Capítulo 75 - Sonata

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ELDIARIO DE IRINA – SEGUNDO FRAGMENTO

Ha pasado ya un tiempo desde que deje de buscarle en aquel lugar y decidí resignarme a no verlo nunca más. Hoy es 3 de marzo del año 2014, han pasado tantas cosas desde aquel día; Aparentemente vamos a mudarnos, solas mi madre y yo. Veré a mi padre tres veces al mes ahora y ya no será el fin de semana. No quiero marcharme de aquí, Lambeth ha sido mi hogar, me ha visto crecer y he hecho tantos amigos aquí. No quiero dejar todo esto y además... Aquí fue donde conocí mi primer amor, y aunque haya desaparecido tan repentinamente, aún tengo esperanzas de volver a encontrarlo. No quiero mudarme, pero es inevitable, la siguiente semana nos iremos a Edale, Londres.

Jamás supe el nombre de aquel chico; Solamente conocía el color tan brillante y hermoso de sus ojos y la blancura de su cabello. Su cabello, tan blanco y brillante, contrastaba completamente con el mío, pelirrojo como el atardecer; Sus ojos, tan azules y cristalinos como las aguas más hermosas y apacibles, hacían completo contraste con los míos, grises como la niebla y solamente brillantes al hacer contacto con los suyos.

No iba a irme sin al menos ir por lo menos una vez a aquel lugar donde me sentí con vida por primera vez. Es medio día y estoy lista, me vestí con mi mejor atuendo, tan fresco como la dulce primavera que cubre a todo Londres. Tomé mi bicicleta y fui a aquel hermoso valle. Había florecido por completo, la verde hierba estaba cubierta de rocío de tal forma que parecía brillar con la luz del sol que era tan cálida y relajante que te invitaba a descansar; Las flores eran hermosas, colores vivos y bellos de flores silvestres que brindaban paz y quietud hasta el corazón más frío haciéndolo florecer con una sola palabra, "Primavera"; Aquel lago, era radiante, lleno de agua tan cristalina que podía verse el fondo, brillaba con la luz del sol de una manera tan celestial que parecía ser un pedazo de cielo. El paisaje era asombroso y hasta cierto punto era indescriptible; Había tomado clases de poesía y sabia como expresar la belleza de las cosas con exactitud, pero este lugar me hacía quedar corta de palabras.

Me senté en el mismo lugar de siempre, cerca del lago. Tenía tantas ganas de sumergir mis pies en esa agua tan cálida pero me contuve, no quería corromper su pureza. Me recosté en el césped apoyando mi cabeza sobre mis hombro y suspiré, despidiéndome de ese lugar tan hermoso y también, despidiéndome de él.

Me quedé dormida después de contemplar las nubes por unos minutos. No se por cuánto tiempo me quedé tendida en el césped, pero seguramente fueron un par de horas. Me desperté de pronto tras escuchar un suave sonido, era como una tranquila melodía tocada por un violín con mucha fineza y gracia. Esta vez el lugar se veía más hermoso que antes, tanto que era indescriptible e incluso, por un momento creí que había muerto y había llegado al paraíso.

Me puse de pie y vi a mí alrededor, este lugar se había convertido en el cielo. Era tan hermoso, tan brillante, tan cálido, era tan indescriptible. La hermosa melodía interpretada por violín sonaba en todo el lugar. Comencé a buscar a la persona que tocaba el violín con tanta gracia. Las mariposas me habría paso mientras caminaba entre la hierba y aquel sonido se percibía cada vez más cerca.

La melodía me hizo llegar al fondo del lugar, al parecer era más grande de lo que me parecía pues me llevó hasta un sendero de tierra tan fértil y pura que parecía que nada ni nadie había pasado antes sobre esta. Habían arboles grandes y fuertes, así como hermosos y llenos de vida rodeando aquel sendero. Finalmente, llegué hasta un claro. El sol en este lugar era más brillante; Los árboles resplandecían con la luz y algunos de estos formaban formas graciosas con sus troncos; Eran sanos y fuetes, con frondosas copas llenas de hojas tan verdes e hidratadas de rocío que parecía que podrías saciar tu sed con ellas. En el centro de este claro había un árbol más grande y frondoso que resaltaba de los demás, con un tronco tan grueso y perfecto que parecía que llevaba muchos años de vivir sin ser talado o desgastarse; En frente de este árbol había una enorme laguna que cubría todo el lugar con pequeños riachuelos que salían del claro para mezclarse con otras aguas.

Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora