Epílogo.

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- ¡_____! ¡Bryan ya esta aquí! - escuché el grito de Kim.
- ¡Voy! - conteste. Arregle mi cabello, por última vez me vi al espejo y salí de mi habitación.
- Te vez más hermosa de lo normal. - dice Bryan como todo un adolescente enamorado, mientras yo bajaba las escaleras. A pesar de que los años han pasado no puedo evitar sonrojarme cada vez que él me dice algo así.
- Tú te miras muy guapo. - digo besándolo.
- Sí, sí, sí. Ya, es hora de que se vayan. - dice Kim, Bryan le guiña un ojo y ella ríe. Los miré confundida, ¿qué traerán entre manos?
- Bien, me voy Kim. Papá no tarda en llegar, no salgas sola, ¿entendido? - ella asintió. Hice las pases con Víctor, le volví a decir "Papá".

Salí de mi casa con Bryan, él me llevaba de la mano, al llegar al auto me abrió la puerta y la cerró, rápidamente dio la vuelta al auto para subirse. En el camino notaba a Bryan nervioso, así que reí de él.

- ¿Qué es tan gracioso? - preguntó Bryan.
- Tú, - contesté riendo. - Cuando te pones nervioso es muy gracioso.

Bryan me sonrió, mordí mi labio inferior para dejar de reír. Llegamos a un restaurante, lo recordaba muy bien a pesar de no venir hace algunos cinco años, el lugar seguía casi igual.

Era el restaurante en donde vine con Bryan a una cita, la cita en donde me pidió ser su novia, sonreí grandemente. Entramos al restaurante, un mesero nos guió hasta una mesa de dos personas. Bryan me ayudó a sentarme y después él se sentó frente a mí.

- Hace mucho no venía. - dije viendo todo a mi alrededor como la primera vez que me paré ahí.
- Me encanta este lugar, - dice Bryan tomando mis manos que estaban sobre la mesa. - Me trae muy lindos recuerdos.

El mesero volvió y tomó nuestras ordenes, me la pasé platicado con Bryan, siempre me hacia reír así que nos divertíamos mucho. Al terminar Bryan pidió el postre. El mesero llegó con un plato grande y hondo, en el había helado. Era idéntico al postre que habíamos pedido la primera vez que vinimos, cuando yo tenía 17 años y Bryan 18. Ahora él tiene 24 y yo 23.

- _____, quiero que sepas que te amo, te amo como nunca lo he hecho, me alegra muchísimo saber que eres mi novia, que estamos juntos y que pasamos los momentos más difíciles. Quiero que sólo estés a mi lado, por el resto de mi vida. Quiero levantarme por las mañana y saber que eres mía, sólo mía por el resto de tu vida. - Bryan lentamente volteó el plato, en el helado había un pequeño letrero que decía "¿Te quieres casar conmigo?". Abrí mis ojos como dos grandes lunas llenas, puse mis manos sobre mi boca, mis ojos se inundaron. Bryan se levantó y se arrodilló frete a mí con el anillo.
- ¿Te quieres casar conmigo, mi amor? - preguntó.
- Por supuesto que sí, Bryan. - contesté llorado de felicidad. Bryan puso el anillo sobre mi dedo, y después me besó, un beso diferente a todos los demás, este beso era especial. Las personas que estaban ahí aplaudieron, sonreí con mis mejillas rojas y abracé a mi futuro esposo... "esposo" suena muy bien.

* * * *

- Te miras hermosa. - dice mi mamá con lágrimas en sus ojos.
- Mamá, ya me lo dijiste más de diez veces. - reí. - Pero, gracias. - Mamá había mandado a hacer un vestido con un famoso diseñador, el vestido es realmente hermoso.
- Es hora. - dice Mario entrando. - Estas bellísima. - dice viéndome.
- Gracias, Beto. - contesté.

Bajé las escaleras con ayuda de Sam, ella era mi dama de honor y Mario es uno de los padrinos. Subí al auto de mamá, no tengo ni la más mínima idea de donde será la boda. Bryan me dijo que él se encargaba de eso pero no me dijo que lugar sería, según él es una sorpresa.

Después de unos minutos llegamos, con cuidado me ayudan a bajarme del auto, ya que debía traer una venda en los ojos ó eso me dijo Mario.

Sentí pasto, ¿en dónde estoy? Pienso pero sigo caminando.

- Es hora, ____. - Mario me quitó la venda de los ojos, estábamos en el parque en donde yo siempre venía cuando estaba triste. Quería llorar, este parque siempre será especial para mí.
- Si era árbol pudiera hablar te diría que esta muy orgulloso de tí, siempre venías cuando estabas triste y ahora el árbol es testigo de que serás feliz de por vida. - dice Mario mientras caminábamos hacía Bryan. Observé todo el parque, estaba cuidado y muy bien decorado. En las primeras filas frente al altar estaban los chicos, Sam, Mario, mis papás y la familia de Bryan. Atrás de ellos estaba Lucia con otros amigos que teníamos en el instituto. Al llegar al altar solté a Mario, Bryan me tomó de las manos y sonrío.
- Cuídala mucho ó te golpearé. - agregó Mario sonriendo. Reí y miré a Bryan.

Luego de unos minutos escuchando al padre llegó lo que todo esperábamos.

- Bryan Mouque, ¿aceptas por esposa a ______ para amarla, respetarla en la salud o enfermedad hasta que la muerte los separe? - preguntó.
- Acepto. - Bryan contesto. Puso el anillo sobre mi dedo, empiezo a llorar, por fin tengo mi final feliz.
- ____ ¿aceptas por esposo a Bryan Mouque para amarlo, respetarlo en la salud o enfermedad hasta que la muerte los separe? - preguntó.
- Acepto. - contesté. Puse el anillo en el dedo de Bryan.
- ¿Hay alguien quién se ponga?, que hablé ahora o callé para siempre. - preguntó el padre a todos los invitados. Todos estaban callados observando tiernamente la escena.
- Bien, por el poder que me otorga la iglesia, los declaro marido y mujer. Puedes besar a la novia. - Bryan me tomo de la cintura y me besó, oficialmente somos esposos y Bryan es mio.
- Es hora de tener nuestro final feliz, ____. Te amo. - susurró en mi oído.

* * * *

Oficialmente es el fin :(

Pero sigan, les tengo una sorpresa \•~•/

Agradecimientos ------>

La Chica de las Pulseras Negras. | Bryan Mouque |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora