La Chica de las Pulseras Negras. | Bryan Mouque |

Capítulo 30.

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- ¿Desconfías de mí? - preguntó medio molesto. Voltee a verlo.
- Claro que no, Bryan. - Le di un beso casto. - Yo sé que nunca me harías daño, ¿cierto? - entrelace nuestras manos.
- Nunca. - Susurró.

Capítulo 30.

Los siguientes días Mario trato de hablar conmigo, pero se lo impedía. Sam y yo perdimos comunicación, no tenía a nadie para contarle de mi estado de ánimo. Bryan anduvo raro todo esos días, incluso se alejaba de todos, no sabía que tenía. Pensé que tal vez estaba así por lo que le había dicho, creía que se había decepcionado porque por un momento había desconfiado de él. Mi novio había cambiado, aveces se volvía cortante, incluso conmigo.

Habían anunciado que habría juego, yo me enferme de una gripe espantosa, así que no pude asistir. Alonso me contó que habían perdido, Bryan estaba muy distraído y mal humorado, incluso se había molestado con el entranador. Alonso era el único que se preocupaba por mí, es muy atento, te escucha y aconseja.

- ¿Qué pasa? - pregunté con una voz rara, ya que no podía respirar bien gracias a la gripe.
- No, no pasa nada, - respondió nervioso.
- Vamos, Alonso. Dime. - Le di un pequeño golpe en su hombro.
- Es... Bryan, - contesto.
- ¿Le paso algo? - me sobresalté.
- No. - rió, - es solo que no fue todo lo que paso ayer en el juego.
- ¿Aún hay más? - levanté una ceja.
- Sí...
- ¿Qué pasó? ¡Dime! - pedí.
- Bryan... Ayer... - suspiró, - Bryan ayer se peleó con Diego, después de que terminará el juego. Estuvo a punto de que el entrenador lo echará del equipo.
- ¡¿Qué?! ¿Por qué lo golpeo? ¿Bryan esta bien? ¿Cómo está Diego? - pregunté alterada.
- Tranquila, ____. Creo que lo mejor es que tú hables con Bryan. - explico. - Me tengo que ir, - miró su reloj - mi mamá me espera, te veo el lunes. - dió un beso en mi mejilla y salió de mi habitación.

Traté de llamarle a Bryan todo el fin de semana pero me mandaba buzón y los mensajes no me los contestaba.

El lunes me fui sola al instituto, cuando llegue busque a Bryan. Le pregunté a sus amigos pero dijeron que no había llegado. Cinco minutos antes del timbre, vi a Bryan llegar en su motocicleta, rápidamente me acerqué a él.

- Bryan. ¿Te paso algo? ¿Por qué no contestaste mis llamadas? ¿Qué pasó el Sábado? - pregunté rápidamente.
- ____, hablamos más tarde. No amanecí de buen humor. - Se puso su mochila en el hombro y entró al instituto. No me quedé con los brazos cruzados, así que lo seguí.
- Bryan, dime en este momento que paso el sábado. - crucé mis brazos y él se dió la vuelta para quedar frente a mí.
- ¿Quién te dijo? - preguntó molesto.
- Eso no importa, dime que fue lo que pasó. - vi como varios chicos y chicas nos miraban raro pero seguían su camino a sus respectivos salones.
- Fue Alonso, ¿cierto? - entrecerró sus ojos.
- ¡Bryan! ¡Por Dios! ¡Dime qué pasó! - dije alterada.
- ¡GOLPEÉ A DIEGO! ¡¿CONTENTA?! ¡NOS PELEAMOS! - golpeo con su puño uno de los casilleros.
- ¡¿Por qué lo golpeaste?! - dije en el mismo tono que él.
- Por... Cosas. - susurró.
- No debiste golpearlo, - dije.
- Ahora lo defiendes. - gruñó.
- ¡Por favor, Bryan! Deja de comportarte como un infantil. - rodé los ojos.
- Y tú deja de meterte en mis problemas, solo eres mi novia. - me reclamó.
- Tienes razón, solo soy tu novia, pero ahora ya no estoy muy segura de eso, hablamos luego. - me di cuenta que le había dicho lo mismo que a Mario.

En las clases estuve muy distraída, no puse atención, solo pensaba en el comportamiento de Bryan. En la hora del almuerzo, salí a la cafetería sola, y estuve comiendo sola, pero luego llegaron los chicos, pero Bryan no estaba con ellos.

- Hola, ____. - saludó Jos.
- Hola, chicos. - sonreí de lado.
- ¿Te pasa algo? - preguntó Alonso.
- No, todo esta bien. - conteste mientras jugaba con mi tenedor.
- ¿Dónde está Bryan? - pregunté.
- Esta de un humor... ¡Insoportable! - contestó Freddy haciendo un ademán. - Alan le dió un codazo.
- ¿Qué pasó ____? - preguntó el pelirrojo. Suspiré sin ánimos.
- Discutimos, - contesté. Vi como Jos quería decir algo, pero una voz lo interrumpió.
- ____, ¿podemos hablar? Tengo que decirte algo. - era Diego.

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Bai. 🌚

¡Paz!

@Iseela_Castillo