Living With Him ©

Capítulo 35 ¿Que dices preciosa?

Aaron

-Enserio ¿Así le pediras que sea tu novia? -Brad me preguntó cuando le expliqué mi idea, no tenía cara de agrado.

-Si ¿Porque preguntas? Ella ama los libros.

-Pues no se y si la llevas primero a cenar y luego ahí? -Sonaba buena su propuesta, me gustaba.

-Eres un puto genio, me gusta eso. -Lo abracé.

-Si, ya cariño, no muestres tanto amor.

-Vamos bebe, si a ti te gusta. -Reí.

-¿Que hare contigo, mi vida? -Nos miramos y reímos tan fuerte llamando la atención de algunas personas. Amo tener de amigo a Brad, el es idiota pero sabe en que momentos debe ser serio.

-Aveces su bromance me da miedo, pero recuerdo que los dos les gustan las vaginas y se me pasa. -Nathan es mi segundo mejor amigo, hace dos años lo conozco, siempre nos dice a Brad y a mi que tenemos un bromance muy raro.

****

-¿Quieres que salga contigo hoy en la noche? -Preguntó Emma al otro lado del celular.

-Exacto, paso por ti a las 5 de la tarde ¿Okay?

-Okay mi Augustus.

-¿Augustus? Soy Aaron, preciosa. -La escuché bufar.

-¿No has oído hablar de TFIOS? -No se de que habla, por eso no digo nada. -Sinceramente debo guiarte por el buen camino: Leer.

-Nena, te amo, pero...

-Pero nada. -Me interrumpió. -Adios niñero. -Sonreí.

-Adios hermosura.

-Por cierto TFIOS es un libro de John Green, en el 2014 hicieron la película.

-Amo cuando suenas tan ardiente hablando de libros. Te amo.

-Te amo.

*****

Acomode la corbata de mi traje y fui por mi auto, tengo los nervios de punta, ¿Y si no me acepta? ¿Si me acepta y luego me deja? No, ella no haría eso. Respiro un par de veces y toco la puerta de su apartamento.

-Joder, Estas que arde. -Dice al mirarme, pero en si, la que arde es ella. Tiene un vestido rojo que muestra sus largas piernas doradas y lleva tacones negros, labios del mismo color que su vestido, su cabello de lado, en pocas palabras esta preciosa, como siempre.

-Tu estas...... Wow. -Ni puedo hablar, ella sonríe. -Muy bella, nena, vamonos.

El restaurante es grande, Muchas luces color como amarillentas cuelgan de su techo, mesas con manteles blancos, velas, vino y gente por diversos lugares, agradecía que el cabron de Brad me ayudara con esta noche. Emma admiraba cada objeto del lugar, estaba muy concentrada, saqué mi celular y le tomé una foto, se miraba tan angelical, ni se percaptó del flash.

-Es muy lindo.

-Lo Ssé, vamos a nuestra mesa. -Agarré su delicada mano y la guié.

Al finalizar la cena, mis nervios cada vez estaban peor, el momento ya se acercaba. Entramos al auto y conduje al lugar donde le pediría a Emma que sea mi novia.

-¿A donde vamos? -Sonreí y no dije nada.

Detuve el auto enfrente de la libreria y la ayude a bajar.

-Aaron Las librerias cierran temprano. -No tienes idea lo que te espera, preciosa.

Entramos y Emma se miraba tan feliz al ver el montón de libros, juraría que en sus pensamientos decía : Esto es el paraiso.

Caminamos hacía el estante donde quería que viera, un libro estaba abierto y en una página decía:

-Emma, ¿Quieres ser mi novia? -Dijo en voz alta, me miró y empezó a llorar. Eran lágrimas de felicidad.

-¿Que dices, preciosa? -Agarró mis manos y luego me abrazó y besó mis labios.

-Absolutamente si. - En ese momento, quise llorar, llorar porque la chica que más amo, oficialmente es mia.