La sensación del cuerpo de Aaron tan cerca del mío, aún seguía ahí, evadiendo mi memoria, imágenes aparecían a cada momento, era algo que al pensar me hacia sonrojar, todas las palabras que me dijo, me las recordaba de pie a cabeza, no podía olvidar ninguna, no lo podía olvidar a él.
- Emma....Emma. - Miré a mi Sam, ella estaba con su ceño fruncido.
- ¿Que pasa? - Dije tomando su misma expresión.
- Primero: Llegas tarde al colegio. - Levantó un dedo. - Segundo: no paras de sonreír y sonrojarte. - Elevó otro dedo. - Y tercero: Éstas en otro planeta. ¿Que carajos te pasa? - ¿Que me pasaba? Ni yo misma sabia, lo único que sabia es que no puedo sacar de mi mente a Aaron.
Éstas enamorada, tarada.
Oh sigues viva... que horror.
Horror es ser tu yo interior.
¿Porque los yo interior son tan agresivos? No entiendes que sin mi no sos nada.
Y sin mi no pensarías, y creeme te volverías más loca que ahora.
- No me pasa nada. ¿Porque piensas eso?
- James, verdad que esta rara Emma.
- Si. - Lo fulminé con la mirada. - Lo siento linda, pero solo digo la verdad.
- No es nada. Ustedes están paranoicos.
- Ah no señorita. Pueda que me falle el cerebro, pero la vista no. - Reí.
- Vale, vale. Pues nos besamos con Aaron.
- ¡Ja! Lo sabia. Oigan damas (aunque no hay muchas) - Susurró lo último. Y caballeros... no hay ninguno, pero no importa, tenía razón, soy un puto genio. - Su voz se podía escuchar hasta el otro continente. Todos la miraban con cara de: No entiendo ni mierda lo que dice esta chica.
- Por Dios mujer, cállate y siéntate que estás haciendo un escándalo. - Mi amiga asintió y se sentó. Pueden creer que hasta se subió en su pupitre.
-¿Como fue? ¿Te gustó? ¿Besa bien? Cuentaaa.
- Si no te callas, no creo que pueda contarles, verdad James. - El asintió. Nuestro amigo siempre nos apoya a las dos.
- Vale, cierro la boca.
- Pues ayer estábamos viendo películas y comiendo, cuando ya íbamos a dormir le pedí que durmiera conmigo. - Podía sentir que mis mejillas estaban muy rojas.
- Esa es mi amiga. - Sam hablaba.
- Shh haz silencio. - Reí por James.
- El aceptó, al despertar hablamos y terminó en un beso.
- ¡Tus ojos brillan! - Chilló Sam. Fruncí mi ceño.
- ¿Que con eso?
- Pues que estás enamorada, babosa. - Mi amiga golpeó mi frente, le eché una mirada mortal y sobe dónde me dolía.
- ¡Yo no estoy enamorada! Nooo. El romanticismo no es lo mío, eso es...... ridículo. Soy ¡Emma anti-romance.
- Oh no aquí vamos. - Expresó decaído James.
- El amor no es para mi, ningún chico me enamorará, ni hará que lo amé, porque escuchen mis queridos y amados jóvenes soy la....
- Chica que no se enamora, ósea Emma anti-romance. - Completaron mis dos amigos.
- Muy bien jóvenes, ya se lo saben. - Aplaudí y sonreí.
- Como no, lo haz dicho infinidades de veces. - Bramó James.
- ¿Que? No es cierto, es la primera vez.
- Créeme. - Mi amigo me miró muy serio. - No lo es. - Reí.
Sabia que lo he dicho muchas veces, sólo que me gusta torturar a mis amigos, ver sus caras cuando esa típica frase mía.
Tuve mis dos últimas clases y salimos. Marqué el número de Aaron diciéndole que pasará por mi.
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Living With Him ©
RomantiekQuien diría que cinco palabras me cambiarían la vida. "Te quedarás con el vecino" Aún recuerdo esas palabras salir de la boca de mi madre, no me lo creía y pensaba que sería de lo peor, pero fue lo mejor que me ha pasado. • No Se Aceptan Copias •