El Lugar de los Dioses.

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Entonces la diosa Hannahanna decidió usar su último recurso. Invocó a cientos, miles de abejas y dijo.
-Ustedes son pequeñas y ágiles y vuelan tan veloces como la luz, por lo que seguramente serán capaces de encontrar al dios Telipinu. Ahora, vayan.-

-La Desaparición de Telipinu, Mito Hittite.



Había una persona tirada al pie de un árbol delgado, cuya corteza era más blanca que la del resto. Era un niño pequeño, incluso más pequeño que la niña y se retorcía de dolor. Shion lo tomó en brazos y lo sentó. Incluso con la oscuridad reinante, podía decir que el niño estaba mortalmente pálido; se arañaba la garganta, y tenía la boca abierta, pero sus labios estaban exangües.

Asfixia. Se ahogaba con algo atorado en la garganta, no había tiempo que perder. Sosteniendo el estomago del niño con un brazo, Shion le dio una palmada en la espalda.

-Escúpelo. Vamos, -urgió. Dos veces, luego una tercera vez, continuó golpeando la espalda huesuda del niño. Cuatro veces, cinco veces...

El niño se retorció, y el vomitó se derramó de su boca. Había un objeto negro y redondo. El niño tembló ligeramente.

-¡Agua! ¡Trae agua! -le ordenó Shion a Nezumi

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-¡Agua! ¡Trae agua! -le ordenó Shion a Nezumi. Recostó al niño y acercó su mejilla a la boca del niño. Pudo sentir una respiración definida. Está bien, está respirando. No necesitaba desobstruir la garganta del niño, o darle resucitación artificial. Pero su conciencia-

-Llámalo.

La niña respondió rápidamente a las palabras de Shion. Se arrodilló frente al niño, acercando su cara a la de él y pronunció su nombre.

-Rico, ¿Puedes escucharme? Rico.

-Rico, ¿Puedes respirar? -Shion lo llamó después de ella.

El pecho del niño se hinchó profundamente, sus párpados temblaron y se abrieron. Una lágrima rodó por su mejilla.

--Hermanita-

-¡Rico! -Shion evitó con gentileza que la chica abrazara al niño. Sentó lentamente a Rico y le acercó una taza de agua.

-¿Puedes beber?

-Sí.

-Buen chico, bebe lentamente. Entonces tu nombre es Rico, ¿Eh?

-Sí.

-Rico, ¿Puedes escuchar claramente la voz de tu hermana y la mía? ¿Nos ves bien?

-Sí- y el agua sabe bien.

-Eres un buen chico, -se entusiasmó Shion. -Has hecho un excelente trabajo. ¿Se siente bien tu estómago? ¿Te duele algo el pecho?

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