Living With Him ©

Capítulo 64 Hells Kitchen

Llego al hospital, nerviosa, preocupada por Aaron, si algo malo le pasó no se que haría sin el. Pregunto por el y me dicen en que habitación se encuentra, abro con cuidado y entro, el esta acostado, tapado con una sabana blanca, unos cables a su alrededor, tiene los ojos cerrados, mi corazón se achica al verlo tan relajado, al parecer se da cuenta de mi presencia ya que me deja ver sus lindos zafiros. 

—  Hola..... Preciosa. –  Dice con voz ronca, cosa que me encanta. 

—  Hola cariño ¿Como estas? –  Me acerco y sobo su cabeza. 

—  Bien, fue más el susto. –  Responde viendo mis ojos.

—  ¿Te golpeaste algo?

—  Solo el brazo, debo usar yeso por dos semanas y estará mejor.  –  Sonríe.

—  ¿Seguro que solo eso? –  Asiente. —  Me he asustado, pensé que algo malo te había pasado, bueno.... te paso algo malo pero no fue peor. –  Sobo su cabello. 

La puerta se abre y el doctor entra, vestido con su uniforme blanco, unos anteojos, delgado, alto y muy guapo, demasiado para ser sincera.

—  Buenas joven Whine....no tuvo heridas graves, solo un esguince en el brazo izquierdo, si le llega a doler tome estas pastillas para aliviarlo. –  Entrego un frasco. —  Ya puede irse a casa, si al tomar lo que le receto no le ayuda venga al hospital y lo atenderemos, solo eso tengo que decir, que se recupere, adiós. –  Sonrió y se fue por donde vino. 

—  Iré a cambiarme. –  Aaron bajó de la camilla y fue al baño, por mientras me senté en un sofá y saqué mi celular para informarle a mis amigos lo que sucedió. 

*****

Estamos acostados en el sofá, yo en su pecho y el acariciando mi largo cabello con su brazo no dañado, miramos una película de acción, no recuerdo el nombre, me levanto y lo veo, sus ojos me miran también, sonrío y el lo hace igual. Ahora se ve más guapo de lo que es, con sus carnosos labios en una sonrisa, su ceño un poco fruncido dando toque de masculinidad, un poco de su barba creciente, me gusta como se ve.

— ¿Que miras, preciosa? –  Pregunta tocando mi barbilla. 

—  A ti. –  Digo sin más. —  ¿Te....duele? –  Pregunto por su brazo. 

—  Nop.

—  ¿Tienes hambre?

—  Un poco. 

Me levanto del sofá y camino a la cocina para prepararle algo de comer.

—  ¿Que haces?

—  Buscando que hacerte de comer.  –  Digo abriendo el refrigerador. 

—  No tienes porque hacerlo, yo puedo.  –  Giro mi mirada hacía el y enarcó una ceja. 

—  ¿Enserio Aaron? ¡Jesús! Déjame hacer algo por ti, no solo tu puedes complacerme.  –  Sigo buscando.

—  Emma no....

—  Shhh, calla..... Acuestate mientras te cocino. –  Bufa. —  Y deja de rodar los ojos, se que lo haces. –  Escucho su risa. 

Saco la carne, chile, tomate y entre otras cosas para hacer unos medio tacos mexicanos, los he probado y son exquisitos, en una excursión que fuimos a ese país nós enseñaron como se hacen y lo recuerdo muy bien, espero que le gusten a mi novio. 
Comienzo a cocinar con entusiasmo y preparo cada cosa, en una hora por lo menos debo de haber terminado, eso digo. 

Para darle más emoción pongo música, la canción Animals de Maroon 5 en algunas partes la canto y en otras las tarareo. 

—  ¿Como vas? –  Grita Aaron.

—  Bien... Sigue viendo la televisión. – Grito de vuelta.

Sirvo en cada plato, en el 4 y en el mio dos, lleno los vasos de refresco, los pongo en el comedor y llamo a mi chico. 

—  Espero que te gusta. – Digo mostrando mi emoción y alegría, el lo nota porque sonríe. 

Me aparto y dejo que vea lo que preparé, sus ojos se abren como omóplato, y brillan, ruego que de sea buena reacción. 

—  Wow.  –  Es lo único que articula con sus labios.  —  ¿Tu lo hiciste? 

—  ¡Nooo! De una carrera le hable al de Hells Kitchen para que viniera a preparar esto. Obvio que yo lo hice estúpido. –  Enserio, quiero golpearlo en estos momentos. 

—  Yo... lo siento amor, es que, wow, ya quiero comer. –  Mi enojo se esfumó, me ayuda s sentarme y luego el se sienta. 

—  Buen provecho. –  Dicen en medio bocado en su boca. 

—  Buen provecho. –  Respondo.