Capítulo 5 Sorry

131 13 0
                                    

El día siguiente me levanté temprano por milagro de Dios. Todo transcurrió rápido, tuve clases, hablé con mis amigas. Llegué al apartamento y me llevé con la sorpresa que Aaron no estaba, fue raro no encontrarlo, ya era parte de mi rutina diaria verlo todos los días. Y sólo llevas tres días con él.

El reloj marcaba las 5 de la tarde cuando Aaron llegó. Mientras no estaba hice mis tareas, vi televisión, escuché música hasta limpié a casa. Pueden imaginar a que nivel mi aburrimiento sobrepasó.

- Perdón por no irte a traer. - Se disculpó apesarado.

- No te preocupes. No es tu obligación. - Me encogí de hombros.

- Claro que es mi obligación. Si te pasa algo, jamás me lo perdonaría.

- Tú por lo único que debes preocuparte es si mi madre te paga o no. - ¿Pero que diablos te pasa? ¿Porque le hablas así? Todo lo arruinas.

Cállate. No estoy para escuchar tus estúpidos comentarios.

Y a ti que mosco te picó?

Decidí ignorar a mi yo interior.

- ¿Disculpa? Tu madre a mi no me paga si yo estoy aqui contigo, es porque ella siempre ha sido demasiado buena conmigo, no lo hago para esperar algo a cambio, ¿Piensas que soy esa clase de persona? Nunca imaginé que pensarás eso de mi.

- Pues apenas te llevo conociendo tres días, no es lo suficiente para saber como eres, ni me has hablado de ti.

- Tampoco me has hablado de ti, que se diga. ¿Eres bipolar? O que?

- Es mi puto problema si soy bipolar o no. - Ni yo misma sabia que estaba haciendo. Me estaba comportando cómo una idiota.

-.Sabes que, yo mejor me iré a mi habitación. No diré nada de lo que pueda arrepentirme luego.

- Eres un canalla.

- ¿Como?

- ¡Que eres un CANALLA!

- Eso crees.

- Si. - Dije insegura.

- No me importa lo que pienses. - Eso...dolió.

¿Y que pensabas? ¿Que te iba a tratar cómo reina?

- Tam...Tampoco me importa lo que pienses.

- Cómo sea.

- Aaron... espera.

- Mejor vete a tu pieza.

-.¿Te importa? Noo. Entonces vete tú. - Había jodido todo.

No miró ni una vez, ni lo pensó, sólo se dio vuelta y caminó hacia su habitación, no me dijo nada, eso, me dolió, no sabía que rayos me pasaba con Aaron, pero que me haya ignorado, hizo mi corazón estrujarse.

[....]

Dos semanas habían pasado, aún no nos hablábamos, y si lo hacíamos era si teníamos hambre, o buenos días, tardes y noches. Era sábado, mis amigos me habían invitado a una fiesta, pero la verdad, no estaba de ánimos. Miraba televisión cuando Aaron entró al apartamento.

- Buenas.

- Buenas.

- ¿Puedo hablar contigo?

- Ya lo estás haciendo ¿No?

- Perdón. - Se disculpó. Su mirada era sincera.

- También lo siento. Fui una idiota.

- No te insultes. - Posó su mano izquierda en mi mandíbula y la movió suavemente.

- Lo siento.

-.Te perdono. Sólo con una condición.
- Mi mirada se tornó en confusión.

- ¿Cuál?

- Que tú me perdones a mi.

- Te perdono. - Me dedicó una sonrisa de lado.

- Vamos a comer, preciosa. ¿Quieres salir?

- ¿A dónde? - Pregunté con entusiasmo.

- Es una sorpresa.

Living With Him ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora