Si el alma de un humano

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Si el alma de un humano pudiera desaparecer completamente, probablemente 
le sería mucho más posible encontrar la felicidad, pero aun así el humano en el 
interior sentiría un terror incomparable, ¡Oh que aterrador, penoso y totalmente 
doloroso piensa que es!, que alguien pierda sus recuerdos como humano. 



-Nakajima Atsushi, Sangetsuki




Despertó. 

Safu había despertado y entendido todo.
Ahora sabía qué le había sucedido. 

¿Qué has hecho... qué has hecho... qué has hecho? 

—¡Dios, Safu! ¿Qué pasa? Mira las fluctuaciones en tus emociones, ¿Cuánto tiempo piensas seguir con esta agitación? Que niña tan problemática, tu belleza se va a desperdiciar. —Se rio entre dientes. —Ah, no, sólo fue una broma, una broma sosa. No me importa, aún eres hermosa, muy hermosa. Ha sido un gran éxito, hasta ahora las cosas van exactamente como estaban planeadas, y por supuesto tampoco habrá errores en el futuro. —Lanzó una risita de nuevo.El hombre continuó riendo desde su lugar a un lado de Safu. 

Diablo.
Así que eres el diablo.
¿Por qué... por qué... por qué me has hecho esto? 

—No sólo eres hermosa, también eres resistente, déjame confesarte que eres mi ideal, Safu. Después de todo, a ti no puedo mentirte. Al... al principio sólo te colecté para usarte como un espécimen, intenté tratarte como lo haría con cualquier otra muestra. Oh, espero que me perdones; no quiero que me reproches, no sabía que serías tan hermosa y fuerte. Safu, tú me cautivaste y podría repetírmelo un millón de veces: Eres mi ideal; eres lo que había estado buscando, es por eso que te haré reina. No, te haré alguien más cercano a una diosa, un ser perfecto. Tú y yo, juntos gobernaremos el mundo. ¿Qué te parece? Emocionante, ¿Verdad? 

Diablo.
Eres el diablo.
No te me acerques, no te me acerques. 

La voz de Safu no llegaba al hombre. 

El hombre continuó hablando fervientemente como si estuviera poseído, el color teñía sus mejillas y paseaba en círculos, ligeramente encorvado hacia delante. 

Era como un pez en un acuario, daba vueltas y vueltas y vueltas y vueltas,
nadando en un espacio cerrado. Vueltas y vueltas. Vueltas y vueltas. 

Los pies del hombre andaban silenciosamente mientras continuaba hablando,
tal vez se estaba hablando más a si mismo que a Safu. 

—Finalmente te tengo en mis manos, el ser ideal. Oh, Safu, no soy un creyente en el fatalismo, no creo en las fuerzas más allá de los límites del poder humano o que el cielo controle nuestras vidas, siempre me he reído menospreciándolo, llamándolo absurdo. Pero... por favor no te rías, Safu: después de conocerte, yo, bueno... sentí como si pudiera creer un poquito en eso llamado destino, tal vez es cierto, tal vez hay un Dios, y él intenta otorgarme un poder absoluto. Si no, ¿Qué podría explicar el hecho de haberte conocido así? Es por eso que te haré una diosa, tengo el poder para hacerlo. Oh, sí, ayer te dije que no necesitarías un nombre. Correcto, por supuesto, por supuesto, deberías deshacerte de tu nombre del pasado, te daré un nombre adecuado para una diosa. 

Los pies y la lengua del hombre no mostraban signos de detenerse.
Continuó caminando y continuó hablando.

—Sí, ¿Qué tal...? —Los pies del hombre se detuvieron abruptamente y una sonrisa se extendió lentamente por su rostro. —¿Qué tal... Elyurias? 

No.6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora