La Chica de las Pulseras Negras. (Bryan Mouque y Tú)

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● Antes de que empieces a leer mi novela :3 ●
Queda prohibido la copia y adaptación, lo siento. •

Sonó mi despertador 6:00 AM exactamente. Otro largo día de humillaciones, reclamos, insultos por parte de mi familia y de algunos compañeros de clase.

Suspiré cansada, me levanté de mi cama y fui directo al baño. Me di una ducha rápida, me cambié, cepillé mi cabello, tomé mi mochila y bajé las escaleras.

Ya estaba el desayuno servido, ahí estaba mi mamá y Kimberly desayunando. Mi mamá veía sus revistas y Kim (que es mi hermanastra), estaba comiendo.

— Buenos días. — Saludé. A lo que nadie me contestó. tomé un vaso de jugo de naranja, y lo bebí. Al terminar me despedí, pero igual me ignoraron.

Les contaré mi vida. Tengo 17 años, tengo mamá, papá, y una hermana, bueno ella es mi hermanastra pero de una u otra forma sigue siendo mi hermana. Mi vida no es perfecta, a pesar de tener a mi familia "unida". Mi mamá es diseñadora de ropa para pasarelas. También es fotógrafa, algunas veces ella misma se encarga de fotografiar a sus modelos. Pero es rara la vez que eso pasa. Mi papá siempre esta en su oficina, aveces llega hasta altas horas de la noche con copas de más, y algunas veces su ropa huele a perfume de mujer, ya sabrán por qué.

Mi mamá nunca me dió ese amor que algunas mamás les dan a sus hijos y mucho menos mi padre. En realidad Víctor (ahora esposo de mi mamá) no es mi verdadero padre. Mi madre me contó que cuando ella salió embarazada mi papá la dejó y no supo más de él. Por eso mi mamá trabajó mucho para ella y para mí. Siempre había niñeras en mi casa para que me cuidaran, porque mi mamá siempre estaba ocupada trabajando, luego de unos años, conoció a Víctor y al cabo de unos años se casaron. Pero Víctor ya traía consigo a Kimberly. Por lo que tengo entendido la mamá de Kimberly falleció cuando ella (Kim) nació, por eso su papá (Víctor) se encargó de ella.

Kimberly creció odiándome y no se por qué. Mi mamá siempre se desquita conmigo por los problemas que tiene con mi papá, bueno yo así le digo a él, papá. Mi papá nunca está por lo que ya les dije, siempre llega tarde y casi siempre está en su oficina.

En el instituto siempre me humillan unos compañeros de clase, tampoco sé el porque. Supongo que no soy como ellos, se les hace fácil insúltarme porque saben que yo nunca les voy a contestar; soy débil ante los ojos de todos. Mario y Sam son mis mejores amigos; ellos siempre me defienden cuando tratan de golpearme o insultarme. Por eso los apreció mucho, nunca me han dejado sola.

Pero no todo es color de rosa. ¿Alguna vez se han sentido que son un estorbo para todo el mundo? ¿Han sentido como si sus padres no quisieran que hubieses nacido? ¿Que todo el mundo los odia? Bueno aveces yo me siento así, o bueno todos los días a excepción de cuando estoy con mis amigos. Pero cuando estoy con mi familia siempre me hacen saber que soy un estorbo, que no sirvo para nada; gracias a eso me corto. Paso las pequeñas navajas por mis brazos, aveces creo que ya me acostumbre a ello, ni siquiera siento dolor cuando me hago las heridas. Creo que es más fuerte el dolor que siento dentro de mí que el dolor por los cortes en mi piel.

Salí de mi casa caminando, pero luego escuché la bocina de un coche detrás mio. Era Beto, en realidad a él le molesta que lo llame así pero es divertido molestarlo.

— Te dije que yo pasaría por tí. — dijo desde el auto.
— No es necesario, Beto. — reí.
— Mario, ____ , ¡Mario! — rodó los ojos. — Anda, sube. Llegaremos tarde. — sonrío.
— Esta bien. — reí y subí a su auto.

En el camino sólo nos la pasamos cantando como locos. Siempre era lo mismo. Él me alcanzaba en su coche y después insistía en llevarme al instituto; de todos modos el también iba para allá y era mi mejor amigo, pero eso ya sería aprovecharme de él, por eso nunca le hago caso y siempre me adelanto para que no me alcance, pero es imposible.

Al llegar, bajamos del auto, íbamos a mitad del camino para entrar al instituto pero a Mario se le olvidaron unos cuadernos así que se regresó corriendo a su auto, me dijo que lo esperará y obedecí.

Vi que ahí estaba el grupo de "los populares" eran los típicos chicos del grupo de futbol americano. Pero eran todos unos patanes. Siempre traían a una chica diferente cada semana, no era para precisamente salir con ella, si no para llevársela a la cama y después botarla. En el grupo de los populares estaba Freddy, Jos, Alan, Alonso y Bryan. También había unas chicas plásticas con ellos pero sólo andaban con ellos porque querían ganar popularidad. Aunque algunos dicen que cuando ellos no conseguían alguna chica en la semana, se acostaban con algunas de ellas y luego actuaban como si no hubiera pasado nada. Lo sé, ellas mismas se dejan humillar.

Debo admitir que uno de ellos me llama la atención, es Bryan. Pero apuesto que ni sabe que existo. Los cinco estaban recargados en los coches de Alan, Jos y Alonso. Freddy y Bryan traían sus motocicletas pero también tenían carro.

— ¡Buu! — Me asusté un poco, volteé; era Samantha.
— ¡Sam! Hola. — Nos abrazamos.
— Hola, ____. —  sonrío. — Oye, ¿dónde esta Beto?
— ¡Mario, Samantha!, ¡soy Mario! — Se escucho la voz de Mario detrás de nosotras.
— Ya, tranquilo, BE-TI-TO. — soltó una carcajada mi amiga.
— ¡Ya basta! Es tarde, entremos a clase. — reí.
— Vamos. — dijeron al unísono los dos.

La primera clase nós toco a los tres estar juntos, Mario se sentó atrás de mí y Samantha delante mío, por lo tanto estaba en medio de ellos dos. Nos sentamos a esperar al profe, pero no llegaba. Vi entrar a Bryan con sus otros amigos, de repente nuestras miradas se conectaron. Pero inmediatamente bajé la mirada, y él siguió su camino a su lugar.

El profe de Geografía se hizo presente, entonces comenzó la clase. Todos estaban aburridos, unos platicaban, otros hacían tareas que no eran de esa clase, otros simplemente se estaban dormiendo y yo estaba haciendo garabatos en mi cuaderno. Sam estaba platicando con su novio por mensajes en el celular, por otro lado Beto estaba jugando con mi cabello, y eso me molestaba porque lo estiraba y dolía.

— Basta, Mario. — susurré.
— Estoy aburrido. — contestó.
— ¡Y eso a mi no me importa! — lo dije en un gritito.
— Señorita ____ , la clase también quiere saber el chisme, cuéntenos. - dijo el profesor cruzándose de brazos.
— No es nada, profe. No volverá a pasar. — contesté.
— Que no se vuelva a repetir. — se giró nuevamente al pizarrón. Me giré un poco quedando frente a Mario, lo fulminé con la mirada, él sólo rió un poco y me aventó un beso como lo suele hacer cuando me hace algo así. Me giré nuevamente para anotar lo que había en el pizarrón e ignore a Mario por completo.

Pasaron tres clases más, en una me tocó con Mario, en otra con Sam y en la que es antes del descanso estuve sola. Al tocar el timbre todos salieron del salón como si su vida dependiera de eso, yo me quede sola, guardando mis cosas. No me fije que ahí estaban Alan, Jos y Bryan con un tipo que sacaba buenas notas. Me imagino que lo estaban amenazando para que les hiciera la tarea o algo por el estilo. Negué con la cabeza y salí disparada del salón hacia la cafetería para buscar a mis mejores amigos.

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Esta es la primera novela que subo aquí :)
Me llamo Isela, ya he escrito otras novelas, pero las publico en Facebook.
Espero que les vaya a gustar mucho :3
Voten y Comenten, por favor.
Paz! ✌

Editado. 4.06.16.

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