El año es 2013, en la ciudad de No. 6- la ciudad que personifica los más altos ideales de la humanidad. Shion ha sido criado como un élite de alto rango desde los dos años, pero en la noche de su doceavo cumpleaños, su destino se vuelve de cabeza cu...
¿Vienes a míporque me quede dormido,atormentado por el amor? Si hubiera sabido que soñaba, No me hubiera despertado.
-Ono komachi
—Deberías escribir una carta, —dijo Nezumi, sin levantar la mirada de su libro.
—¿Una carta- para mi madre?
—Si tienes a otros amigos por correspondencia, también a ellos.
—¿Se las enviarías?
—Él lo haría. —Un ratoncito estaba posado en la rodilla de Nezumi, limpiándose los bigotes.
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—Gracias, Hamlet.
—No necesitas agradecerle. Cada vez que va a ver a tu mamá, se atiborra de sabroso pan. Así que se pone de buen humor.
Shion escribió unas cuantas palabras en un pedazo de papel, una veintena de letras, una sola línea.
¿Qué sentimientos podía transmitir en ella?
Terminó de escribir y metió el trozo de papel en una cápsula. Hamlet lo agarró con la boca y agitó elegantemente la cola. Nezumi cerró el libro con un golpe seco. Era un libro hermoso con empastado azul, con pétalos de flores blancas distribuidos en la cubierta. Shion decidió preguntarle sobre él.
—¿Qué estabas leyendo?
—Una antigua historia sobre un país muy, muy lejano, al extremo de la tierra. Un cuento muy antiguo.
—¿Un mito?
—Un cuento sobre humanos. —Nezumi se levantó y devolvió el libro a laestantería. La habitación llena de libros era cálida, gracias al viejo calentador. No era como cuando estaba viviendo en el lujoso vecindario de Cronos en No. 6, donde estaba protegido por el sistema de control atmosférico, y podía vivir con una temperatura y humedad adecuadas sin importar la temporada, hora del día o el clima exterior. Era imposible esperar esa clase de ambiente allí, pero descubrió que el calor desigual de la habitación era mucho más confortable que algo controlado por una máquina. Si tenía frio, se envolvería en una manta y se acercaría al calentador. Si tenía calor, se alejaría y quitaría el abrigo. Era todo lo que había. Y antes no lo sabía, lo había aprendido aquí, en esta habitación.
—Dime- —empezó Shion, mientras se servía una taza del agua caliente que estaba hirviendo sobre el calentador. —¿Aquí es caluroso en verano?
