Capítulo 22 - La mansión

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Ian Josh, luego de ver la extraña escena de lo que le sucedía a aquel extraño muchacho, no dudo en cargar al desconocido y recostarlo en los cómodos y lujosos sillones de su clásico y costoso auto. Estaba Obregón inconsciente en los asientos traseros del auto mientras Josh conducía rápida y desesperadamente para llegar lo más pronto posible a su hogar y atender al muchacho que para él era un desconocido. No pasó mucho tiempo antes de que el cielo se nublara y una fuerte tormenta cubriera las calles de Austin, dificultando más el tráfico  frustrando más al detective. Después de dos horas de camino, finalmente, Ian Josh llegó a su casa, una enorme y lujosa mansión, la cual tenía un toque clásico y un poco tétrico; Rodeada de un enorme portón plateado donde se podían leer los apellidos de la familia del adinerado muchacho: Lewis Queen; La fachada de la mansión era más que hermosa, parecía a la de un castillo, su tétrico color negro y el plateado de sus portones y ventanas le daban un perfecto y elegante aspecto; Cargando a Obregón en sus hombros, el detective sacó de dentro de su saco una llave dorada con las iniciales de la familia grabadas en ella. Abrió la casa y desmintió su ostentoso interior, la casa contaba de veinte habitaciones en las que se incluían salas de estar, comedores, salas de estudio y aunque no contara con este, cuarto de servicio. Aun así la casa era lujosa, el silencio que recorría aquellas extensas habitaciones transmitía un triste y frío sentimiento de soledad.

Ingresó Ian Josh a una de las salas de estar y recostó a Obregón en uno de sus elegantes sillones tapizados de negro, se sentó en una silla y observó al muchacho esperando a que este despertase para cuestionarle sobre lo que había ocurrido esa noche y encontrar una manera para ayudarle. "Jamás he ayudado a un extraño." Pensaba mientras observaba el pálido rostro del muchacho quien dormía pasivamente "Sin embargo, lo que vi no puede ignorarse. Además, siento que por fin mi vida sin sentido va en dirección a un lugar, algo importante para lo que fui destinado." Después de un rato, el muchacho comenzó a mostrar movimiento y finalmente despertó; Grande fue su sorpresa luego de ver a su alrededor desconcertado y encontrarse dentro de las paredes de un lugar que no había visto antes. Sin dirigir la mirada a su protector, Obregón solo se dedicó a observar y analizar el lugar en el que se encontraba, las paredes de la extensa sala estaban adornadas con cuadros y los muebles de lujosas estatuillas, el piso y los sillones eran finos y el ambiente era cálido por la chimenea de la sala; La familia de su madre era adinerada, pero no lo suficiente para poseer todas estas comodidades y estos lujos eran más parecidos a los de Connor Tanner, era obvio que el muchacho no se encontraba en su hogar. Las palabras de Ian Josh sacaron al muchacho repentinamente de sus pensamientos haciendo que este se estremeciera y volteara a ver impresionado al detective quien se dirigió a él amablemente y con una amable sonrisa diciendo: -¡Hola, muchacho!- Obregón solo lo vio desconcertado, sin saludarle y sentándose en su asiento le preguntó -¿Quién eres tú? ¿Qué estoy haciendo aquí?- El detective se levantó de su asiento y caminando elegantemente por la sala respondió la pregunta del muchacho -Mi nombre es Ian Josh Lewis Queen, detective del cuerpo de policía del condado de Austin- Dijo mientras se acercaba a Obregón con su peculiar mirada psicópata haciendo que el muchacho se incomodase retrocediendo mientras este se acercaba a él -Pero lo más importante ¿Quién eres tú?- El muchacho tragó saliva mirando la sonrisa maníaca de un desconocido que posiblemente pudo haberlo secuestrado. -Mi nombre es Obregón Palmer- Respondió tomando aliento.

-¿Tan solo Obregón Palmer? Respondió Ian viéndolo con duda -¿No tienes segundo nombre o apellido.

-Tan sólo tengo un nombre y mi padre nos abandonó a mi madre y a mí cuando tenía tan solo once años.

-¿Y quién es tu padre?- Preguntó el detective sentándose al lado del muchacho mostrándose interesado por saber más sobre él.

-Mi padre es Connor tanner- Respondió Obregón bajando la mirada al suelo; Ian Josh impactado por lo que acababa de escuchar tomó bruscamente al muchacho del cuello de su ropa mirándolo fijamente a los ojos -¡¿Eres el hijo del ex embajador Connor Tanner?!

-Sí, Lo soy- Respondió el muchacho mirándole asustado y sin saber qué hacer.

 -¡Tu madre está en prisión y será procesada por algo que se supone que tu hiciste y que ella y tu padre cubrieron durante años comprando el silencio y la moral de personas inocentes!

-¿Cómo lo sabes?- Preguntó Obregón completamente desconcertado. Tomándole, esta vez fuertemente del cuello y más alterado que la vez anterior, el detective le preguntó nuevamente -¡¿Qué clase de familia es la que tienes?! ¡¿Es verdad lo que hiciste?! Y si es así, ¿Qué clase de monstruo eres tú?!- El muchacho, casi sin poder respirar, respondió al detective con la mayor sinceridad -No creo recordarlo sin embargo, estoy seguro que hice algo malo que ahora le trae problemas a quienes me rodean- Ian Josh lo soltó dejándolo en el sofá tratando de recuperar aire y tosiendo violentamente -¿A qué te refieres con qué "No crees recordarlo"?- Dijo sin dirigirle la mirada -Hay algo dentro de mí qué no puedo comprender y creo que ese algo, es mi propia alma- Respondió el muchacho mirando al detective quien al oír estas palabras lo vio impresionado -¿Qué eres?- Le preguntó -Te encontré viendo al vacío con un extraño brillo en tus ojos... tus extraños ojos púrpura- Añadió mientras veía su rostro desconcertado sin poder creer lo que veía, los ojos del muchacho eran púrpura y sus pupilas comenzaban a tornarse extrañas; No eran redondas, más bien comenzaban a ovalarse de manera vertical, parecidas a las de un felino. -¿Traes lentes de contacto?- Añadió preguntándole; El muchacho lo vio y respondió confundido:

 -No recuerdo ver al vacío o ser traído por ti a este lugar y no, no traigo lentes de contacto, simplemente nací con estos ojos- 

-Te desmayaste luego de eso, es posible que tardes tiempo sin recordarlo pero cuando lo hagas, ¡Te pediré respuestas y no te iras de aquí hasta que las hallas respondido todas!

-¡¿Qué es lo que quieres de mí?!

-¡Quiero que me digas qué eres!

-¡No sé lo qué soy, solo sé que le causé daño a las personas que amo!

-¡Mírate! ¡Este es quién eres!- Exclamó Ian Josh tomando un espejo y poniéndolo frente al rostro del muchacho quien al ver sus ojos comenzó a tener un fuerte dolor de cabeza sosteniéndola fuertemente y gritando de dolor para luego caer al suelo mientras Josh solamente lo miraba; Después de un rato, se levantó tranquilamente del suelo y poniéndose de pie con la cabeza baja mientras su oscura cabellera cubría su rostro -Ahora lo recuerdo...- Dijo silenciosamente para luego dirigir una fría mirada a Josh quien lo veía sorprendido -...Soy un demonio...- Dijo con una sonrisa en su rostro, la sonrisa que siempre había tenido el demonio Obregón, la sonrisa irónica del mayor de los siete demonios.

Al escuchar esto, el detective Josh tan solo lo vio sin poder decir palabra alguna, totalmente impactado para después soltar una leve risa la cual se tornó escandalosa y sádica por lo que acababa de escuchar; Mirando al joven demonio a los ojos le dijo sonriendo -Eres la respuesta que he buscado  por tantos años. El juicio será en una semana y tú eres una pieza importante para este caso y para el destino de la humanidad entera.

Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora