estaba a punto de volver a su forma humana la cual no tardó mucho tiempo en regresar -¡Josh, que acaba de pasar!- Exclamó el muchacho viendo al detective luego de ver al ángel quien le apuntaba con su hoz con una mirada de furia dibujando una sádica sonrisa poco a poco, los ojos de Obregón se veían aún con las pupilas rasgadas a pesar que su forma humana estaba presente. -¡No lo lastimes!- Exclamó el detective para luego acercarse rápidamente al ángel para detenerlo, sin embargo extendió sus alas de una manera tan fuerte que arrojó a Josh al aire haciéndolo caer al suelo y dejándole inconsciente -¡Josh!- Exclamó el muchacho, el primer ángel comenzó a reír de una manera sádica y desquiciada –¡Acabaré contigo y con los otros seis!- Exclamó con su mirada y sonrisa psicópata -¡Solo yo tengo el poder para desatar el sufrimiento sobre la tierra! ¡SOLAMENTE YO!- Rápidamente soltó su guadaña sobre la cabeza del muchacho quien cerró los ojos como si sintiese ya el agonizante dolor sin embargo, no sintió dicho dolor, al abrir los ojos notó que el primer ángel no se movía, estaba inmóvil al igual que los detectives y Ámber. Obregón vio que frente a él, casi pegada a sus ojos, flotaba una moneda dorada rodeada con un aura de luz azul la cual tenía grabada la palabra "Fe" la moneda se volteó por si sola y en su otra cara tenía la palabra "Valentía" grabada, Obregón sonrió casi llorando y volteando la mirada notó que en la ventana que estaba junto a donde el muchacho estaba se encontraba Matías flotando gracias a sus alas con los brazos cruzados –Parece que aún no puedes hacer nada bien- Le dijo al muchacho sonriendo, extendió su mano haciendo girar la moneda rápidamente para hacerlo transportarse donde se encontraba Ámber y los detectives. Giró la moneda nuevamente haciendo despertar a Josh y ponerlo a salvo junto con Obregón. –Ahora- Dijo mirándolos a los dos luego de hacer que su moneda regresase a su mano –Solamente yo me encargaré de esto- En su rostro se reflejaba un poco de dolor más les sonrió a ambos quienes le veían sin comprender lo que decía –Saldaré mi deuda contigo, Obregón- Chasqueó sus dedos e hizo esposar de nuevo al detective -¡Que harás!- Exclamó Josh con preocupación –Obregón- Añadió Matías viendo al muchacho quien lo veía preocupado sin saber qué hacer y sin saber que planeaba Matías hacer –Si no vuelves a verme- Añadió Matías sonriéndole a Obregón y arrojándole la moneda dorada con las palabras de "Fe" y "Valentía –Prométeme que harás siempre lo correcto- Tomó otra de sus monedas, igualmente dorada siendo la que siempre usaba y se despidió del muchacho golpeando su puño sobre su pecho –Matías ¡No!- Exclamó el muchacho al poder comprender lo que el arcángel quería decir y trató de correr hacia él. Sin embargo, Matías movió entre sus dedos la moneda en su mano de recha y con la izquierda chasqueó haciendo que la línea de tiempo de Obregón e Ian Josh se detuviesen al igual que el resto de personas en la sala. –Es hora de una última batalla- Dijo Matías con valentía haciendo invocar su espada y chasqueando sus nuevos nuevamente para hacer que el primer ángel volviese a su línea de tiempo.

Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora