Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)

Capítulo 51 - Llama Eterna

Obregón había quedado impactado al notar que el mismo personaje con quien se había cruzado tantas veces estaba directamente asociado con Ernest. Por alguna razón al estar cerca de él le hacía sentir una profunda inseguridad y desconfianza. Obregón acababa de darse cuenta a lo que el extraño personaje se refería con "Heaven Community" pero ¿Qué es exactamente?
-Tengo un par de preguntas...- Añadió el muchacho luego de estrechar la mano del misterioso personaje que había salido de la mansión abandonada -¿Cuáles son esas preguntas, joven demonio?- Respondió el personaje -...Primero...- Añadió el muchacho –Quiero saber tu nombre- El extraño personaje sonrió y dio un paso atrás para agachar la cabeza añadiendo drama a su presentación -...Yo...- Dijo aun con la mirada baja -¡Soy Mendax!- Añadió irguiendo la postura dando rápidamente y alzando la cabeza dejando ondear su blanco cabello dando un efecto dramático a su presentación al cual el fuerte viento ondeando su blanco traje de gala le dio un perfecto toque final. Mendax comenzó a reír envuelto en sus propios pensamientos donde él era el mejor del mundo. -¿Mendax?- Preguntó el muchacho, ese nombre hacia que sus dudas e inquietud aumentaran más –Exactamente- Respondió Mendax con la misma posición de altivez sosteniendo su frente y sonriendo con orgullo mirando a Obregón mientras su blanco cabello ondeaba con el viento. Ernest le lanzó una mirada de seriedad a Mendax invitándole a que se comportase haciendo que este corrigiese su postura y acomodase su traje y corbata disimulando mientras tosía leventemente. –Y dime...- Añadió con seriedad -¿Cuál es tu segunda pregunta?- El muchacho miró a los ojos a aquel extraño hombre con rigidez y seriedad -¿Qué es todo esto de Heaven Community?- Una leve sonrisa se dibujó en el blanco rostro de Mendax –Creí que Ernest te había explicado todo, pequeño- Respondió y rió levemente –Heaven Community es una pequeña organización que realmente no existe. El principal objetivo es buscar a pródigos los cuales viven como seres humanos y han olvidado el verdadero objetivo por el cual llegaron a este mundo carnal. Ernest tiene la capacidad de hacerlos despertar de su sueño carnal y entrenarles para que aprendan a usar sus cuerpos humanos y sus capacidades celestiales.- Obregón quedó impresionado al escuchar esto -¿Un lugar que no existe en realidad?- Preguntó dudando, Mendax rió al escuchar su ingenua pregunta –No existe en el mundo carnal en realidad- Respondió, Obregón no podía comprender estas palabras con exactitud pero ya tenía la respuesta que necesitaba. Solamente le quedaba someterse a los mandatos de Ernest y a su entrenamiento.

Con un chasquido de sus dedos, Ernest se transportó a las afueras de su gimnasio con Mendax y Obregón consigo. Las instalaciones eran simplemente hermosas, un enorme domo de vidrio cubría a aquel enorme gimnasio que constaba solamente de un nivel y una gran cantidad de kilómetros a lo largo. Una enorme puerta dorada era la entrada sobre la cual, en la pared estaba el escudo de "Heaven Community". Un escudo azul el cual poseía una orla dorada, su forma era la de un escudo suizo, poseía dos alas doradas a los lados y en su centro tenía las iniciales doradas "HC" acaparando gran parte de dicho centro. El muchacho vio sorprendido el escudo, y las afueras de Have Community, las instalaciones estaban rodeadas por un muro y un portón elegante que poseía también el escudo en la parte de afuera. -¡Muy bien!- Exclamó Ernest –¡Basta de juegos!- Miró al muchacho y puso su mano en su hombro -¡Iremos adentro y te enseñaré a usar uno de tus tantos poderes de demonio!- Exclamó regalándole una sonrisa al muchacho. Obregón siguió a Ernest adentro del gimnasio en la enorme y liza cancha. Mendax, por su lado, se sentó en una de las bancas que estaban a los costados. Ernest colocó a Obregón en el centro de uno de los extremos de la cancha y él se colocó en el otro lado -¡Muy bien, muchacho!- Exclamó –Ciertas clases de demonios tienen el poder de controlar algún elemento con sus manos- Ernest sonrió y vio al demonio –Así de igual manera pueden transmitir ese poder a algún otro objeto que toquen a su voluntad, pero ese es un tema diferente. Tu elemento es el fuego. Tu poder es La Llama Eterna. Una llama de un color muy peculiar, el púrpura. Fuego fatuo de color púrpura que de tus manos emana cada vez que concentras tu poder en tus palmas. Una llama que quema hasta consumir y que usas de muchas maneras distintas.- El muchacho veía fijamente a Ernest prestando atención, conocía esta habilidad en la profundidad de sus pensamientos pero su parte humana no podía comprenderla del todo. –La llama eterna es fácil de utilizar- Añadió Ernest –Como todo elemento que posee cada demonio debes calmarte y concentrarte por completo en lo que le da vida a tu ser. En tu caso sería el odio, concentra todo ese odio en las palmas de tus manos.- El muchacho trató de hacer lo que Ernest le dijo, abrió sus brazos a sus costados a la altura de su cintura y extendiendo sus manos comenzó a concentrarse cerrando sus ojos. –Concéntrate Obregón- Decía Ernest en voz baja mientras el muchacho cerraba sus ojos –No funciona- Respondió Obregón empuñando sus manos y apretando sus párpados –Guarda la calma- Añadió Ernest –Solamente concéntrate en lo que alimenta ese poder- Y el muchacho comenzó a concentrarse. Por su mente pasaba lo que había vivido: La razón por la que se reveló del cielo, los dolores de su vida humana, el incidente con Ashley, la muerte de Ian Josh concentrando ese odio no en la humanidad, si no en los demonios, los ángeles y en él mismo. Pensaba en la muerte de su padre, en los problemas que causó odiando su propia naturaleza, odiando lo que había sido, un demonio. Enseguida, las flamas de sus manos que ahora estaban empuñadas con furia comenzaban a encenderse débilmente mientras los pensamientos de su mente eran cada vez más intensos. La voz de Ernest persuadiendo a Obregón en concentrarse resonaba en su cabeza, Obregón comenzaba a apretar más sus párpados y sus puños chirriando sus dientes mientras sus pensamientos pasaban por su mente más rápido haciendo que su odio creciese más –Controla a la bestia, muchacho- Añadió Ernest al escuchar que el muchacho comenzaba a alterarse y gruñir –Concéntrate en tus manos- Finalmente, Obregón soltó un grito de furia abriendo sus ojos los cuales estaban envueltos en aura mientras sus puños se prendieron por completo en llamas púrpura -¡Excelente!- Exclamó Ernest, Obregón vio sus llamas impresionado y luego vio a Ernest y comenzó a reír, sus ojos dejaron el aura más su Llama Eterna seguía encendida. –Muy bien...- Añadió Ernest acercándose al muchacho calmado –Cálmate, tu respiración está algo agitada. Respira- El muchacho controló su respiración y se calmó, las llamas se tornaron más estables –Ahora podrás controlarlas- Dijo Ernest sonriéndole –Apágalas- Añadió y Obregón así lo hizo y rió emocionado –Ahora enciéndelas- Añadió nuevamente Ernest y Obregón logró encenderlas nuevamente con facilidad -¡Perfecto!- Exclamó Ernest y sonrió con orgullo aplaudiéndole levemente al muchacho quien sonreía impresionado calmando cada vez su respiración.