La Chica de las Pulseras Negras. | Bryan Mouque |

Capítulo 5. "Química en Común".

(Capítulo anterior)

— ¿Voy? — pregunté.
— Sí. — contestaron al unísono.

(Ahora si, capítulo 5 xD)

Suspiré y me dirigí a su mesa.

—Hola. — sonreí. Pero no tuve respuesta. — Hey. — volví a saludar pero lo único que conseguí fueron las burlas por parte de mis amigos. — ¿Hola? — volví a saludar confundido, esta vez la niña me hizo caso, le hice una seña para sentarme al lado de ____, ella asintió con confusión. Luego de unos segundos ____ levantó la vista hacía su hermana y luego hacía mí, dió un saltito en el asiento, asustada y luego sonrió tímida.

— Hola. — Saludé nuevamente.
— Hola. — Sonrió.
— Me preguntaba... Si quisieras comer con nosotros o que nosotros comamos con ustedes en esta mesa, ya sabes, para platicar y conocernos.  — coqueteé con ella. Miró a la niña y ella asintió.
— Cla... Claro... Por supuesto. — miró a la mesa en dónde estaban los demás.

Los chicos se unieron con nosotros. Como pudimos nos acomodamos para caber todos en una sola mesa, ____ estaba nerviosa y la niña, confundida.

— Eres _____, ¿cierto? — pregunté sonriendo.
— Sí, y tú, Bryan, ¿verdad? —
— Así es; supongo que ya los conoces, ellos son Alan, Alonso, Jos y Freddy. — presente a mis amigos.
— Sí, ya los había visto es el instituto; ella es mi hermana, Kimberly. - volteamos a ver a Kimberly.
— Solo díganme, Kim. — sonrió.

Estuvimos platicando, ella es muy chistosa y divertida. Su hermana también platicaba con nosotros, pero con ____ casi no. Incluso tome el IPad de ____ y todos nos tomamos fotos. Fue un día muy divertido, lo admito.

Como todo un caballero me ofrecí a llevar a ____ a su casa, a lo que ella aceptó algo dudosa. Llegamos a su casa entre risas, y chistes malos por parte de ella. Me agradeció y luego depositó un beso en mi mejilla, Kim se despidió de mí agitando su mano.

* * *

____

El lunes se había hecho presente; con mucha pereza me di una ducha, me cambié y me hice un moño alto medio despeinado.

Como siempre Mario me encontró a medio camino en su auto negro, le conté lo que había pasado el día anterior, lo decía con mucha emoción porque Bryan era lindo, aunque Mario dijo todo lo contrario, porque según él, Bryan era un patán, un idiota y sólo se acostaba con mujer tras mujer.

Llegamos al instituto con insultos de Mario hacía Bryan, yo pegándole en su brazo para que se callara y por supuesto los dos sin ganas de entrar a clases. A medio camino hacía los casilleros nós topamos con Sam, por supuesto le conté lo que había pasado con Bryan y los demás, a lo que ella me dijo que tuviera cuidado con esos chicos, pero que se alegraba de que al fin Bryan me tomaba en cuenta.

Horas después llegó el tan esperado descanso. Yo buscaba con la mirada a Bryan, ya que sus amigos y él me habían sonreído en varias clases, incluso me saludaron en la clase de Álgebra.

Los vi en la mesa de siempre pero esta vez habían más personas ahí de lo común ¿y como no?, si también ahí estaba Diego; otro chico guapo, con ojos grises, cabello negro, piel blanca. Diego también tenía su grupo de amigos, que también eran guapos pero igual que el grupo de Bryan, eran unos patanes. Aún no entiendo por qué ellos se habían portado tan bien conmigo en aquel restaurante de comida rápida, no eran unos arrogantes ni presumidos, se habían portado amables y habían sido muy graciosos.

Como no pude captar la atención de Bryan, por tanta gente rodeándole, empecé a comer con mis amigos y a reír con los chistes de Mario. A medio descanso apareció Bryan con Alan, Alonso, Jos y Freddy. Bryan estaba traía una sonrisa falsa en su rostro, al igual que Alan y Freddy, Alonso se veía molesto y Jos estaba serio. Se notaba a kilómetros.