El trato se había cerrado con un simple apretón de manos, Obregón acababa de aceptar que Ian Josh fuese su protector y ambos buscarían una forma de dejar el pasado del muchacho completamente cerrado al encontrar a Connor Tanner y hacerlo confesar sobre la manipulación del caso de Obregón del 2011 sobre el asesinato de Jareth y así poder redimirse para volver con la chica que lo hizo cambiar, Ashley.
Eran alrededor de las diez de la noche. Era una lluviosa noche, llena de descubrimientos y verdades que fueron reveladas y otras más que prometen salir a la luz más adelante. Ian Josh veía la lluvia por la ventana y Obregón se encontraba sentado en su sofá de una manera cómoda, como si nada le importase. El silencio se apoderaba de aquella enorme mansión, el único sonido que podía escucharse era el de la lluvia que caía violentamente acompañada de rayos y truenos. De pronto, una pregunta interrumpió el pacífico silencio -¿Todo esto tiene sentido?- Preguntó Ian Josh al demonio mientras contemplaba la lluvia a través de la ventana –¿A que te refieres?- Devolvió la pregunta Obregón, acomodando su oscuro cabello –A la vida en sí- Respondió Ian -¿Tiene sentido vivir tanto, si al final nos desvaneceremos como las gotas de lluvia que caen al suelo?- Obregón se levantó de su asiento y comenzó a caminar alrededor de la sala –No es tan simple- Respondió –La vida de una gota de lluvia es corta sin embargo, trae muchas cosas consigo: le da vida a las plantas, a los animales, a los ríos y lagos. Si fueras una gota de lluvia podrías ver muchas cosas: Contemplarías el cielo desde lo alto cayendo rápidamente hacia abajo, perdiendo altura cada vez más; contemplarías la vida de las personas, las que lloran bajo la lluvia, las que se aman abajo de ella o las que simplemente la ven caer y así se sienten menos solitarias.
-¿Qué quieres decir con todo eso?- Preguntó Josh pensativo aun viendo por la fría ventana.-Quiero decir, que la vida puede ser simple y corta, pero eres tú quien debe saber cómo aprovechar ese fugaz momento: Viendo cosas que los demás no han visto, dejando una marca en cada persona, y así cuando tu vida acabe, cuando esa de gota llegue al suelo, poder ser de beneficio para las personas que te conocieron. Caer en tierra nueva y dejar tu propio legado o simplemente caer en el suelo sin que nadie te recuerde, esa es tu decisión. Los ojos de Ian Josh se llenaron de lágrimas, pero estas no eran de tristeza, eran de felicidad. Miró a Obregón con una sonrisa y con la voz entre cortada logró decir –Gracias... Ahora sé que no soy una simple gota de lluvia, puedo brindar vida aún después de mi muerte- Obregón sonrió y ascendió con la cabeza diciendo con esto "Por nada". –Y ¿Cuál es tu historia?- Preguntó el demonio. –Mi vida no se compara con la de un ángel caído- Respondió el detective mirándolo con una leve sonrisa -¿Crees que ser humano te hace inferior a mí? Yo también soy un humano ahora, y su vida puede ser más compleja que la de nosotros los ángeles.
-¿Más compleja?- Preguntó Ian Josh con una leve risa sarcástica.
-Nosotros nacemos teniendo poder- Respondió el demonio –Ustedes nacen sin tener absolutamente nada y a pesar de ello superan sus límites, alcanzan sus metas y llegan a ser más fuertes de lo que esperaban, sea en su cuerpo o en su espíritu.
-Tienes razón...- Respondió Josh con la cabeza baja –Pero ustedes son seres celestiales y superiores a nosotros, nuestras vidas son simples comparadas a lo que ustedes pueden hacer.
-No somos superiores ni inferiores a otros- Respondió el demonio –Sin embargo, eso no nos hace iguales. Simplemente, somos creación.
Ian Josh no preguntó nada más, su pregunta había sido respondida y su corazón se sentía más ligero haciendo que dejara de sentirse tan poca cosa, tan infeliz, tan culpable y por fin podría comenzar a olvidar su oscuro pasado.
-Quiero mostrarte algo- Dijo el demonio nuevamente, luego de un corto silencio. Obregón invitó a Ian Josh afuera y ambos salieron a la carretera fuera del portón de la mansión, la lluvia había cesado y la luna brillaba fuertemente, cubriendo las carreteras de un blanco y hermoso resplandor. -¿Qué vas a mostrarme?- Preguntó Ian Josh contemplando aquel hermoso paisaje. Obregón colocó dos de sus dedos sobre la frente de Josh haciendo que los ojos de ambos comenzaran a brillar con una luz púrpura. -¿Qué ocurre?- Preguntó el detective; Sus rostro se vio deslumbrado al ver a su alrededor y notar algo increíble: Habían ángeles y demonios, caminando sobre la tierra; Algunos combatían y otros, tanto ángeles como demonios, simplemente se encontraban de pie al lado de las personas. La escena era un poco extraña, aparte de que podía ver a los seres celestiales, las personas se veían opacas, como si estas estuviesen detrás de una especie de tela delgada o un velo. -¿Qué es todo esto?- Preguntó Josh sorprendido, casi sin poder hablar –Este es el plano celestial- Respondió Obregón –La parte de la creación que a los humanos no se les permite ver-
-¿Por qué no podemos verlos?- Preguntó el detective viendo con curiosidad al demonio, quien aún tenía sus dedos sobre su frente.
-Aún no tienen la sabiduría suficiente para quitar ese velo. Sus amplios conocimientos y su rechazo a las ideas que según creen, son irracionales simplemente los hacen más ignorantes.
-Pero, hay ángeles aquí ¿Por qué no te atacan? ¿Acaso no pueden verte?
-No se les permite, simplemente fueron enviados para ser guardianes y protectores de los humanos. Al igual que estos demonios, fueron enviados para corromper el alma de los humanos. Los demonios fueron enviados para destruir la mente y quebrantar el espíritu de los hombres y los ángeles para protegerlos de las entidades del infierno. Estos pequeños demonios, no pueden hacer más que solo quebrantar su mente y su voluntad. Los demonios más grandes, son los responsables de las posesiones y los ataques físicos que pueden cruzar al Plano Material. Los ángeles de mayor altura son quienes los combaten.
El demonio retiró sus dedos de la frente de Josh, regresandolo del Plano Celestial. Ian Josh no tenía palabras para describir lo que acababa de ver, simplemente vio al demonio sonriendo deslumbrado de aquella grandiosa escena –Definitivamente no estamos solos- Dijo con un suspiro de aliento. Obregón sonrió levemente, dio media vuelta y regresó a la mansión.
Obregón pasó la noche en uno de los cuartos para huéspedes de la mansión del millonario detective y al llegar la noche, el pacifico, asustado y humano Obregón había regresado. El demonio había dormido nuevamente, pero los ojos del muchacho seguían alterando su forma al igual que su cuerpo. Faltaban solamente dos años para que el demonio despertase por completo.
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Corazón de Ángel (ETAPA FINAL)
FantasyDentro de un mundo dónde la razón es lo último que reina; Dónde los seres humanos viven solamente bajo un único propósito él cual es complacer los deseos de su propio bienestar olvidando la diferencia entre el bien y el mal. Un mundo corrompido dónd...