Peligro Oculto

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El primer día, todos apuntamos a nuestros países. El tercer o cuarto día apuntamos a nuestros continentes. Pero el quinto día, fuimos conscientes de una única Tierra.

-Sultán bin Salman Al-Saud, astronauta.




Después que Shion hubiera terminado de leer el libro ilustrado, Karan soltó un suspiro de satisfacción.

-Esa fue una buena historia.

Rico resolló malhumorado. Jugueteó con los vendajes nuevos en su cuello y se quejó.

-Bueno, yo no creo que fuera buena. Las historias sobre conejos son aburridas.

-Entonces, ¿Qué clase de historia quieres escuchar, Rico? -preguntó Shion.

-Mmmmm- -Rico se detuvo a pensar un momento. -Oh, una historia sobre pan. Y- y una sobre sopa y patatas fritas.

-Debes tener hambre, Rico.

Karan volteó hacia Shion y asintió.

-Tiene hambre todo el tiempo. Rico está más hambriento que los demás.

-Entonces, espera un minuto. Creo que tengo algo de sopa... -

¿Quedaba algo de sopa para él? Un tazón lleno de sopa que pudiera saciar el estomago vacío de Rico durante un rato

Karan se levantó.

-No, gracias. Está bien. Ya tenemos que irnos a casa. - Agarró la mano de su hermano menor y se acercó a la puerta. Se detuvo, volteó y susurró. -Gracias por leer para nosotros.

-No es nada.

-¿Podemos venir de nuevo mañana?

-Por supuesto.

-Ok. -Una sonrisa se extendió por el rostro de Karan, y medio arrastró a Rico por la puerta. Nezumi se estiró a la sombra de una pila de libros.

-Estúpido como siempre, ¿No?

-¿Estúpido? ¿Yo?

-Dicen que los mayores idiotas son los únicos que no se dan cuenta que son idiotas. Creo recordar un proverbio parecido. -Nezumi se levantó y se envolvió la tela de superfibra en el cuello. -Intentaste darles limosna a los niños. Intentaste darles las sobras de sopa.

-¿Eso es estúpido?

-Esos niños vinieron a que les leyeran, no vinieron a mendigar. Si puedes asegurar que Rico nunca más esté hambriento, entonces estaría excelentemente bien. Pero si por capricho le das la sopa sobrante un día, ¿Qué vas a hacer la próxima vez que esté hambriento? No serás capaz de cuidar de él todo el tiempo. Si vas a ser irresponsable y lo abandonarás a mitad de camino, sería mejor que en primer lugar no le dieras nada. Karan tiene una mejor idea de cómo funcionan las cosas. Esa chica es brillante y digna. Sabe rehusar tu imprudente caridad a medias.

Shion se hundió en una silla. Las palabras de Nezumi siempre le causaban dolor. Sentía como si su piel le estuviera siendo arrancada de todo el cuerpo. Casi podía escuchar el sonido de su carne siendo desgarrada. Su estupidez, su arrogancia, su negligencia. Con su vanidad externa cayendo, estaba desnudo: superficial y pretencioso- su verdadero yo. Nezumi se paró enfrente de él y continuó hablando mientras se ponía un par de guantes.

-Hay un segundo ejemplo de tu estupidez. ¿Quieres oírlo?

-Claro, dime.

No.6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora