Capítulo 18 - Milagros

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Se encontraban Ariel y Miguel en el cielo. Mientras sostenía una copa en su mano Miguel dijo -Uno de los tres ángeles que envié a la tierra ya cumplió su misión- -¿Te refieres a Matías?- Preguntó Ariel -Tú lo has dicho- Respondió el arcángel. -La misión de Matías es alejar a las personas inocentes de la vida de Obregón para que no resulten con ningún daño.

-Ambos se enfrentaron y el demonio no le hizo daño alguno- Respondió Ariel

-Lo sé... pero no es bueno confiarse, él ahora es un demonio, lo único que abunda en su corazón es la maldad. Por eso, es mejor alejarlo de las personas a las que ha dañado y a las que podrá dañar en un futuro. Por eso he enviado a Matías. Él causó el accidente del metro en él que el chico se encontraba, un plan que yo no aprobé pero él dijo que todo esto tenía un propósito.

-Pero, no olvides que él alguna vez fue un ángel- Respondió Ariel, y Miguel se limitó a guardar silencio.

-Y ¿Qué pasará con Ashley?- Añadió Ariel.

-Su alma ya fue salvada- Respondió el Arcángel entre susurros dirigiendo su mirada a la tierra y dejando caer su copa al suelo.

El 3 de Enero a las cuatro de la madrugada, llegaron Ámber y Richard al Hospital de Austin. Sin decir más palabra alguna la señora se acercó a la enfermera y de una manera agresiva le preguntó -¡¿Ha venido alguien a ver a los muchachos?!- La enfermera antes de responder señaló a Richard con la mirada pues, su silencio había sido comprado y nadie debía saber sobre ese incidente del pasado. -Tranquila, él viene conmigo- Respondió Ámber. La enfermera le contó que una chica de una edad más o menos de 16 años, había llegado alterada a preguntar por los pacientes y le mostró la comprobante de su estadía en el Hospital, pero ella negó la existencia de dichos pacientes. Luego de esto la enfermera los llevó a la habitación de Erick y Danny la cual aún se encontraba cerrada. Al entrar se llevaron una impactante sorpresa, los chicos no estaban, y no fueron encontrados por más que buscaron dentro de la habitación; las ventanas estaban cerradas y no estaban rotas, nada tenía sentido, todo estaba perfectamente ordenado, como si la habitación fuera aún nueva. Lo único que la enfermera pudo encontrar fue una hermosa pluma dorada, sobre la cama de Erick, en dicha pluma estaba gravada la palabra "Believe" que en español significa "Creer". La enfermera se quedó sin palabras y no tenía la menor idea sobre que responderle a la señora Palmer sin embargo, sintió un gran alivio que no había sentido antes, se sentía en paz consigo misma a diferencia de Ámber quien se encontraba impactada y no sabía que decir. De pronto la escena fue interrumpida por una llamada. Dicha llamada era de Obregón, quien llamaba desde el Hospital de la ciudad. Entre un amargo llanto el muchacho logro decir -¡Mamá, ven rápido y trae al señor Richard! ¡Ashely se encuentra grave, no puedo explicarlo por teléfono por favor ven rápido!- Richard escuchó la llamada y ambos salieron de la habitación con la excepción de Ámber quien fue detenida por la enfermera quien sostuvo su hombro con el celular en la mano hablando al número de la policía, era hora que Ámber pagara las consecuencias de sus acciones no con dinero, sino con la ley.

Al ver el cuerpo de Ashley tendido en las vías del metro, Obregón tan solo se limitó a mirar. Su cuerpo estaba como roca, sentía la piel fría y su corazón parecía estallar. Sin embargo, fue corriendo rápidamente hasta donde estaba la muchacha -¡Ashley! ¡Mírame! ¡Ashley!- Gritaba el muchacho practicando RCP en su pecho, poniendo su oreja en su corazón logro escuchar que este aún latía débilmente. Rápidamente la cargó en su espalda y sin tomar en cuenta el hecho de que el hospital quedaba a medio kilómetro, comenzó a correr. La velocidad en la que corría era incomparable, tal vez era por la adrenalina, tal vez era porque la situación lo requería pero lo cierto,  era que el chico se esmeraba por llegar pronto al hospital ignorando la velocidad en la que iba por la chica que amaba. Mientras corría, era inevitable que sus ojos se llenaran de lágrimas y llanto decía las palabras "lo siento" y repetía el nombre de Ashley. Sus ojos brillaban de nuevo y por su mente pasó su vida entera incluidos, los sucesos qué el no recordaba, el asesinato de Jareth, el exorcismo del padre Mattiu y la vez que salvó a Ashley de ser arrollada por el autobús, incluso recordó su vida antes de ser un humano. Lloraba por sus recuerdos pero prestaba más atención a la muchacha que a estos. No le importaba quien había sido él, tan solo le importaba lo que ocurría en ese momento. Abrió violentamente las puertas del Hospital con una patada llamando la atención de doctores y pacientes ignorando el brillo púrpura de sus ojos que todos en la sala notaron. -¡Tienen que salvarla!- Gritaba el muchacho sosteniendo el cuerpo de Ashley en sus brazos dirigiéndose a una enfermera quién rápidamente llamó una camilla y la muchacha fue llevada a urgencias -Necesita calmarse, la chica será atendida ¿es usted algún familiar?- Preguntó la enfermera mirando los ojos del muchacho. -Soy su novio- Respondió -¿Usted le ha hecho esto?- Dijo la enfermera desconfiada. -¡No he sido yo! ¡Ella fue arrollada por un ¡Necesito hacer una llamada!- Exclamó Obregòn sin poder detener su llanto.

Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora