Capítulo 18. "Cita" (Parte 1.)

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Capítulo anterior...

- Debemos hablar, ____. - dijo cuando dimos la vuelta para entrar a la calle en donde yo vivía.
- Lo sé, Bryan. Pero no estoy de humor, será después, ¿vale? - sinceramente no me sentía con fuerzas de nada.
- Hemos esperado mucho, porque creo que tu también quieres hablar conmigo, ¿cierto?. - totalmente cierto. Pero no ahora.
- Si... - susurré, - pero no ahora.
- Por favor, ____. - lo notaba desesperado.

Se detuvo frente a mi casa, no estaba Víctor ni mi mamá, Kim siempre llegaba más tarde. Volteé a ver a Bryan, y luego solté un suspiro de cansancio.

- Esta bien, pero te vas a tener que esperar, quiero darme una ducha. - hice una mueca de disgusto.
- Claro. - sonrió.

Capítulo 17. (Parte 1)

Entramos a mi casa, después subimos a mi habitación, Bryan se quedo en uno de los pequeños sillones que tenía ahí y yo por mi parte busque ropa para meterme a bañar y cambiarme ahí dentro. Después de algunos 20 minutos, salí con mi cabello húmedo, lo cepille y así lo deje para que se secara. Sentí la mirada de Bryan en mi, eso me hizo voltear y mirarlo extrañada.

- ¿Qué pasa? - pregunte con el ceño fruncido.
- Eres muy sencilla, eres diferente a las demás, no te echas esas cremas caras y todo eso que las chicas se ponen del diario para tener una "linda cara" - dijo entre comillas. - Por eso me gustas... - susurro. No pude evitar sonrojarme.
- No digas mentiras. - aun no se me pasaba el coraje.
- ¿sigues con lo mismo? - asentí, enojada. - Bueno, para eso te pedí que habláramos. - me senté en mi cama, cruzada de brazos para darle oportunidad de explicarme las cosas. - Mira, creo que ya entendí un poco las cosas. Alonso me dijo que tu saliste de la fiesta llorando, porque habías me habías visto besándome con otra chica. - explico. - No recuerdo nada de lo que paso esa noche, solo recuerdo que antes de que empezara a tomar, te vi a tí y a Lucia platicando y riendo, no quise interrumpir su platica, así que me fui con los chicos. Ellos ya estaban muy tomados, al idiota de Freddy se le ocurrió hacer un juego donde tomáramos un vaso grande lleno de quien sabe que alcohol, yo no quise jugar porque te llevaba a tí, pero ellos empezaron a decirme cosas y todo eso, para que me dejaran de molestar acepte y tome uno de esos vasos grandes, lo tome hasta el fondo. Después me aleje de ellos para tomar algo en la barra, llego un viejo amigo a hacerme platica, por estar platicando con él, tome mucho, de ahí ya no recuerdo nada. - ok, creo que eso explicaba algo.- Mi amigo me dijo que de repente llego esa extraña chica y me beso, y creo que ella también estaba muy tomada. No estaba en mis cinco sentidos, pero se que hice mal en tomar mucho, perdón por hacerte sufrir con esto, por hacerte enojar y por hacerte pasar ese mal rato. - se disculpó cabizbajo.
- No me hubiera molestado si hubieras interrumpido la conversación. - conteste cabizbaja.
- ¿Me perdonas, linda? - se acercó a mi, agachándose para quedar a mi altura.
- Si, Bryan. - él sonrió de inmediato.

*      *     *

El jueves y viernes, volvieron a ser como antes, nuevamente me juntaba mucho con Bryan, claro trataba de no alejar a Mario de mí, ahora no estaba Sam y solo el me tenía a mi y yo a él.

¡Por fin el sábado había llegado! Yo estaba más que feliz, el sábado me desperté tarde, anduve en pijama todo el día, solo me la pase encerrada en mi habitación, viendo televisión, comiendo "comida chatarra" a mi mamá no le gustaba que comiéramos eso, Kim y yo siempre la comíamos a escondidas, aunque ni tanto, nunca estaba en casa y cuando estaba solo estaba en su despacho. Como a eso del medio día me llego un mensaje en WhatsApp, era Bryan. Abrí el mensaje y decía...

"Hola, Bonita.
Me preguntaba si querías ir a cenar conmigo esta noche, sería como una "cita".Vamos, será divertido."

Solté el bote de helado y empecé a dar brincos en mi cama como loca, ¡Tendría una cita con Bryan! Escuche una risita, pensé que era Kim ya que no la había visto desde la mañana, pero recordé que ella se había ido con unas amigas suyas al cine. Escuche un ruido volteé a ver hacia mi ventana, ¡era Bryan! ¡Santa mierda! Estaba hecha un desastre y de seguro me había visto brincar en la cama. Me puse roja al instante.

- ¿Eso significa que es un si? - me miro sonriendo
- ¿Qué haces aquí? ¿Y por qué subes por la ventana? - pregunte confundida pero aun roja.
- Si quieres subo por las escaleras - encogió sus hombros y luego se dio la vuelta para salir por la ventana.
- ¡Espera Bryan! - grite.
- ¿Qué? - me miro haciendo una mueca de confusión.
- No, tonto. Quédate aquí. - reí. - ¿Desde cuando estás ahí? - le pregunte riendo.
- Lo suficiente para entender que tus brincos significan un si. - me tomo de mi cintura juntando nuestros cuerpos. Me sonroje avergonzada. - Tranquila, bonita. Te vez muy linda sonrojada. ¿Entonces me concedes el honor de tener una cita con usted bella damisela? - tomo mi mano derecha y luego beso mis nudillos. Sonreí al instante. Tome mi celular para responder su mensaje.

¡Me encantaría!

Él leyó el mensaje, luego sonrió e inmediatamente me abrazo.

- Paso por tí a las Ocho en punto. - susurro en mi oído. - Me voy, bonita. Ponte más guapa de lo que ya estás. - sonrió guiñandome un ojo. Luego deposito un beso muy cerca de mis labios. Se dio la vuelta saliendo por la ventana. Cuando salió, fui a fijarme como le había hecho para trepar hasta mi habitación, pero me lleve la sorpresa de que ahí estaban los chicos, Alan, Freddy, Jos y Alonso.

- Hola, ____. - Saludo Alonso desde abajo.
- Hola, Chicos. - reí.

Volví a acostarme en mi cama, sonreí como nunca por lo que Bryan me había dicho, "ponte más guapa de lo que ya estás". Apenas eran las doce con cincuenta del medio día, faltaba mucho para la noche, así que me puse a ver más películas, al estar viendo 3MSC me di cuenta que ya eran las seis con veinte minutos, me la había pasado en mi cama viendo películas todo el día y comiendo lo que encontraba en la cocina.

Era hora de levantarme y hacerme ver linda aunque fuera por un día. Revise mi clóset, con la esperanza de encontrar algo decente para la ocasión, pero no corrí con suerte. Una idea se me vino a la mente, mamá hacia pasarelas, siempre le sobraba ropa, ya sea vestidos, faldas, blusas o lo que fuera para una nueva moda. Esa ropa siempre la ponía en un cuarto donde solo había cosas de ella, decidí tomar prestado un vestido y unos tacones, de todas formas esa ropa ya no iba a ser usada por nadie.

Después de varios minutos buscando el indicado, encontré uno, de color negro, tenía una tela que cubría mi pecho y llegaba a mi cuello rodeando como un collar. Ahora faltaba lo peor: los tacones. Mi mamá un día nos explicó a Kim y a mi que para no cansarnos debemos escoger unos que la punta se eleve un poco hacia arriba, no los debemos de escoger tan altos y para no caernos al momento de caminar primero debíamos pisar con el talón y luego todo el pie, o algo así entendí. La verdad era que nunca le ponía atención porque todo eso se me hacía súper incomodo y aburrido, pero tendría un día especial y debía sacrificarme.

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¡Hola!
Acepten que el capítulo esta largo ┐(*w*)┌
La segunda parte de este capítulo, tal vez la suba mañana 7u7

¿Les gusto el capítulo? :3
Díganme en los comentarios :)

Por cierto, Gracias a la chica que estuvo leyendo toda la novela, y voto por todos los capítulos y también me siguió. :')
Me gusto mucho tu comentario, gracias. Creo que se llama María Rene :)

También muchísimas gracias a todas las que están al pendiente de esta novela :3 Son un amor <3

Las quiero muchísimo :3 ♡

Les dejo mis redes sociales:
Twitter/ Instagram / Ask: @Iseela_Castillo

Buenas noches :)

¡Paz!

La Chica de las Pulseras Negras. | Bryan Mouque |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora