No.6

Ese purificado polvo

¡Que admirable fábrica es la del hombre! ¡Qué noble su razón! ¡Qué infinitas sus facultades! ¡Qué expresivo y maravilloso en su forma y sus movimientos! ¡Qué
semejante a un ángel en sus acciones! Y en su espíritu, ¡qué semejante a Dios!
Él es sin duda lo más hermoso de la tierra, el más perfecto de todos los animales. Pues, no obstante, ¿qué juzgáis que es en mi estimación ese purificado polvo? El hombre no me deleita...

-Hamlet, Acto II Escena II

El doctor era mucho más viejo de lo que Shion lo recordaba, el hombre alto y generoso solía venir a la tienda de Karan una o dos veces por semana a comprar un sándwich o un pastel de carne; una barba atractiva y un bigote adornaban su cara, y hablaba en un tono de barítono hermoso y claro.

Incluso había invitado una vez a Shion a especializarse en medicina y trabajar en su clínica.

—No tendrías problema en aprender el conocimiento y técnicas especializadas necesarios, te recomiendo que tomes el examen de certificación si estás interesado.

Era una oferta atractiva, pero Shion no la tomó; no había forma en que alguien como él, que había sido despojado de todos sus privilegios y exiliado de Chronos, fuera capaz de pasar el examen. Pero le hacia feliz que el doctor se hubiera preocupado por él- un extraño y el simple hijo de la panadera- y ofrecido un camino en la medicina.

Estaba muy agradecido.

En los meses que Shion no lo había visto, el doctor se había transformado tanto que difícilmente parecía la misma persona; había mechones blancos en su barba y su cabello y lucía como si hubiera encogido una talla; pero en términos de apariencia, Shion admitió que probablemente él había atravesado un cambio más drástico: su cabello era completamente blanco y su rostro estaba manchado de sangre, tierra y hollín.

La pequeña clínica en las afueras de Lost Town era atendida por el doctor, una enfermera y un robot enfermera. La enfermera gritó cuando el grupo sucio y sangriento irrumpió. Shion gritó sobre su chillido.

—Doctor, por favor- por favor, ¡Él necesita atención!

—Tú... ¿Podrías ser-?

—El hijo de la panadera; doctor, por favor, atiéndalo.

Los ojos del doctor cambiaron a Nezumi y su mirada se fijo en la sangre que le goteaba.

—Prepara todo para una operación de emergencia.

La enfermera entró en acción incluso antes que el doctor terminara de hablar, desapareció inmediatamente en una habitación adyacente al cuarto de revisión. Un robot llegó empujando una camilla.

— Sí

Shion recostó a Nezumi en la camilla.

—Nezumi, —lo llamó con indecisión, pero sus ojos permanecieron firmemente
cerrados. —Nezumi...

—Por favor quite su brazo, por favor quite su brazo debajo del paciente. Ahora transportando al paciente a la sala de operaciones.

El robot lo apresuró, pero los brazos de Shion estaban tiesos e inmóviles, aun sosteniendo a Nezumi como lo habían estado haciendo todo este tiempo. Sólo sus dedos temblaron violentamente.

—¡Shion! —Inukashi sujetó sus brazos y los apartó.

—Ahora transportando al paciente, ahora transportando al paciente. Entrando en el modo de operación de emergencia. Comenzando administración de oxigeno. Comenzando evaluaciónes.