Soy el desesperado, la palabra sin ecos, el que lo perdió todo, y el que todo lo tuvo.
Última amarra, cruje en ti mi ansiedad última.
En mi tierra desierta eres tú la última rosa.-Neruda, Veinte poemas de Amor y Una Canción desesperada
En No. 6, la mayoría de la población, demográficamente hablando, tenía menos de cuarenta años. Era una ciudad joven y debido a eso, las esporádicas personas viejas con las que se cruzaba en la calle, destacaban aún más.
Haré lo que sea para evitar hacerme vieja.
Estaba enferma de ver a mujeres obesas de cabello blanco; ancianos tuberculosos y arrugados o cosas parecidas.
La mujer trabajaba como enfermera en el Hospital Central Municipal, administrado directamente por el Departamento de Salud e Higiene. Actualmente estaba a cargo del ala de la tercera edad. A pesar de que los detestaba, tenía que tratar con los ancianos todos los días.
¿Por qué se molestan siquiera en seguir vivos?
La mujer pasó una mano a través de su largo cabello castaño, del que estaba muy orgullosa. No podía soportar el pensamiento de su cabello volviéndose blanco, y que le aparecieran manchas y arrugas en el rostro. Preferiría morir antes que lucir así.
Hablaba en serio. No. 6 tenía un Cuidado Terminal de primer nivel. Algunos decían que ninguna otra ciudad podía compararse.
Una vez que los ancianos llegaban a una cierta edad y recibían una notificación de la ciudad, tenían el derecho a vivir en un lugar llamado Residencia Crepúsculo, sin importar su clase social, sexo o historia personal.
Residencia Crespúsculo era una instalación ideal que la ciudad había construido para que los mayores pudieran pasar el resto de su vida en abundancia y comodidad.
La gente decía que era como un paraíso: les daban instalaciones médicas para cuidado paliativo; quitaban todas las cosas que pudieran herirlos, dolor, sufrimiento o estrés. Era una instalación bajo control directo de la ciudad, y del lugar de trabajo de la mujer en el Hospital Central, cada semana transferían a unas cuantas personas mayores a Residencia Crepúsculo. No se sabía que edad o criterio determinaba cuando se enviaba a la gente a la Residencia. Aunque aún había algunos mayores, no muchos, que morían de enfermedad o desafortunados accidentes antes de tener derecho a vivir en Residencia Crepúsculo. Era por eso que todos los mayores se alegraban de recibir notificaciones de la residencia.
Fue lo mismo con la mujer cuya aplicación para la residencia había llegado el día anterior. Estaba afectada por una enfermedad declarada incurable, incluso para la tecnología médica estelar de No. 6.
-Estoy muy contenta. Ahora puedo pasar el resto de mis días en paz. Le estoy agradecida a Dios y a la Ciudad por su compasión.
La mujer, que había dicho ser una gran creyente en Dios, había unido sus manos ante su pecho y había murmurado una oración antes de dejar el ala del hospital.
Residencia Crepúsculo. La mujer no sabía dónde se localizaba. La ciudad no había revelado su dirección; pero la mujer no tenía ningún interés en Residencia Crepúsculo.
La mujer odiaba a los ancianos. Su disgusto era la otra cara de la moneda del miedo que sentía a envejecer. La mujer era joven y hermosa; quería permanecer joven y hermosa por siempre. A través de su trabajo, había escuchado rumores de que, más que nunca, la ciudad estaba enfocando su investigación medica en entender el mecanismo de la vida. También había oído que además de eso, la ciudad estaba invirtiendo considerables fondos en la investigación molecular referente al envejecimiento.
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No.6
RandomEl año es 2013, en la ciudad de No. 6- la ciudad que personifica los más altos ideales de la humanidad. Shion ha sido criado como un élite de alto rango desde los dos años, pero en la noche de su doceavo cumpleaños, su destino se vuelve de cabeza cu...