Se encontraba Miguel en el cielo, dentro del templo, donde siempre acostumbraba meditar. Alejado de todos los ángeles, se dedicaba a observar la tierra a través de un globo terráqueo de color dorado en el cual podía contemplarla desde el cielo, al cual tenían acceso solamente los arcángeles; Se dedicaba a pensar solamente, en aquel terrible día en el que se cubriría la tierra de oscuridad; Aquel día en el que los siete demonios despertarían y convertirían aquella hermosa creación en un mundo de tinieblas. Por otra parte, no sería tan fácil para los demonios completar el plan de aquel demonio; Aquel demonio que antes había sido su leal compañero; Aquel demonio cegado por su rencor, por su ego y sus insaciables deseos de venganza; Aquel demonio que alguna vez fue un ángel, querido y respetado por todos los ángeles y arcángeles del cielo pero ahora era su mayor enemigo quizás, mucho más que el mismo Lucifer. -¿Qué ocurrió con Lucifer?- Se preguntó luego de percatarse que solamente se había preocupado por aquel demonio y había desviado su atención completamente de aquel que fue el primer enemigo del Cielo. -No he vuelto a verlo desde el día que Obregón se rebeló- Se preguntaba, mientras se adentraba cada vez más profundamente en las extensas aguas de sus pensamientos.
Antes de que pudiera aclarar su mente, una risa irónica seguida de unos lentos aplausos resonaron en sus oídos tras su espalda. -Hablando del diablo...- Dijo aquel ángel caído de ojos rojos, vestido con su elegante traje, más brillante de lo que era antes con cuatro majestuosas alas blancas y una mirada llena de odio acompañada de una sonrisa que daba a entender satisfacción, o que en la mente de aquel ángel caído, se maquinaba algo macabro. -¡¿Qué haces aquí?!- Reaccionó rápidamente el arcángel, levantándose de donde estaba sentado y tomando su espada en las manos. Sin prestar atención y sin reaccionar de manera alguna, Lucifer tranquilamente respondió: -Solo he venido a saludarte; Pero veo que estas desesperado Miguel ¿Quieres saber porque estoy aquí? Vengo a anunciarte mi venganza- Miguel, sin saber de lo que Lucifer decía, con duda le preguntó -¿Vengarte de quién?- Seguidamente el arcángel añadió con un tono de burla -¿Vengarte otra vez del cielo? ¿A pesar de que estas consciente de que eres inferior?- Sin prestar atención a sus irónicas palabras, el demonio solamente sonrío agachando su cabeza para dirigir nuevamente su mirada a Miguel con una sonrisa -Quiero vengarme de tu protegido, quiero vengarme de Obregón- -¿Qué te ha hecho Obregón?- Preguntó Miguel impresionado, sosteniendo su espada con coraje -Él me asesinó, y tomo el control de mi reino al ser desterrado del Cielo- Miguel no podía creer estas palabras, si esto era verdad, significaba que Obregón era mucho más fuerte y peligroso de lo que parecía -¿Él te asesinó?- Preguntó Miguel, dudando de sus palabras -Si eso es verdad, ¿Por qué estás aquí ahora?- Una risa macabra se apoderó del rostro de Lucifer -Uno de tus ángeles me ha revivido- El cuerpo de Miguel se puso helado y las pupilas de sus ojos se dilataron al escuchar esas palabras -¿Quién lo hizo?- Preguntó con su voz entre cortada, un sentimiento de tristeza seguido de un fuerte temor se apoderaba de su corazón sin embargo, esto no derrumbaba su coraje -Solo tres ángeles fueron dotados con este privilegio: Ernest, Gabriel y... Obregón- Lucifer solamente escuchaba -Pero... Gabriel... Ya no está con vida- Añadió el arcángel, sosteniendo con su mano el fragmento del ala de Gabriel que tenía atado a su cuello con una cadena dorada; En un acto repentino, Lucifer arrancó la cadena del cuello de Miguel mirándolo mientras trataba de contener su risa -Tu amigo, Miguel, aún sigue con vida- Dijo lanzando la cadena al suelo. -¡¿Él sigue con vida?!- Preguntó el arcángel, sin poder creer lo que estaba escuchando.
-¿Dónde está él ahora?
-Se nota que no vigilas la tierra, Miguel- Dijo Lucifer riendo levemente
-Los ángeles no somos omnipresentes, nos limitamos solamente a ver la tierra desde arriba, si poder ver detalladamente la vida de cada ser humano. Tú en cambio, siempre estas rondando en el mundo humano; Vagando y buscando a quién herir, a quien dañar o corromper con el propósito egoísta de acabar con la creación perfecta.
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Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)
FantasíaDentro de un mundo dónde la razón es lo último que reina; Dónde los seres humanos viven solamente bajo un único propósito él cual es complacer los deseos de su propio bienestar olvidando la diferencia entre el bien y el mal. Un mundo corrompido dónd...