El ratón ahogado

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Respiró lentamente, envuelto en la oscuridad. Podía oler el suave aroma a tierra húmeda. Avanzó, lentamente y alerta. El pasadizo era estrecho. Apenas lo suficientemente grande como para que una rata pudiera pasar a través de el. Y era de noche. No había suficiente luz como para poder ver. Pero se sentía a gusto. Le gustaban los lugares oscuros y estrechos. Los que intentaban atraparle no podrían pasar por un sitio así. Sintió un fugaz momento de paz y tranquilidad. La herida del hombro le dolía, pero no lo suficiente como para que pudiera ser una molestia. El verdadero problema no era el dolor, si no la cantidad de sangre que estaba perdiendo. La herida no era especialmente grave. Era apenas un pequeño agujero en el hombro.
Debería haber empezado a coagularse hacía tiempo. Pero... la herida... se sentía viscosa y caliente. Todavía estaba sangrando.

-Deben de haber puesto un anticoagulante en la bala.

La rata se mordió el labio.

Desearía tener algún agente hemostático. No pido nada del otro mundo.
Trombina o sulfato de aluminio, cualquiera de los dos me vendría bien. O por lo menos desearía tener un poco de agua limpia para lavar la herida.

Sus piernas cedieron. Se sentía aturdido y mareado.

-Esto es malo.

Probablemente estoy empezando a colapsar. Si es así, estoy en serios problemas. No voy a ser capaz de seguir.

-Está bien.

Empecé a escuchar una voz en mi cabeza.

Tal vez no sea tan malo que no puedas seguir moviéndote por esta húmeda oscuridad. Simplemente te quedarías dormido y morirías en paz. Probablemente apenas sufras. Apuesto a que solo sentirás un poco de frío. No, eso sería demasiado fácil. Tu presión arterial está bajando, tu respiración se hace más lenta, tu cuerpo se adormece... por supuesto que va a sufrir.

-Tengo sueño.

Tienes sueño. Tienes frío. Sientes dolor. No te puede mover. Solo tienes que sufrir un poco más. Vamos, deja de oponerte inútilmente y déjate llevar. Incluso si los que te persiguen consigue llegar hasta aquí, nadie vendrá a rescatarte. Nadie va a salvarte. Así que renunciar ya a vivir. Simplemente ríndete y quédate dormido. Date por vencido.

Se obligó a ponerse en pie nuevamente, apoyándose contra la pared. La rata sonrió con ironía.

Su cuerpo desafió a la voz que le tentaba a renunciar. ¡Qué se joda!

-Una hora. No, ¿treinta minutos?

Sólo podré seguir avanzando en este estado durante unos treinta minutos más. En ese tiempo tengo que detener la hemorragia y encontrar un lugar donde descansar. Es todo lo que necesito para salir de esta.

Una ligera corriente de aire llego hasta él. La oscuridad que lo rodeaba empezó a aclararse con cada paso que daba. Siguió avanzando con paso firme. Finalmente llegó al final del estrecho y oscuro túnel y se encontró con una amplia explanada rodeada por muros de hormigón blanco. La rata sabía que antiguamente ese lugar había sido parte del sistema de alcantarillado.

En comparación con las secciones de superficie de la Nº 6, las instalaciones subterráneas abandonadas eran muy comunes. Instalaciones prácticamente intactas desde el siglo pasado fueron totalmente olvidadas. Sin duda alguna era el ambiente más apropiado para una rata. Cerró los ojos y recordó el mapa de No. 6 que había hackeado de los ordenadores.

Esta zona de drenaje correspondía a la ruta K0210. Dicho lugar terminaba cerca de la zona residencial de clase alta, Kronos. Por supuesto, tendría que pasar bastantes zonas muertas antes de llegar hasta allí.

No.6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora