Capítulo 45 - Entre Tinieblas

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Siendo la fecha del 15 de febrero del año 2016, a las cuatro de la madrugada, Ian Josh y Obregón habían salido del hotel y se encontraban parados en la carretera esperando un transporte que los llevase al puerto de Londres. Sin embargo, sus intentos de detener un vehículo eran inútiles. –¡Si esto sigue así jamás avanzaremos!- Exclamó el detective sosteniendo su boina para que no fuese llevada por los fuertes vientos helados que arreciaban cada vez. Sin embargo, lograron divisar un par de luces que se aproximaban entre la espesa niebla, el vehículo se detuvo frente a ellos como un golpe de suerte y para su sorpresa se trataba de una elegante limusina negra. El muchacho y el detective se quedaron observando extrañados, la ventanilla se abrió siendo el vehículo conducido por el mismo personaje con quien Obregón se había cruzado en la entrada de aquel edificio. Vestido con el mismo elegante traje, un sombrero de chofer y unos guantes blancos bajó de la limusina sonriéndoles con amabilidad sin embargo, la despampanante sonrisa aun causaba inquietud en el corazón de Obregón. -¡Les deseo una buena mañana!- Dijo el personaje sonriendo con las manos cruzadas –Por favor- Añadió señalando con una de sus mano abriendo una de las puertas de la limusina y con la otra señalando la entrada –Háganme el honor de entrar- Josh y Obregón se vieron a las caras, el muchacho no quiso mencionar que ya había visto antes a este hombre más sin embargo decidió callárselo y procedió a entrar a la elegante limusina siguiéndole el detective. –Nos dirigimos a...- Dijo Ian Josh siendo su frase interrumpida por el extraño chofer –Sé a dónde se dirigen- Respondió -Llegaremos en hora y media al puerto de Londres- Obregón vio a Josh y se extrañó al notar que este solamente sonreía -¡Quita esa sonrisa de imbécil de tu rostro!- Exclamó -¿No te parece extraño que sepa exactamente a dónde vamos y se halla aparecido frente a nosotros justo a tiempo?- Josh vio al muchacho y respondió aún con la sonrisa en su rostro -¡No seas paranoico!- Exclamó -¡Es obvio que el secretario de estado lo envió para llevarnos al puerto!- Obregón suspiró –Al menos nos llevará- Volteó la mirada a la ventana disfrutando del paisaje mientras el misterioso personaje arrancó la limusina y comenzó a avanzar.

Finalmente llegaron a su destino y la neblina persistía. El extraño personaje bajó de la limusina Y les abrió las puertas señalando la salida con elegancia y amabilidad. El muchacho y el detective bajaron de la limusina –Muchas gracias buen hombre- Dijo el detective volteándose al chofer y sacando su gorda billetera de entre su abrigo para darle una jugosa propina, sin embargo fue grande su sorpresa al ver que el chofer y su limusina ya no se encontraban en el lugar. -¿Dónde está?- Preguntó Josh desconcertado teniendo aún billetes verdes de gran cantidad en su mano –¿Es que se ha marchado tan pronto?- Obregón solo vio a dirección del horizonte de donde podría haberse ido el extraño personaje. Entre cerró sus ojos para ver tras la neblina solamente para darse cuenta que no había rastro alguno. Repentinamente la neblina comenzó a desvanecerse. A Obregón no le importaron estos detalles, era más importante encontrar a su padre. Buscaron indicaciones preguntando por la cabina del administrador siendo ignorados por la multitud. Llegaron al muelle, el muchacho vio que había algo extraño brillando de entre la arena y se acercó. Se agachó para ver aquel objeto cubierto de algas, lodo y arena para luego arrancarlo del suelo. Tomó ese pequeño objeto limpiándolo con sus manos mientras Josh solamente le observaba notando que era el rosario dorado de su padre, Connor Tanner. Los ojos de Obregón comenzaron a nublarse de lágrimas levantándose y sosteniendo el rosario con ambas manos. –Es el dije de mi padre...- Dijo en voz baja apretando sus manos mientras le sostenía sintiendo una mezcla de rabia y nostalgia. La cadena y la cruz estaban completamente sucias, exceptuando por la parte donde se encontraba la leyenda "I always believed in God". El muchacho leyó aquella frase y su rostro se encendió con rencor, tomó el dije con su mano empuñándola fuertemente hasta temblar y arrojó el rosario al mar. –Tranquilo muchacho- Dijo Josh sosteniendo el hombro del muchacho sin poder decir alguna palabra más. Josh volteó la mirada mientras trataba de calmar al muchacho guardando su distancia pues no sabía cómo podría reaccionar estando turbado. Observando a su derecha, el detective logró encontrar la cabina que tanto buscaban justo a un lado del muelle.

Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora