Capítulo 38 - Redimidos

150 8 0
                                    


Cada vez más, el demonio del Odio y la Venganza y el humano detective se acercaban al alma de Carl sin embargo, debían ser guiados por Shenabra quien iba a la cabeza aún encadenado pues Obregón había olvidado como enlazarse con las almas de sus presos. –No puedo creer que haya olvidado como encontrar las almas de sus esclavos, Lord Obregón- Dijo el demonio toro mientras avanzaban por el camino –Simplemente, jamás tuve tiempo de venir a torturarlos- Respondió Obregón –Pues a diferencia de otros holgazanes que habitan este reino, siempre he estado ocupado en asuntos importantes- dijo refiriéndose indirectamente a Shenabra quien solo gruñó levemente replicando -Aun así, eso debería estar en sus venas y recuerdos. Es el precio a pagar por humanarse supongo, olvidar su lado demoniaco no le ayudará a remediar la guerra que se aproxima sobre la tierra- Al escuchar Obregón esas palabras, se acercó a Shenabra impactado -¿Cómo sabes de lo que vendrá a la tierra?- Shenabra rió levemente y respondió -¿No lo recuerda? Usted mismo nos reunió a todos los demonios del infierno el día de su reencarnación junto con los otros seis Grandes Demonios: Nos dijo que vendrían tiempos gloriosos para el Reino del Inframundo y que cuando el día de su despertar llegara y ganarán la guerra contra los ángeles, nos llamaría a la tierra para habitarla y gobernar-. Obregón volteó la mirada decepcionado por su maldad –Me encargaré de arreglar las cosas, lamento deshonrar al infierno pero he vuelto a creer en la humanidad- Shenabra sonrió levemente y vio a Obregón -Supongo que no es tan malo- Respondió, Obregón le vio confundido –Al parecer, el ser demonios no quita el hecho de que en nuestro interior nuestros corazones sigan siendo fieles a nuestro verdadero Reino. El hecho de haber caído del cielo no quebranta nuestros corazones, nuestros corazones de ángeles-. Shenabra se detuvo y Obregón le veía perplejo tras escuchar sus palabras –Tú me enseñaste eso- Respondió Shenabra sonriéndole a Obregón -Ahora, has llegado a tu destino y también he llegado al mío- El cuerpo de shenabra, desde los pies hasta su cabeza comenzó a rodearse por una resplandeciente luz blanca. Obregón y Josh veían impactados a Shenabra cuando este comenzó a tomar una forma más humana rodeado por la luz y un fuerte viento: Su cabello se tornó blanco y sus ojos tomaron un color gris azulado; Su figura era delgada y fornida, utilizaba solamente unos pantalones de piel negros hechos por lo que parecía ser la piel de un demonio dragón; en su abdomen tenía una marca negra parecida a un tatuaje que subía desde el costado de su abdomen hasta su cuello y terminaba en su ojo derecho, la marca era parecida a la de un dragón, la cabeza del dragón terminaba en su cara haciendo que su ojo derecho pareciese el ojo de dicha bestia mitológica. Shenabra le sonrió a Obregón y en su mirada reflejaba nobleza –Gracias Obregón, por ti mi corazón está tranquilo y me he redimido a mi reino, mi verdadero y único reino. Shenabra extendió sus enormes alas y estas parecían a las de un dragón, eran blancas y muy largas y poseían plumas y escamas –Espero rectifiques tu camino y te vuelvas al reino- Añadió el Ángel Dragón y ascendió al cielo impulsado por sus majestuosas alas. Ian Josh vio impresionado a Obregón -¡¿Se puede ser redimido tan fácil?!- Exclamó preguntándole –Solo si tu corazón ha sido puro todo el tiempo y no has manchado tus manos con impurezas imperdonables como la sangre de ángeles o de seres humanos- Respondió Obregón mirando al cielo –Pero Shenabra tomó almas- Preguntó nuevamente el detective –Sin embargo, jamás mató a un ser humano físicamente y por lo que veo, jamás hirió a muerte a un ángel- el demonio bajó la cabeza y continuo caminando lentamente –Pero yo asesine ángeles y humanos de manera cruel- Susurró y derramó una lágrima ocultando su rostro entre su espeso cabello. Josh se dio cuenta de esto pero continuó avanzando detrás de Obregón –¿Y las almas que tomó Shenabra?- preguntó nuevamente –Fueron redimidas de igual forma y regresaron a donde pertenecen, al Cielo-. Respondió Obregón mientras continuaba su camino viéndose decepcionado de él mismo -¿Cómo sabes que van al cielo?- Añadió Ian Josh –No tomamos almas de humanos impuros. Si ya sabemos que vendrán al infierno ¿Para qué traerlos antes? A menos que hayan roto algún trato con alguno de nosotros, de ser así sus almas pertenecen aquí y aquí se quedarán- Obregón continuó caminando sin ver a josh al rostro, con la cabeza baja, el detective se acercó a él y colocó su mano sobre el hombro del demonio y le sonrió a pesar que este le vio con incomodidad –A pesar de que eres un demonio y hayas cometido muchos errores, sigues teniendo el corazón de un ángel- Obregón no supo que responder a esas palabras y dejó de avanzar quedando solamente con una mirada de impacto al vacío. Ian Josh continuó caminando, el alma de su padre estaba cerca, Obregón se sintió más tranquilo, como si un peso fuera librado de su corazón "Si no puedo ser un ángel, tal vez me convierta en un pródigo" Pensaba en su interior mientras avanzaba nuevamente.

Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora