Capítulo 35.

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El camino al hospital era lento para Mario, pero en realidad iban a toda velocidad, según los paramédicos. ____ seguía inconsciente, los nervios de Beto aumentaban conforme pasaban los minutos. Aunque todo estaba pasando muy rápido.

Al llegar al hospital bajaron rápidamente, llevaron a la chica a la sala de urgencias para atenderla. Mario quería pasar, pero como siempre, las enfermeras no lo dejaron entrar y se tuvo que quedar en la sala de espera. El chico pelinegro se dio cuenta que sus manos traían sangre, una enfermera se dió cuenta y ella misma lo limpio ya que Mario no hacía nada más que temblar y llorar.

Por otro lado estaba Alonso, él había leído la carta, por cierto, esa hoja la llevaba Mario en su chamarra. El ojiazul tuvo que contactarse con los papás de ____, bueno, en realidad buscó el celular de su amiga para marcarle a su mamá, que contestó después de la tercera llamada.

- ¿Qué quieres ____? Estoy muy ocupada. - dijo la señora al contestar.
- No... No soy ____. Soy Alonso Villalpando, un amigo de ____. - contesto Villalpando.
- Bien... ¿Qué pasa? - preguntó la madre de ____ algo insegura.
- Se acaban de llevar a ____ al hospital. Intento suicidarse. - soltó sin más, Alonso.
- ¡¿Qué?! -

Narra Bryan.

Faltaban unas horas para que las clases terminaran, sentía algo en mi estómago, no era hambre. Era un vacío diferente, estaba impaciente y no sabía porque. Tenía el pequeño collar de ____ en mis manos, la culpa me invadía, la voz de Steffy cada vez me fastidiaba más. Sabía que algo estaba pasando.
Salí del salón sin permiso, antes todo era así, hacía lo que quería, pero ___ me cambió por completo. Deje a Steffy sola, fui a las gradas, no había nadie. Saqué un cigarrillo de mi mochila, casi no fumaba, sólo cuando iba al bar con los chicos y cuando estaba estresado. Miraba mi celular, estaba en duda por llamarle ó no a ____. Había hecho mal en alejarme de ella sin explicación alguna, solté el humo por mi boca y decidí llamarle. Una, dos, tres, cuatro, cinco llamadas y ella nunca contestó. Pensé que tal vez estaría en su casa, así que me decidí ir en busca de ella. Practicaba lo que le diría, las disculpas que le daría y así me fui todo el camino.

Al llegar noté el carro de Alonso y de Mario afuera de su casa, estaba por entrar cuando vi a alguien salir de aquella gran casa, vi que era Alonso.

- ¿Alonso? ¿Qué haces aquí? - pregunté. Él sólo me ignoró y siguió su camino al auto. - ¡Hey! No me ignores, ¿qué pasa? - él siguió con lo mismo hasta que entró a su auto. - Basta, Alonso. Deja de ser infantil y dime que te pasa. - puso mis manos sobre su puerta para poder verlo dentro de su coche.
- Aléjate, por favor. Tengo prisa. - dijo seco.
- ¡Alonso, por Dios! - me desesperé. - ¿Qué diablos te pasa? - volví a preguntar.
- ¿Qué me pasa? ¡¿Qué me pasa?! ¡¿Que te pasa a tí?! ¡¿Qué mierda te pasa a tí?! No te das cuenta de lo que estaba pasando, de lo que estaba por pasar, por Dios, Bryan. - dijo gritando.
- ¿De qué hablas? - pregunté en el mismo tono.
- ¡____ ESTA EN EL HOSPITAL! ¡ESO PASA! INTENTO SUICIDARSE, Y POR MÁS QUE SUENE FEO, TÚ TUVISTE QUE VER EN ESO. - contestó furioso, hasta su cara se volvió roja.
- ¿Qué? - fue lo único que pude decir.
- Ella dejo una carta, diciendo sus motivos, yo la leí. Ella... Ella estaba destrozada, Bryan. - dijo llorando. - No es justo lo que le hiciste. Sólo... Sólo espero que este bien. - dicho esto arrancó a toda velocidad. Dejándome con mil dudas. No sabía que hacer, estaba helado, en shock. Regresé a mi auto, esto no podía estar pasando, no podía. Lágrimas salían de mis ojos, ¿por qué fui tan estúpido? ¿Por qué la lastime? ¿Estará bien? ¿Qué decía esa carta? Esas y más preguntas pasaban por mi cabeza, pero para mi desgracia ninguna tenía respuesta. Apreté fuerte el volante de mi auto, grité de coraje, angustia y desesperación.

Narrador Omnisciente.

Pasaron dos horas en el hospital, ya estaba la madre de ____ ahí, lamentándose por todo el daño que le hizo a su hija, Víctor estaba con ella al igual que Kim. La adolescente no hacía más que ver al piso y llorar en silencio. Mario no decía nada, sólo veía de reojo a la familia de su amiga. Media hora más tarde llegó Alonso para hacerle compañía a Mario.

Hacía frío, así que Mario optó por meter sus manos a las bolsas de su chamarra, esperaba el café que le llevaría Alonso, ya que este fue a comprar cafés para todos. Se dió cuenta que había un papel en una de sus bolsas, era una carta. La abrió y empezó a leer todo, cada palabra que decía ahí le partía el corazón. Al terminar de leer se apoyó sobre sus rodillas para empezar a llorar en silencio. Tomó la carta, la doblo en cuatro y salió de ahí furioso, iba en busca del chico que lastimó a su mejor amiga, iba en busca de Bryan.

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Hola (:

No iba a subir capítulo hoy, pero decidí que mejor sí xD

Voten y comenten por favor, es gratis :3

¿Ya escucharon Déjá Vu? Yo si, y la canción esta Asdfghjklñ *-*

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¡Paz!

La Chica de las Pulseras Negras. | Bryan Mouque |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora