Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)

Capítulo 33 - Profeta

Y aconteció que luego de dos días después del juicio, Ian Josh firmó la custodia temporal del joven Obregón, siendo el día 11 de Febrero del año 2016. Esa misma noche, luego de que Ian Josh firmara los papeles legales del muchacho, al regresar a su mansión se acercó a la habitación donde Obregón dormía y abriendo la puerta se dirigió a donde se encontraba el muchacho durmiendo tranquilamente -¡Despierta, Obregón!- Dijo Ian Josh, tocando el hombro del muchacho para llamar su atención quien respondió rápidamente y vio con ojos adormitados al detective quien estaba de pie en frente de él -¿Qué ocurre?- Preguntó el muchacho -Ahora eres como mi hijo- Respondió Ian Josh riendo -Solo bromeo- Añadió -He firmado los papeles que dicen que ahora tendré tu custodia por un tiempo, me preocupa que todo esto te afecte así que quiero llevarte de paseo justo ahora- El muchacho se sentó en la cama y vio al reloj -Son las nueve de la noche- dijo Obregón mientras frotaba sus ojos -No seas flojo- Respondió Ian Josh -Vístete y saldremos en cinco minutos ¡La noche aún es joven para quienes la aprovechan!- El detective salió de la recamara del muchacho y se dirigió a la sala. Obregón no tuvo otra opción más que vestirse y abrigarse para salir. Ian Josh le esperaba afuera y abriendo amablemente la puerta de su auto lo invito a entrar en el asiento trasero de este -Te comportas algo extraño- Dijo Obregón con un poco de duda mientras entraba al auto -No voy a secuestrarte- Respondió Ian Josh sonriendo y entró al auto y este arrancó.

Ian Josh comenzó a conducir el auto en una carretera que se dirigía a los suburbios de la ciudad, en su parte más fría y oscura -¿Dónde estamos?- Preguntó el muchacho un tanto nervioso -Obregón...- Respondió el detective con seriedad -No quería mencionarlo antes pero, es tu turno de cumplir tu parte del trato- Luego de decir esto, Josh estacionó su auto enfrente de una tétrica mansión, su portón era de rendijas y al igual que la mansión era de color negro sin embargo, tanto el portón como la mansión se encontraba en mal estado; con algunas partes despintadas y un poco maltratadas, la mansión un aspecto espeluznante -¿De quién es esta tétrica mansión?- Preguntó el muchacho con un poco de temor -Aquí es donde vive mi primo- Respondió el detective -¿Tu primo?- Preguntó Obregón -Su nombre es Iván Leonard Luna- Añadió el detective -Es conocido en el bajo mundo de la magia negra y el ocultismo como "Banshee Luna". Es un demonólogo conocido y su fama no ha sido porque sea bueno, si no por que quienes lo conocen afirman que está loco. Años después de entrar en el mundo de la demonología comenzó a hacer rituales e invocaciones extrañas y, según los brujos y ocultistas afirman, ha logrado comunicarse tanto con ángeles como con demonios y espíritus malignos. Así también, se ha escuchado el rumor de que Banshee Luna ha logrado a travesar el velo que separa el Plano Material y el Plano Celestial logrando visitar el cielo e incluso, tal vez el mismo infierno- -¿Por qué hemos venido con él?- Preguntó el muchacho -Si es cierto lo que dicen- Respondió Ian Josh viendo hacia la puerta de la mansión -Podremos tener la oportunidad de salvar el alma de mi padre del infierno tal y como lo prometiste- Josh Volteó a ver al muchacho pues sabía que esas palabras lo harían recordar y de hecho así fue, sus ojos púrpura dieron un pequeño destello -Comprendo- Respondió Obregón y ambos lograron entrar gracias a una llave que Ian Josh tenía guardada en su chaleco -Banshee Luna es mi primo y le tengo mucha confianza y cariño- Dijo mientras ambos cruzaban el portal de la mansión -Sin embargo, no lo he visto desde que comenzó a hundirse en el ocultismo- Ambos, el muchacho y el detective, se acercaron a la mansión y luego de que el detective llamara a la puerta una sola vez, esta se abrió por si sola sin previo aviso. Ambos entraron, estaba oscuro, el ambiente era frio y pesado, como si la mansión entera estuviera profanada por entidades malignas o demoniacas. Al fondo de la sala, había una pequeña luz que resplandecía entre la oscuridad, Obregón vio a Ian Josh e Ian Josh le sonrió. Mientras se acercaban, escuchaban unos suaves murmullos, el muchacho logró una silueta de una persona que se encontraba arrodillada en el suelo y repetía unas palabras extrañas -¿Eso es latín?- Preguntó Obregón llamando la atención del personaje que se encontraba rezando esas palabras, haciendo que este corriera hasta la oscuridad -¡Por favor, primo!- Exclamó Ian Josh -¿Así recibes a tu más querido amigo? ¿Al que es cómo tu hermano?- -¿Joshy?- Preguntó el personaje desde la oscuridad y luego de que este palmeara dos veces, las luces se prendieron. En el suelo, Obregón observó que esa luz venia de unas veladoras que se encontraban alrededor de un pentagrama que había sido dibujado con lo que parecía ser sangre; Enfrente de ellos se encontraba el extraño personaje en posición de cuclillas y con la cabeza escondida entre sus brazos y rodillas. De pronto, el personaje se levantó lentamente siendo su cabeza lo último en alzar dando un efecto dramático a propósito. La apariencia de este personaje era tétrica y parecía ocultar muchos secretos; Su cabello era rubio y largo, domado con un elegante peinado hacia atrás; Tenía unos penetrantes ojos celestes detrás de unas gafas de gran aumento las cuales, con el resplandor de la luz y acompañado de una sádica sonrisa, le daban una perfecta característica que infundía una profunda duda sobre el buen juicio de este hombre; Su piel era un tanto pálida y poseía una muy delgada figura, vestía una camisa de color lila la cual usaba fuera de su pantalón negro y acompañada de una fina corbata color púrpura que tenía escritas las letras "B.L" en oro. Luego de tomar una pose erguida y sostener sus gafas con dramatismo, el personaje se presentó: -Mi nombre es Banshee Luna-

El Reino De Los Cielos

Miguel se encontraba en el cielo molesto, parecía que esperaba la llegada de alguien a su templo. Luego de un rato esperando, llegaron al templo dos ángeles, uno de estos era Matías y quien venía con él era un ángel de apariencia femenina que poseía dos pequeñas alas carmesí, esta segunda era Emuna -¡¿Por qué ha fallado el juicio?!- Exclamó Miguel molestó conservando una firme postura, dándoles la espalda a los recién llegados-¡Les hice una pregunta!- Exclamó nuevamente volteándose a ellos luego de un momentáneo silencio -¡¿Por qué el demonio no fue revelado?!- Exclamó de una manera más violenta golpeando su espada contra el suelo, Emuna tomó las manos de Miguel nerviosa y se arrodilló frente a él -Oh poderoso Miguel, él más grande de los arcángeles, a quien Lucifer y Zelabah le temen, él que hace temblar la tierra, él que...- -¡Deja de hablar, Emuna!- Exclamó Miguel empujando a Emuna al suelo -Eres el ángel de la esperanza no el de la adulación- Matías solo mantenía la cabeza baja mostrando sumisión y respeto -Dime Matías- Dijo Miguel viéndolo a los ojos-¿Por qué ha fallado el juicio?- Matías respondió solamente lo que se le fue preguntado -El tercer ángel, quien debía ser el juez, no se presentó según se le ordenó- -¡¿Y por qué no se presentó?!- Exclamó nuevamente Miguel, esta vez lleno de ira -No lo sé...- Respondió Matías -No he visto a Asriel desde que se humanó en La Tierra- Miguel suspiró decepcionado y les dio la espalda -Pueden retirarse- Dijo mientras se alejaba a hacia la silla en la que siempre se sentaba a observar La Tierra, en su corazón había decepción y angustia -Has encontrado al profeta- Dijo mientras observaba La Tierra -¿Que harás ahora, Obregón?-.